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Halcón Tagarote Falco pelegrinoides pelegrinoides

Authors:
  • Canary Islands’ Ornithology and Natural History Group (GOHNIC)
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PROPUESTAS
Proseguir con un censo coordinado a nivel nacional cada tres años
que afecte a la totalidad de la población española. Mantener un con-
trol anual de colonias testigo como las islas Columbretes y otras no
excesivamente grandes en las Baleares (Cabrera y otras a determinar
en Mallorca e Ibiza) y en islotes del norte de Lanzarote.
Organizar una base de datos que cuente con la información
actualizada de los censos que se efectúen periódicamente en
las tres CC.AA. que cuentan con poblaciones reproductoras
de Halcón de Eleonora.
Realizar cuanto antes desartizaciones absolutas en aquellos is-
lotes con parejas reproductoras que, por su superficie, sea po-
sible y necesario hacerlo. Estudiar la desratización de otros is-
lotes mayores que requiera un esfuerzo más considerable o
procurar una desaritización permanente para mantener al -
nimo las poblaciones de rata en dichos islotes.
Conseguir una protección efectiva de todas las colonias y apli-
car a todas ellas una mayor vigilancia durante el periodo repro-
ductor: de finales de julio a mediados de octubre.
Estudiar el éxito reproductor (tamaño de puesta, tasa de eclo-
sión y supervivencia de los pollos) en algunas colonias testigo
de las Canarias, Columbretes e islas Baleares.
Realizar un estudio de contaminantes en huevos y en tejidos
de una muestra de las Baleares, Columbretes y de las Canarias
para conocer los niveles de los mismos en esta especie.
Halcón Tagarote
Falco pelegrinoides pelegrinoides
En Peligro; EN D
Autores: Manuel Siverio y Domingo Concepción
Durante gran parte del siglo XX, la información disponible sobre esta especie fue muy escasa, lo que sugiere que debió de pasar inadvertida y, probablemente, es-
tar muy localizada. A partir de las dos últimas décadas estudios y observaciones han contribuido favorablemente a dilucidar su estatus numérico. En la actuali-
dad se encuentra en franco incremento poblacional, probablemente debido a la abundancia de recursos tróficos. No obstante, el escaso número de parejas (mínimo
de 75), restringidas a las Canarias, hace que se catalogue como En Peligro.
DISTRIBUCIÓN
La subespecie típica se distribuye por el archipiélago canario, nor-
te de África (desde Marruecos hasta Egipto) y Oriente medio, lle-
gando probablemente hasta Irán (Cramp & Simmons, 1980). En
Asia, donde es sustituida por F. p. babylonicus, está presente desde
Afganistán hasta Mongolia (Cramp & Simmons, 1982; Del Hoyo
et al., 1994). No obstante, su estatus taxonómico está aún por dilu-
cidar, ya que algunos autores sólo le reconocen rango subespecífi-
co (Del Hoyo et al., 1994; Delgado et al., 1999), mientras que otros
lo elevan a nivel específico (Cramp & Simmons, 1982; Clark &
Shirihai, 1995; Shirihai et al., 1998). Además, estudios filogenéti-
cos sugieren que debe tratarse de una subespecie de F. peregrinus
(Helbig et al., 1994; Wink & Seibold, 1996).
España. Restringido a Canarias, donde se distribuye por to-
das las islas, así como en los islotes de Roque del Este, Alegranza y
Montaña Clara (Delgado et al., 1999; Martín & Lorenzo, 2001).
POBLACIÓN Y TENDENCIA
Las escasas referencias hasta mediados de la década de 1980 se li-
mitaban a una serie de datos puntuales sobre su presencia y nidifi-
cación, considerándose un ave poco común y probablemente
muy localizada. En 1987 y 1988 se contabilizaron un total de 7 pp.
limitadas exclusivamente a las islas orientales (Delgado et al.,
1988; Hernández et al., 1991). A partir de 1990, se detectó en cier-
tas zonas de las islas centro-occidentales donde se sabía con cer-
teza que no estaba presente en la década anterior, lo que podría
sugerir una colonización o recolonización desde las islas más
orientales. En 1993, en las islas de Lanzarote (incluyendo islotes),
Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera, la población
fue estimada en 20 pp., aumentándose su rango de distribución
(Bacallado et al., 1993). Recientemente se ha estimado en 51-53
pp. (Delgado et al., 1999) y 50-60 (Martín & Lorenzo, 2001), aun-
que la detección de nuevas parejas en los últimos años indica que
en la actualidad existe un mínimo de 75.
Roque del Este. El primer dato fehaciente sobre su repro-
ducción se debe a Delgado et al. (1999), quiénes observaron una
pareja con pollos en 1990. Estos mismos autores hacen mención
a una pareja muy alterada en 1993 y a la presencia de adultos con
pollos en 1995 y 1996. Posteriormente, en 1998, se constató la
presencia de tres juveniles y progenitores (Martín & Lorenzo,
2001).
Alegranza. Lovegrove (1971) hace referencia a 1-2 pp., aun-
que su reproducción no fue comprobada hasta 1989 (Delgado et
al., 1999). En 1990 también se confirmó su reproducción (Martín
& Nogales, 1993), y desde entonces al menos una pareja lo hace
todos los años (Martín & Lorenzo, 2001).
Montaña Clara. Se conoce su presencia desde principios del
siglo XX (Polatzek, 1908; Bannerman, 1914). Más recientemente
una pareja ha criado de forma más o menos regular entre 1987 y
1997 (Delgado et. al., 1999). En la actualidad aún está presente
una pareja (Martín & Lorenzo, 2001).
Lanzarote. El primer dato acerca de su reproducción se
debe a Polatzek (1908), quién lo comprobó en el risco de Famara.
Hernández et al. (1991) detectan 3 pp. en la misma zona, y Bacalla-
do et al. (1993) duplican esa cifra. Para el conjunto de la isla Delga-
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do et al. (1999) contabilizan un total de 9 pp. La población actual
es de 13 pp.
Fuerteventura. Polatzek (1908) constata su nidificación a
principios del siglo XX. En 1988 se registran dos territorios con
parejas reproductoras (Hernández et al., 1991). Más tarde, en
1993, Bacallado et al. (1993) visitan de nuevo ambos territorios
confirmando sólo la presencia de adultos. Estimaciones recientes
cifran la población en 4-5 pp. (Delgado et al., 1999; Martín & Lo-
renzo, 2001). La población mínima en la actualidad es de 7 pp. (C.
J. Palacios, com. pers.).
Gran Canaria. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta
principios del XX existen referencias, algunas no muy precisas, de
su presencia (Bolle, 1857; Tristram, 1889; Polatzek, 1909). En
1968, una pareja fue observada por Pérez-Chiscano (1969), pero
no es hasta 1993 cuando se descubren 2 pp. nidificantes (Delgado
et al., 1999). La población estimada hasta 1999 por estos autores
fue de 10 pp., si bien en la actualidad se conocen un mínimo de 15
(J. García Ubierna y R. Almeida, com. pers.).
Tenerife. La captura, a principios del siglo XX, de dos hem-
bras en el sur de la isla por el ornitólogo Rudolf von Thanner re-
presenta el primer dato fidedigno de su presencia (Thanner, 1909;
Hernández et al., 1991). Desde entonces, la mayor parte de los da-
tos son poco precisos (v. Martín, 1987), y no es hasta 1991 cuando
se comprueba la nidificación de 2 pp. (Hernández et al., 1992; obs.
pers.). A partir de ahí la evolución ha sido muy satisfactoria, loca-
lizándose 9 más (Delgado et al., 1999). En el periodo 2000-2001 se
detectaron 4 pp. nidificantes nuevas (A. Valido, com. pers.; F. Si-
verio, com. pers.; obs. pers.). La población mínima se cifra en 15
pp.
La Gomera. En 1988 Delgado et al. (1999) obtuvieron tres
contactos, incluyendo una hembra y un juvenil probablemente
del año. A partir de 1992 se han detectado nuevas parejas, esti-
mándose una población de 7 pp. (Delgado et al., 1999). Prospec-
ciones costeras realizadas en 1999 arrojan un total de 12-14 pp.
(Martín & Lorenzo, 2001).
El Hierro. Los datos concernientes al pasado son escasos y
poco claros. Machado (1985) observa una pareja de Falco sp. en
1985 y Martín & Lorenzo (2001) recogen la observación de un
halcón indeterminado en 1977. En 1995, Trujillo et al. (1999) ob-
servan dos individuos de la especie, y en 1999 se constata la re-
producción al detectarse una hembra y un juvenil (Martín & Lo-
renzo, 2001). A falta de datos precisos la población estaría
constituida por 2-3 pp. (Delgado et al., 1999).
La Palma. Recientemente se ha confirmado su presencia
mediante la observación de un macho en unos acantilados mari-
nos y un juvenil en el interior (Trujillo, 1995 y 1996). Con poste-
rioridad se han localizado nuevos ejemplares y parejas en diversas
localidades, estimándose una población de 8-10 pp. (Martín &
Lorenzo, 2001).
Tendencia previsible. El notable aumento de su población
y distribución en la última década del siglo XX hacen presagiar
que siga la misma tónica, al menos durante la presente década o
en tal caso que llegue a estabilizarse.
ECOLOGÍA
Especie ligada a su territorio durante todo el año, haciendo algu-
nos desplazamientos fuera de éste con fines predatorios. La ma-
yoría de los territorios de nidificación se encuentran en acantila-
dos marinos -en ocasiones con urbanizaciones, pistas/carreteras,
etc., en la parte superior- con altitudes que pueden oscilar entre
los 60 y 650 m. No obstante, cada vez con más frecuencia, se en-
cuentran también en macizos interiores y barrancos profundos y
amplios. El cortejo empieza desde mediados de octubre (obs.
pers.) y, por lo general, las puestas se efectúan a partir de la segun-
da quincena de febrero hasta principios de marzo (Delgado et al.,
1999). Los pollos vuelan en la primera quincena de mayo, perma-
neciendo algunos en los territorios hasta finales de septiembre. Se
alimenta sobre todo de palomas bravías (Columba livia), especie
muy abundante en acantilados costeros y algunos barrancos de
diversas islas.
AMENAZAS
Poco documentadas. Sin embargo, la caza furtiva y los tendidos
eléctricos parecen ser dos de los factores principales de mortali-
dad no natural. También las actividades humanas relacionadas
con deportes en la naturaleza pueden ocasionar graves problemas
en la época de nidificación.
Caza furtiva. (2) Por arma de fuego se conocen diez ca-
sos, todos a partir de la última década del siglo pasado: seis
ejemplares en Lanzarote (obs. pers.), uno en Fuerteventura y
otro en Gran Canaria. Los dos últimos ingresados en el Cen-
tro de Recuperación de Fauna del Área de Medio Ambiente
del Cabildo de Gran Canaria (P. Calabuig, in litt.). Asimismo,
en Tenerife, han sido recogidos dos individuos por el organis-
mo homólogo del Cabildo de Tenerife (J. Hernández-Abad, in
litt.).
Impacto con tendidos eléctricos. (2) Los únicos estudios
que han abordado este tipo de riesgos han sido realizados en
Fuerteventura (Lorenzo, 1995) y Lanzarote (Lorenzo et al., 1998),
citándose un caso por electrocución en la última isla. Además, en
Gran Canaria se halló un juvenil -junto a un Buteo buteo yaunFalco
tinnunculus- con quemaduras y enganchado en una torre de alta
tensión en La Majadilla, Telde (D. Trujillo y R. Barone, com.
pers.). En cuanto a la mortalidad por colisión, se han comproba-
do cuatro casos en Lanzarote, tres de ellos en un tendido que dis-
curre por el interior, en el borde occidental del espacio protegido
de Los Ajaches (Monumento Natural). Dado el número de aves
encontradas, tanto en Gran Canaria como en Los Ajaches (Lan-
zarote), podrían tratarse de auténticos “puntos negros”. Señalar
que en los centros de recuperación de fauna de Gran Canaria y
Tenerife han entrado al menos ocho individuos con diversas luxa-
ciones, si bien no se sabe con certeza si realmente fue debido a
tendidos eléctricos (J. Hernández-Abad, in litt.; P. Calabuig, in
litt.).
Expolio de nidos. (3) Una pollada fue expoliada en Lanza-
rote en 1994 y, en el mismo territorio, también hay indicios del
robo de huevos en 1995. No se descarta que también en otras is-
las se produzcan casos de este tipo.
Molestias por actividades humanas. (2) La práctica de
senderismo por barrancos y de “rapel” en acantilados se perfi-
la como uno de los factores más perturbantes en las áreas de
nidificación. En Tenerife, concretamente en zonas de “uso
restringido” del Parque Rural de Teno, existen vías de escalada
muy próximas a los nidos (Siverio, 2000). En Famara (Lanza-
rote), la cada vez más numerosa presencia de visitantes que se
salen de las pistas y miradores para acceder a las vistas del can-
til, ha provocado el desplazamiento de al menos 4 pp. hacia lu-
gares próximos más inaccesibles y la deserción definitiva de
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Halcón Tagarote Falco pelegrinoides pelegrinoides
... Although in the late 1990s the population probably only consisted of 8-10 breeding pairs (Delgado et al. 1999, Martín & Lorenzo 2001, recent estimates of its population size based on observations conducted during 1997-2007 suggest that there is a minimum of 20 breeding pairs ). This raptor faces still several human-related threats on the Canary Islands (Rodríguez et al. , 2010(Rodríguez et al. , 2019 and so is classified as Endangered in the Spanish national and regional catalogues of threatened species (Siverio & Concepción 2004). In addition to collisions with man-made structures, this species is directly persecuted by hunters and pigeon-fanciers and some birds have been shot in recent decades (Siverio & Concepción 2004, Rodríguez et al. 2010. ...
... This raptor faces still several human-related threats on the Canary Islands (Rodríguez et al. , 2010(Rodríguez et al. , 2019 and so is classified as Endangered in the Spanish national and regional catalogues of threatened species (Siverio & Concepción 2004). In addition to collisions with man-made structures, this species is directly persecuted by hunters and pigeon-fanciers and some birds have been shot in recent decades (Siverio & Concepción 2004, Rodríguez et al. 2010. The feeding habits of raptors often lead to conflicts of interest with certain human activities, mainly because they prey on game and/ or domestic species (Kenward 1999, Galbraith et al. 2003, Valkama et al. 2005, Donázar et al. 2016. ...
... Our study shows that the Barbary falcon population is currently well established on La Palma. However, as on other islands in this archipelago, it still faces several human-related threats, namely, collisions with man-made structures or illegal shooting (Siverio & Concepción 2004Montesdeoca et al. 2016). Other threats such as poisoning ), nest-Revista Catalana d'Ornitologia 35:9-20, 2019 robbing and genetic introgression from escaped falconer's birds (Rodríguez et al. 2019) have been detected on other islands and therefore they could be operating on La Palma too. ...
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