Biodiversity is too complex to measure directly, so conservation planning must rely on surrogates to estimate the biodiversity of sites. The species richness of selected taxa is often used as a surrogate for the richness of other taxa. Surrogacy values of taxa have been evaluated in diverse contexts, yet broad trends in their effectiveness remain unclear. We reviewed published studies testing the ability of species richness of surrogate taxa to capture the richness of other (target) taxa. We stratified studies into two groups based on whether a complementarity approach (surrogates used to select a combination of sites that together maximize total species richness for the taxon) or a richness-hotspot approach (surrogates used to select sites containing the highest species richness for the taxon) was used. For each comparison of one surrogate taxon with one target, we used the following predictor variables: biome, spatial extent of study area, surrogate taxon, and target taxon. We developed a binary response variable based on whether the surrogate taxon provided better than random representation of the target taxon. For studies that used an evaluation approach that was not based on better than random representation of target taxa, we based the response variable on the interpretation of results in the original study. We performed a categorical regression to elucidate trends in the effectiveness of surrogate taxa with regard to each of the predictor variables. A surrogate was 25% more likely to be effective with a complementarity approach than with a hotspot approach. For hotspot-based approaches, biome, extent of study, surrogate taxon, and target taxon significantly influenced effectiveness of the surrogate. For complementarity-based approaches, biome, extent, and surrogate taxon significantly influenced effectiveness of the surrogate. For all surrogate evaluations, biome explained the greatest amount of variation in surrogate effectiveness. From most to least, extent, surrogate taxon, and target taxon explained the most variation after biome. Surrogate taxa were most effective in grasslands and in some cases boreal zones, deserts, and tropical forests; surrogate taxa also were more effective in studies examining larger areas. Herpetofauna were the most effective taxon as both surrogate and target when a richness-hotspot approach was used; however, herpetofauna were analyzed in fewer studies, so this result is tentative. For complementarity approaches, taxa that are easy to measure and tend to have a large number of habitat specialists distributed collectively across broad environmental gradients (e.g., plants, birds, and mammals) were the most effective surrogates.
Resumen: La biodiversidad es muy compleja para ser medida directamente, así que la planeación de la conservación debe depender de sustitutos para estimar la biodiversidad de sitios. La riqueza de especies de taxa seleccionados a menudo es utilizada como un sustituto de la riqueza de otros taxa. Los valores de subrogación de taxa han sido evaluados en diversos contextos, sin embargo las tendencias en su efectividad son poco claras. Revisamos estudios publicados que prueban la habilidad de la riqueza de especies de taxa sustitutos para capturar la riqueza de otros taxa (blanco). Estratificamos los estudios en dos grupos basados la utilización de un enfoque de complementariedad (sustitutos utilizados para seleccionar una combinación de sitios que en conjunto maximizan la riqueza total de especies del taxón) o de riqueza de la zona conflictiva para la biodiversidad (sustitutos utilizados para seleccionar sitios que contienen la mayor riqueza de especies para el taxón). Para cada comparación de un taxón sustituto con un blanco, utilizamos las siguientes variables predictoras: bioma, extensión espacial del área de estudio, taxón sustituto y taxón blanco. Desarrollamos una variable de respuesta binaria en función de sí el taxón sustituto proporcionaba una representación mejor que aleatoria del taxón blanco. Para estudios que utilizaron un enfoque de evaluación que no estaba basado en la representación mejor que aleatoria de los taxa sustitutos, basamos la variable de respuesta en la interpretación de los resultados en el estudio original. Realizamos una regresión categórica para esclarecer tendencias en la efectividad de los taxa sustitutos en relación con cada una de las variables predictoras. Un sustituto tenía 25% mayor probabilidad de ser efectivo con un enfoque de complementariedad que en el enfoque de zonas conflictivas para la biodiversidad. Para el enfoque de zonas conflictivas para la biodiversidad, el bioma, la extensión, el taxón sustituto y el taxón blanco influyeron significativamente en la efectividad del sustituto. Para los enfoques basados en complementariedad, el bioma, la extensión y el taxón sustituto influyeron significativamente en la efectividad del sustituto. Para todas las evaluaciones de sustitutos, el bioma explicó la mayor proporción de variación en la efectividad del sustituto. De más a menos, la extensión, el taxón sustituto y el taxón blanco explicaron la mayor variación después del bioma. Los taxa sustitutos fueron más efectivos en pastizales y, en algunos casos, zonas boreales, desiertos y bosques tropicales; los taxa sustitutos también fueron más efectivos en estudios que examinaron áreas más extensas. La herpetofauna fue el taxón más efectivo tanto con sustituto como blanco cuando se utilizó un enfoque de riqueza-zona conflictiva para la biodiversidad; sin embargo, la herpetofauna fue analizada en menos estudios, así que este resultado es tentativo. Para enfoques de complementariedad, los taxa que son fáciles de medir y que tienden a tener un gran número de especialistas de hábitat distribuidos colectivamente a lo largo de gradientes ambientales amplios (e. g., plantas, aves y mamíferos) fueron los sustitutos más efectivos.