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Secciones estructurales de Las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires: Repetición de la secuencia estratigráfica a partir de fallas inversas?

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RESUMEN. Las Sierras Australes o Sierras de la Ventana están ubicadas en el sudoeste de la de la provincia de Buenos Aires, entre los 37°-39°S y los 61°-63°O y constituyen una faja plegada y corrida con rumbo general noroeste. Están formadas por rocas de edades precámbricas a pérmicas. Las sierras más viejas e intensamente deformadas son las occidentales mientras que las jóvenes y menos deformadas se ubican más hacia el este. En este trabajo se presentan dos secciones regionales desde la localidad de López Lecube hasta el arroyo Quiñihual y en el abra de Agua Blanca – Hinojo, que corroboran la importancia del fallamiento en el desarrollo de las sierras. El contacto principal entre los Grupos Curamalal y Ventana se interpreta aqui como un corrimiento que repite la secuencia. Se presenta una seccion esquemática de las sierras siguiendo esta idea. ABSTRACT. The Sierras Australes or Sierras de la Ventana are in the southern part of Buenos Aires province, between 37°-39° S and 61°-63° W and constitute a curved fold and thrust belt with a general northwest strike. They are formed by Precambrian to Permian rocks. The oldest and more intensely deformed rocks outcrop in the western ranges, while the younger and less deformed are placed to the east. In this paper two regional sections from López Lecube to arroyo Quiñihual localities and in the Abra de Agua Blanca – Hinojo are presented, that corroborate the importance of the faulting in the range development. The main contact between the lower Curamalal and Ventana Groups are here interpreted as a thrust that produce their tectonic repetition. An schematic cross section of the range is presented following this idea.
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Revista de la Asociación Geológica Argentina, 59 (2): 0-0 (2004)
0004-4822/02 $00.00 + $00.50 © 2004 Asociación Geológica Argentina
Secciones estructurales de Las Sierras Australes de la
provincia de Buenos Aires: Repetición de la
secuencia estratigrafica a partir de fallas inversas
Renata N. TOMEZZOLI1,2 y Ernesto O. CRISTALLINI1,2
1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
2
Universidad de Buenos Aires. Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
Ciudad Universitaria. Pabellón II. C1428EH. Buenos Aires
E-mail: renata@gl.fcen.uba.ar
RESUMEN. Las Sierras Australes o Sierras de la Ventana están ubicadas en el sudoeste de la de la provincia de Buenos Aires, entre los
37°- 39°S y los 61°- 63°O y constituyen una faja plegada y corrida con rumbo general noroeste. Están formadas por rocas de edades
precámbricas a pérmicas. Las sierras más viejas e intensamente deformadas son las occidentales mientras que las jóvenes y menos
deformadas se ubican más hacia el este. En este trabajo se presentan dos secciones regionales desde la localidad de López Lecube hasta
el arroyo Quiñihual y en el abra de Agua Blanca – Hinojo, que corroboran la importancia del fallamiento en el desarrollo de las sierras.
El contacto principal entre los Grupos Curamalal y Ventana se interpreta aqui como un corrimiento que repite la secuencia. Se
presenta una seccion esquemática de las sierras siguiendo esta idea.
Palabras clave: Estructura, Sierra de la Ventana, Gondwana, Paleozoico
ABSTRACT. The
Sierras Australes or Sierras de la Ventana are in the southern part of Buenos Aires province, between 37°- 39° S and 61°- 63° W and
constitute a curved fold and thrust belt with a general northwest strike. They are formed by Precambrian to Permian rocks. The
oldest and more intensely deformed rocks outcrop in the western ranges, while the younger and less deformed are placed to the east.
In this paper two regional sections from López Lecube to arroyo Quiñihual localities and in the Abra de Agua Blanca – Hinojo are
presented, that corroborate the importance of the faulting in the range development. The main contact between the lower
Curamalal and Ventana Groups are here interpreted as a thrust that produce their tectonic repetition. An schematic cross section of
the range is presented following this idea.
Key words: Structure, Sierra de la Ventana, Gondwana, Paleozoic
Introducción
Las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires,
conocidas como Sierras de la Ventana constituyen una
unidad morfoestructural compleja en la que se han plan-
teado distintos modelos estructurales para poder explicar
su evolución geológica. Están localizadas entre los 37° y
39° S y los 61° y 63° W (Fig. 1a). Forman un cordón
orográfico curvado de rumbo general noroeste que alcan-
za alturas máximas de 1.200 m sobre el nivel del mar en el
cerro Tres Picos. Afloran rocas con edades que van desde
el Precámbrico superior hasta el Pérmico que se disponen
en bandas arqueadas según la geometría del orógeno,
encontrándose las más antiguas hacia el oeste y las más
modernas hacia el este (Fig. 1b). Depósitos cenozoicos
cubren en discordancia a estas unidades. La vergencia
general de la cadena es nororiental disminuyendo la in-
tensidad de la deformación de oeste a este.
El objetivo principal de este trabajo es el de contribuir
con el conocimiento geológico de la región, mediante la
presentación de nuevos bosquejos estructurales levanta-
dos perpendicularmente a la estructura sobre cortes de
camino. El primer bosquejo está realizado a través de las
abras de Agua Blanca – Hinojo y otro que abarca desde
la localidad de López Lecube hasta el arroyo Quiñihual
(Fig. 1b). Este último incluye secciones parciales presen-
tadas por Tomezzoli y Cristallini (1998; Fig.1b).
Antecedentes
La evolución de las Sierras Australes de la provincia de
Buenos Aires sigue siendo aún en la actualidad motivo
de controversias. Mientras que para algunos investigado-
res la deformación ocurrió en una sola fase durante el
Pérmico Superior hasta el Triásico, para otros en cambio,
2R. N. Tomezzoli y E. O. Cristallini
comenzó durante el Devónico tardío - Carbonífero tempra-
no y continuó hasta el Pérmico temprano - Triásico. Ini-
cialmente las Sierras Australes fueron consideradas como
un miogeosinclinal (Borello 1971), o como una cadena
montañosa aulacogénica intracratónica (Harrington 1970;
Kilmurray 1975; Varela 1978). Posteriormente Martínez
(1980) y Dalmayrac et al. (1980) propusieron la existencia
de un continente Sudestepacífico, que se aproximó desde
el oeste y estuvo separado mediante un océano del conti-
nente Brasiliano-Pampeano. La unión de estas placas ha-
bría producido una alta compresión y cizalla. Este siste-
ma, al que consideraron sinistral, de edad permo-triásica
afectaría a las Sierras de la Ventana y Sistema del Cabo en
Sudáfrica. Luego surgió la propuesta de Ramos (1984,
1988) quien consideró a la Patagonia como un continente
alóctono y a la colisión entre éste y la placa gondwánica
como la causa del plegamiento y corrimiento del Sistema
de Ventania. En base a estudios microestructurales
Cobbold et al. (1986), Rossello et al. (1997) y Japas (1999)
propusieron deformación por transpresión dextral mien-
tras que Sellés Martínez (1989) propuso deformación por
cizalla en un régimen transpresivo sinistral. Esta última
propuesta es coherente con las de Martínez (1980),
Dalmayrac et al. (1980) y Lock (1980). Posteriormente
Cobbold et al. (1991), postularon la existencia de zonas
de deformación intracontinental en el sudoeste del
Gondwana durante tiempos permo-triásicos, a partir de un
margen compresivo oblicuo de tipo Andino.
Cobbold et al. (1986), Buggish (1987) y Von Gosen et al.
(1991) propusieron una fase de metamorfismo principal y
deformación dúctil en el Permo – Triásico. Varela et al.
(1984) sugiereron que la deformación es principalmente
pérmica en base a estudios petrotectónicos. López
Gamundi et al. (1995) restringieron la edad de la deforma-
ción de las Sierras Australes entre el Pérmico Temprano
tardío y el Pérmico Tardío basados en la presencia de sedi-
mentación sinorogénica de la Formación Tunas (Grupo
Pillahuinco). Resultados paleomagnéticos recientemente
obtenidos indicarían una edad pérmica inferior tardía en
base a las magnetizaciones remanentes estables aisladas
Figura 1: a, Ubicación en las Sierras Australes de la Provincia de Buenos Aires. b, Mapa de ubicación (adaptado de Suero 1972) donde se sitúan las
secciones estructurales de las figuras 2, 5 y 6. A-B Abra de Agua Blanca - Hinojo (Fig. 3) y C-D sección estructural de toda las sierra (Figs. 5 y 6). Se
indican las trazas de los perfiles estructurales parciales publicados por Tomezzoli y Cristallini (1998). 1) «El Perdido»; 2) «El Despeñadero»; 3)
«Abra de la Ventana»; a la vez que los perfiles esquemáticos 4) «Parque Tornquist»; 5) «Estancia las Vertientes» y Valle del Sauce Grande.
3
Secciones estructurales de Las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires...
en especímenes provenientes de la Formación Tunas
(Tomezzoli 1999; Tomezzoli y Vilas 1999; Tomezzoli 2001).
La estructura de las Sierras Australes fue explicada
como parte de un sistema intensamente deformado, en el
que se pueden reconocer hasta ocho órdenes de plega-
miento (Harrington 1947). A partir de 1980 surgen numero-
sos trabajos que reflejan análisis e interpretaciones minu-
ciosas de las estructuras mega y mesoscópicas de las Sie-
rras Australes. Se refieren a episodios deformativos en el
campo frágil, que producen fallas, zonas de cizallas y
diaclasas, en algunos casos relacionadas con fajas de bre-
chas, a la vez que se estudiaron los comportamientos
reológicos de los materiales y se cuantificó la deformación
a partir de análisis microestructurales. Entre algunos de
estos trabajos se pueden mencionar los de Massabie y
Rossello (1984, 1985); Massabie et al. (1986); Di Nardo y
Dimieri (1984, 1985); Rossello y Massabie (1981, 1993);
Japas (1987, 1989, 1999) y Rossello et al. (1997). Von
Gosen et al. (1991) consideraron a la Sierra de la Ventana
como una faja plegada y corrida con importantes fallas
inversas subaflorantes paralelas al rumbo de las sierras.
Algunas observaciones realizadas por Tomezzoli y
Cristallini (1998) en distintos sectores de la comarca po-
nen nuevamente de manifiesto la importancia que ha teni-
do el fallamiento en el desarrollo de las mesoestructuras
de la región.
El primer ordenamiento estratigráfico formal fue dado a
conocer por Harrington (1947) quien clasificó a las unida-
des aflorantes en Series, Sistemas y Grupos describiendo
cuidadosamente cada una de ellas. Posteriormente esta
clasificación fue adaptada al Código de Nomenclatura
Estratigráfica por Suero (1972). Dado que no todas estas
rocas son fácilmente datables ni distinguibles entre sí,
otros autores como Kilmurray (1975), Varela (1978) y
Buggish (1987), proponen ordenamientos estratigráficos
distintos, a la vez que reasignaron parcialmente algunas
edades. Sin embargo y aún hoy día continúan las contro-
versias y las dudas en este sentido (Cuadro 1), pero en
términos generales las primeras propuestas son las más
aceptadas.
Metodología de trabajo
Los perfiles estructurales que se presentan en este tra-
bajo se realizaron en base a reconocimientos en superficie
en las cercanías de las secciones. Se utilizaron los mapas
geológicos de Harrington (1947) y Suero (1972), que per-
mitieron reconocer las distintas unidades formacionales y
establecer los contactos entre ellas. También se recurrió a
fotografías aéreas y a una imágen satelitaria TM de la re-
gión. La actitud estructural de los bancos fue medida con
brújula. Se utilizaron técnicas de relevamiento tradiciona-
les en las que se fueron bosquejando cada uno de los
afloramientos en el campo. Se tomaron puntos de control
con GPS, ubicando los tramos levantados sobre fotografía
aérea. Los bosquejos fueron redibujados e integrados
sobre la base topográfica utilizando los puntos de control
para re-escalarlos y los datos de inclinaciones proyecta-
dos para representar los flancos de las estructuras. La
topografía está trazada en base a los mapas de escala
1:50.000 del Instituto Geográfico Militar y a las formas
bosquejadas en el campo.
Sección de las abras de Agua Blanca e Hinojo
La sección Abra de Hinojo-Agua Blanca fue levantada a
lo largo de las abras homónimas (Figs. 1b y 2a), que cor-
tan en el norte, a las sierras de Curamalal y Bravard, res-
pectivamente. Si bien hay una diferencia latitudinal entre
ambas (Fig. 1b), la estructura fue representada en un bos-
quejo continuo. Cobbold et al. (1991) realizaron perfiles
estructurales sobre este mismo corte de la sierras basados
en fotografías de campo. La geometría representada por
ellos es consistente con la aquí dibujada y ambas mues-
tran el estilo típico de plegamiento de las Sierras Austra-
les.
La vergencia general de las estructuras es hacia el no-
reste y en el campo son claramente identificables los dis-
tintos órdenes de plegamientos interpretados por
Harrington (1947). En la sección exhibida (Fig. 2) se repre-
sentan sólo las estructuras principales y se marcan las
inclinaciones más representativas de la sección. Los plie-
gues anticlinales son asimétricos, con flancos orientales
volcados y replegados. Las unidades estratigraficamente
más jóvenes están siempre estructuralmente por debajo
de las más viejas. Un aspecto del sector del abra de Hino-
jo que llamó la atención fue la tendencia de los pliegues a
disponerse con sus planos axiales casi horizontales, que-
dando totalmente recumbentes, pero sin embargo los
contactos de las formaciones tienden a verticalizarse. En
el sector del abra de Agua Blanca el contacto entre las
formaciones pasa comunmente por las quebradas parale-
las al rumbo de las estructuras, siendo difícil establecer si
existen fallas que montan a las unidades más viejas sobre
las más nuevas o si esta relación viejo sobre nuevo se da
sólo por el plegamiento (Fig. 2).
El límite entre las sierras de Curamalal y Ventana está
marcado por un valle longitudinal muy amplio paralelo a la
estructura (véase figura 1b) de decenas de kilómetros de
longitud que fue interpretado como un corrimiento por
Schiller (1930), Kilmurray (1975) y Cobbold et al. (1991).
Hacia el oeste del mismo se presenta el grupo más viejo
de las sierras y hacia el este el más joven. En el sur de la
estancia Las Grutas - norte de cerro Áspero se tuvo la
oportunidad de estudiar el límite entre ambas sierras ya
que aquí se angosta el valle antes mencionado. En este
sector, la discontinuidad está dada por una falla que pasa
sobre el flanco occidental del cerro Hinojo y que está
poniendo en contacto tectónico a la Formación Hinojo
sobre la Formación Bravard (Fig. 2d). Se observaron rela-
ciones de corte secuencia abajo entre la falla y la última
unidad. La secuencia del bloque yaciente está afectada
por un clivaje de rumbo 315° e inclinación 60° al NE mien-
tras que la del bloque colgante por un clivaje de rumbo
155° e inclinación 65° al SO. Mientras que este último co-
rresponde a un clivaje de plano axial, el primero represen-
4R. N. Tomezzoli y E. O. Cristallini
ta el de un flanco occidental de un anticlinal mayor.
Hacia la parte oriental del abra de Hinojo afloran los es-
tratos de la Formación Lolén (Cuadro 1), subhorizontales
y estructuralmente por debajo de toda la secuencia. El
quiebre de pendiente abrupto lleva a inferir un corrimiento
en este sector correlacionable con el propuesto por
Tomezzoli y Cristallini (1998).
Interpretación
En la figura 2b se explica la estructura según el modelo
tradicional de Harrington (1947). En el mismo las sierras
de Curamalal y Ventana formarían un solo flanco oriental
replegado de un anticlinal de primer orden del cual no
afloraría su contraparte occidental. Este modelo requería
de una topografía muy elevada durante el período de de-
formación principal de la cadena.
En la figura 2c las relaciones entre las distintas unida-
des, son interpretadas como fallas inversas en base a cri-
terios geométricos y morfológicos de campo tal como lo
observado en el contacto entre las Formaciones Troca-
dero e Hinojo en la estancia Cerro Áspero (Fig. 3). Allí se
puede ver claramente a la primera (más vieja) por encima
de la segunda (más joven), mediando entre ambas una
superficie de separación continua y un quiebre topográfi-
co abrupto (Fig. 3). Esta superficie es interpretada como
una falla que está cortando estratos previamente defor-
mados, tanto en el bloque yaciente como en el colgante.
Si bien esta relación no es fácilmente observable en otros
pases formacionales, no es muy trascendente para la in-
terpretación estructural de un sector si el contacto entre
dos unidades es una falla inversa o un pliegue volcado.
Ambas posibilidades pueden absorber acortamientos si-
milares y tener una genética muy parecida (compárense
los esquemas de las figuras 4 a y b). Para los autores el
tipo de modelo basado en repeticiones tectónicas, plega-
mientos y corrimientos (Fig. 2c) es el más consistente
para explicar la estructura presente. Los contactos por
corrimientos entre distintas formaciones fueron observa-
dos en otras localidades, tal es el caso del parque
Tornsquist y cerro Tres Picos (Tomezzoli y Cristallini
1998).
Sección integrada
En la sección esquemática integrada de toda la cadena
montañosa (Figs. 5 a y b) se marcan las principales es-
tructuras observadas e inferidas en la región. Esta sec-
Figura 2: Bosquejos estructurales a lo largo de las abras de Agua Blanca e Hinojo, (véase ubicación de la seccion A-B en la figura 1b). a, Observaciones
realizadas; b, interpretación tectónica esquemática usando un modelo de plegamiento puro; c, interpretación esquemática por repeticiones tectónicas;
d, bosquejo de campo del contacto entre los Grupos Curamalal (Formación Hinojo) y Ventana (Formación Bravard) en la estancia Las Grutas.
5
Secciones estructurales de Las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires...
ción fue levantada a lo largo del abra de la Ventana. Se
extiende hacia el oeste hasta la localidad de López
Lecube, pasando por cerro Colorado y sierras de Chasicó
y Cortapié y hacia el este hasta el borde oriental de la sie-
rra de las Tunas. Durante el trabajo de campo también se
utilizaron las secciones realizadas por Japas y Amos
(1991) en las sierras de las Tunas.
Es interesante notar en esta sección (Fig. 5) la
vergencia opuesta entre la sierra de las Tunas y el resto
de la cadena montañosa. También se observa una diferen-
cia en el grado de deformación y en la geometría de las
estructuras entre los sectores occidental y oriental.
Interpretación
La estructura es explicada con un nivel de despegue
profundo en rocas de basamento que se levanta hacia el
noreste hasta el límite paleozoico-basamento. Una zona
triangular queda definida entre las sierras de la Ventana y
de las Tunas. En este modelo, la deformación fue progre-
sando en el tiempo de suroeste a noreste, comportándose,
el sector de la sierra de las Tunas, pasivamente y levan-
tándose por los bajocorrimientos ciegos de la zona trian-
gular.
El acortamiento tectónico involucrado en las estructuras
Cuadro 1: Distintas propuestas estratigráficas para las Sierras Australes de la Provincia de Buenos Aires (modificado de Buggisch 1987).
6R. N. Tomezzoli y E. O. Cristallini
de distinto orden presentes en la región es sin duda difícil
de calcular. Japas (1987) midió valores de acortamiento
por plegamiento del 21% para el sector oriental de las Sie-
rras de las Australes. Von Gosen et al., (1990) obtuvo va-
lores de acortamiento lateral de la secuencia sedimentaria
de 24 % en base a estudios microestructurales. En este
trabajo, se presenta una sección esquemática en profundi-
dad parcialmente balanceada (Fig. 6). La sección se basa
únicamente en datos de superficie y en ella se balancea la
estructura principal sin tener en cuenta el acortamiento
producido por el replegamiento de las unidades. El acorta-
miento mínimo medido en esta sección es de 13,5 km lo
que equivale a un 23%. Si bien no se realizaron los cálcu-
los discriminados, es indiscutible que el acortamiento ab-
sorbido por el sector oriental del cordón de Mambacher y
sierra de las Tunas, es notablemente menor al absorbido
en el sector occidental de sierras de la Ventana, Bravard y
Curamalal. En esta sección se consideraron a los Grupos
Curamalal y Ventana como repeticiones tectónicas de las
mismas unidades litológicas. Cabe mencionar que esta in-
terpretación requiere que la falla que repite a los grupos
mencionados sea fuera de secuencia o esté cortando una
secuencia previamente plegada (Fig. 6). Este hecho está
respaldado por la relación de corte secuencia abajo en-
contrada en el sur de la estancia Las Grutas - norte de ce-
rro Áspero (Fig. 2d). En la sección de la figura 6 se marca
en gris el tramo de falla que estaría fuera de secuencia y
que desplaza junto con el bloque colgante a las fallas
ubicadas hacia en suroeste.
Modelo Tectónico
A partir de las observaciones de campo realizadas sobre
los tipos litológicos presentes en el ámbito de las Sierras
Australes se establecieron algunas características propias
de cada formación. Tanto el Grupo Curamalal como el Gru-
po Ventana comienzan con los conglomerados de La Lola
y Bravard respectivamente. Ambos tienen poca participa-
ción de clastos generalmente de colores violáceos y pre-
sentan una matriz cuarcítica de colores blanquecinos y
rosados. Andreis (1964; 1965) y Kilmurray (1975) llamaron
la atención acerca de la similitud composicional entre am-
bos.
Por encima afloran las Formaciones Mascota y Napostá,
respectivamente. Se trata en ambos casos de cuarcitas
blancas y grises, con granos de cuarzo de hasta 2 mm de
largo, que presentan evidencias de recristalización. Tien-
den a formar pliegues de gran amplitud en relación a su
longitud de onda. Luego aparecen las cuarcitas rosadas
de las Formaciones Trocadero y Providencia, respectiva-
mente, que tienden a deformarse con un estilo distinto al
de las formaciones anteriores, dado que se repliegan en
forma apretada y con estructuras más pequeñas.
Ambos Grupos Curamalal y Ventana rematan con las
Formaciones Hinojo y Lolén, respectivamente. Están sepa-
radas de las anteriores por posibles superficies de corri-
miento (Tomezzoli y Cristallini 1998). Es notable como en
ambos casos cambia sustancialmente la litología pasando
de cuarcitas puras de las Formaciones Trocadero y Provi-
Figura 3: Bosquejo de campo del contacto entre las Formaciones Trocadero e Hinojo en la estancia Cerro Áspero.
7
Secciones estructurales de Las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires...
Figura 4: Esquema comparativo entre contacto plegado (a) y contacto plegado y fallado (b). Nótese que ambas interpretaciones consumen un
acortamiento similar. En el campo se observan ambos tipos de contacto.
dencia, respectivamente, para llegar a areniscas cuarzo-
feldespáticas y filitas. En estas unidades arenosas el
clivaje está muy marcado, de manera tal que tienden a de-
sarrollar superficies “lajosas”. Estudios petrográficos so-
bre rocas de la Formación Hinojo, llevaron a Leguizamón
y Teruggi (1985) a clasificarlas como protomilonitas y
protocataclasitas. Así mismo, estudios similares en la
Formación Lolén, permitieron a Sellés Martínez y
Quenardelle (1992), definirlas para algunos sectores de
los pliegues analizados como milonitas. La única diferen-
cia observada entre ambas formaciones en base a las ob-
servaciones de campo, es que la Formación Hinojo tiende
a tener colores más claros, amarillos, blanquecinos y
Lolén más oscuros, algo castaños.
Las observaciones de campo y los estudios realizados
por otros autores permiten encontrar similitudes sustan-
ciales entre los Grupos Curamalal y Ventana. Este hecho
ya había sido considerado y destacado por Harrington
(1947), sin embargo el esquema estructural planteado por
este autor, no contemplaba la existencia de fallas inversas
importantes, de manera que ambos grupos no podían es-
tar repetidos.
Algunos años más tarde Kilmurray (1975) planteó, en
un esquema tectónico similar al planteado en este trabajo,
la repetición estructural del mismo paquete sedimentario
deformado diferencialmente, con inhomogeneidades es-
trictamente estructurales y no composicionales, excepto
en la parte alta de la secuencia en la Formación Lolén. El
Figura 5: Sección de las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires (C-D) desde la localidad de López Lecube hasta el borde oriental de la sierra
de las Tunas. a, Perfil topográfico donde se observan las vergencias morfológicas contrarias del sector occidental de sierra de la Ventana, y oriental
de sierra de las Tunas). b, Bosquejo estructural del sector principal de afloramientos.
8R. N. Tomezzoli y E. O. Cristallini
intento de asignar edades carboníferas a las unidades, a la
vez que la presentación de nombres formacionales dife-
rentes a los ya establecidos, deslució su modelo. Sin em-
bargo, actualmente está aceptado que ambos grupos es-
tán en contacto tectónico (Cobbold et al. 1991; 1992).
Algo semejante también fue planteado por Andreis et
al. (1989), quienes admitirían la contemporaneidad entre el
Ciclo Sedimentario I: Curamalal y el Ciclo Sedimentario II:
Ventana, basándose en “atributos cromáticos, litofaciales,
así como las propiedades de la estratificación (potencia,
contactos y forma de los cuerpos sedimentarios, tipos y
frecuencias de estructuras sedimentarias primarias), e in-
cluso la orientación de las paleocorrientes hacia el SO”
(Andreis et al. 1989: 277).
De manera tal, que con el modelo estructural planteado
y en base a los estudios antes mencionados, el Grupo
Curamalal yace por encima del Grupo Ventana aunque es-
taría repetido estructuralmente (Fig. 7). A la vez se sugiere
en forma amplia la correlación entre las Formaciones La
Lola y Bravard; Mascota y Napostá; Trocadero y Provi-
dencia y Hinojo y Lolén.
Lamentablemente la ausencia generalizada de fósiles,
con excepción de unas trazas descriptas por Buggisch
(1987) en la Formación Napostá y restos de plantas en la
Formación Lolén (Cingolani et al. 2002), impide acotar
con exactitud la edad de estas formaciones que podrían
extenderse desde el Ordovícico hasta el Devónico y la
correlación más precisa entre ellas.
Discusión
El levantamiento de secciones estructurales de escala
mesoscópica pone de manifiesto la participación de fallas
y corrimientos en la estructura de la región (Figs. 2, 5 y 6;
veáse tambien Tomezzoli y Cristallini 1998). El tipo de es-
tructuras planteado es difícil de observar en planta por la
similitud litológica entre las distintas láminas falladas y
por la cubierta de suelos que tapiza la región. Sin embar-
go, en aquellos sectores donde se corta transversalmente
a los afloramientos (laboreos de rutas o canteras) se ob-
serva que las fallas son abundantes y que se vinculan
genéticamente al plegamiento.
La presencia de las unidades más antiguas topográfi-
Figura 6: a, Sección estructural esquemática que ilustra las repeticiones tectónicas propuestas. El nivel de despegue general se profundiza hacia el
suroeste y levanta hacia el noreste. Una zona triangular queda definida entre las sierras de la Ventana y de las Tunas. Nótese que el contacto entre
los Grupos Curamalal y Ventana está representado por un corrimiento fuera de secuencia. b, Reconstrucción palinspástica de la estructura principal
que muestra un acortamiento mínimo de 13,5 km (23%). c, Sección del Abra de Agua Blanca Hinojo (Fig. 2).
9
Secciones estructurales de Las Sierras Australes de la provincia de Buenos Aires...
camente por encima de las más modernas puede ser expli-
cada basicamente por dos mecanismos: o existen fallas
inversas, o existen pliegues volcados. Pero tal como es
habitual en los sistemas naturales también es común la
combinación de estas posibilidades. Sin embargo, no es
estructuralmente muy relevante si el contacto entre las
unidades formacionales dentro de cada grupo es por fa-
llas o por plegamientos volcados. En cambio, sí es impor-
tante discutir las características de una estructura de pri-
mer orden como es la discontinuidad entre los Grupos
Curamalal y Ventana. En este trabajo se aportan nuevos
elementos que apoyan la propuesta de una falla entre am-
bos grupos como ya había sido propuesto por otros auto-
res (Schiller 1930; Kilmurray 1975 y Cobbold et al. 1991;
1992).
Conclusiones
Se presentan una sección estructural de las abras de
Agua Blanca e Hinojo y una sección integrada de toda la
cadena montañosa donde se marcan las principales es-
tructuras observadas e inferidas de la región. Se realiza
un modelo estructural simplificado para las Sierras Aus-
Figura 7: Columnas estratigráficas esquemáticas de los Grupos Curamalal y Ventana. Basado en datos de Harrington (1947), Buggisch (1987) y
Cingolani et al. (2002).
10 R. N. Tomezzoli y E. O. Cristallini
trales de la provincia de Buenos Aires que se caracteriza
por la presencia de un corrimiento fuera de secuencia que
repite a los Grupos Curamalal y Ventana y de una zona
triangular entre las sierras de la Ventana y Tunas-
Pillahuincó. Se calculó un acortamiento mínimo de 13,5 km
(23%) para la sección integrada de la cadena montañosa,
sin tener en cuenta los pliegues y repliegues de menor
orden.
En este trabajo se apoya, en base a relaciones de campo
y a comparaciones estratigráficas, la idea que fue plantea-
da originalmente por Schiller (1930) y Kilmurray (1975), e
insinuada por otros autores, de que ambos grupos sean
repeticiones tectónicas de las mismas unidades lito-
lógicas. De esta manera se simplificaría notablemente la
estratigrafía y estructura de las Sierras Australes de la
Provincia de Buenos Aires. Al no haberse encontrado fó-
siles, con la única excepción de las Formaciones Napostá
y Lolén, ni haber dataciones que confirmen el orden
estratigráfico utilizado en los Grupos Curamalal y Ventana.
Se espera que estudios estratigráficos de detalle permitan
una correlación más precisa entre las unidades de los
grupos mencionados.
Agradecimientos
Este trabajo forma parte de la Tesis Doctoral de R.N.
Tomezzoli (CONICET-UBA). Se desea agradecer a la Fun-
dación Antorchas por el financiamiento al Dr. E. Cristallini
a través de un subsidio de Reinserción para Investigado-
res Jóvenes y de Apoyo a Proyectos y a los subsidios
UBA para Investigadores Jóvenes y PEI-CONICET. A los
Drs. V. Ramos y J. Sellés Martínez por sus aportes y suge-
rencias; especialmente al Dr. P. Cobbold y otro árbitro
anónimo por sus críticas que mejoraron sustancialmente
este trabajo.
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... The tectonic contact between the Río de la Plata Craton and the Pampia block coincides with the extrapolation of the Transbrasiliano Lineament (Fig. 1b), a c. 3000 km Ediacaran-Cambrian shear zone, used as a prominent piercing point in the equatorial Atlantic (Fig. 1a). The southern limit of the Río de la Plata Craton remained a passive margin until the Permian, when the Patagonia continental block collided with SW Gondwana during the Gondwanides orogeny (Trouw and de Wit 1999;Tomezzoli and Cristallini 2004;Ramos 2008). ...
... These faults are more than 800 km apart and could have been affected by the Late Paleozoic orogeny of the Sierra de la Ventana-Cape Fold Belt, but this younger deformation affects mainly the upper crust. Granites and gneisses from the basement blocks expose reverse faults and fractures, attesting to thick-skinned tectonics (Tomezzoli and Cristallini 2004;Ramos 2008;López-Gamundí et al. 2013). The Paleozoic sedimentary strata are folded and thrusted, constituting a belt that is interpreted as an intracontinental orogenic zone. ...
Article
Full-text available
We present the first correlation between South American and African shear zones based on a reconstruction model of SW-Gondwana continental crust, correlating sixty-three Brasiliano-Pan-African crustal scale shear zones that sutured this paleocontinent at ca. 500 Ma. The final amalgamation and consolidation of SW Gondwana continental crust was attained by an anti-clockwise rotation of three cratons (Kalahari, Angola and São Francisco) in relation with the clockwise rotation of the Rio de La Plata craton in the Early Paleozoic Gondwana margin. These relative movements were accommodated by transcurrent shear zones active from 585 Ma to 500 Ma within the Pan-African-Brasiliano belts that surround these cratons. This kinematic interaction resulted in the initiation of a long-term active margin starting with the Cambrian Pampean orogeny and ending with the Permian-Triassic Gondwanide orogeny.
... The Ventana Ranges comprises a fold and thrust belt with sigmoidal shape and a northeast vergence in present geographical coordinates 17,37,38 . They are composed by rocks from Late Precambrian in the west to Permian successions in the east (Fig. 1). ...
... The general dip values of the bedding planes decrease toward the east, where the youngest strata crop out ( Fig. 2A,B). No evidence of thrusting in the surveyed sequence is visible 38 www.nature.com/scientificreports/ is composed of diamictite deposits [44][45][46] , sandstones and a smaller proportion of mudrocks 47 . The palinological content indicates a Pennsylvanian-Cisuralian age 48,49 . ...
Article
Full-text available
At the east of the Ventana Ranges, Buenos Aires, Argentina, outcrops the Carboniferous-Permian Pillahuincó Group (Sauce Grande, Piedra Azul, Bonete and Tunas Formation). We carried out an Anisotropy of Magnetic Susceptibility (AMS) study on Sauce Grande, Piedra Azul and Bonete Formation that displays ellipsoids with constant K max axes trending NW–SE, parallel to the fold axes. The K min axes are orientated in the NE–SW quadrants, oscillating from horizontal (base of the sequence-western) to vertical (top of the sequence-eastern) positions, showing a change from tectonic to almost sedimentary fabric. This is in concordance with the type and direction of foliation measured in petrographic thin sections which is continuous and penetrative to the base and spaced and less developed to the top. We integrated this study with previous Tunas Formation results (Permian). Similar changes in the AMS pattern (tectonic to sedimentary fabric), as well as other characteristics such as the paleo-environmental and sharp curvature in the apparent polar wander path of Gondwana, marks a new threshold in the evolution of the basin. Those changes along the Pillahuincó deposition indicate two different spasm in the tectonic deformation that according to the ages of the rocks are 300–290 Ma (Sauce Grande to Bonete Formation deposition) and 290–276 Ma (Tunas Formation deposition). This Carboniferous-Permian deformation is locally assigned to the San Rafael (Hercinian) orogenic phase, interpreted as the result of rearrangements of the microplates that collided previously with Gondwana, and latitudinal movements of Gondwana toward north and Laurentia toward south to reach the Triassic Pangea.
... Las rocas de la secuencia sedimentaria y del basamento han sido deformadas a fines del Paleozoico durante la orogenia Gondwánica (e.g. Keidel, 1916;Ramos, 1984Ramos, , 2008Rossello et al., 1997;Pankhurst et al., 2006;Ramos et al., 2020;Ballivián Justiniano et al., 2023), y presentan características de una faja plegada y corrida (Ramos, 1984;von Gosen et al., 1990von Gosen et al., , 1991Cobbold et al., 1991, Tomezzoli y Cristallini, 2004. ...
Article
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Las Sierras Australes constituyen una faja plegada y corrida ubicada en el sector sudoeste de la provincia de Buenos Aires, en donde afloran rocas sedimentarias paleozoicas y rocas del basamento cristalino precámbrico. Se llevó a cabo un análisis de la deformación en las Formaciones Napostá y Providencia (Grupo Ventana) aflorantes en el sector sudoeste del cordón Ventana, dentro de la Estancia Funke. Se registraron numerosos pliegues de dimensiones variables, con rumbo NO-SE, y se reconocieron tres órdenes de plegamiento. Los resultados obtenidos permiten caracterizar a los pliegues como volcados, asimétricos, con vergencia dominante al NE y con geometrías de clase 1C. Evidencias de campo y estructuras identificadas al microscopio, permitieron interpretar tres mecanismos de plegamiento: deslizamiento flexural, flujo flexural y aplastamiento. Se estimó un valor de acortamiento de 46,2%, en base a la restitución de niveles guía dentro del perfil interpretado. A partir de evidencias de recristalización dinámica del cuarzo, se determinó que la deformación dúctil tuvo lugar en un régimen 3, a temperaturas de ~250-300°C. El análisis de la fracturación permitió distinguir tres juegos principales de diaclasas: NE-SO, NO-SE y E-O. Por su parte, en el área de estudio predomina el fallamiento de rumbo, con una componente vertical subordinada y una orientación fuertemente controlada por las diaclasas. Todas las estructuras relevadas responden a un mismo campo de esfuerzos compresivos en dirección SO-NE (azimut ~240º). El proceso de deformación se habría desarrollado a distintos niveles estructurales y al menos en dos etapas: una deformación dúctil inicial y una deformación frágil final.
... Desde el punto de vista estructural, conforman un sistema de plegamiento de edad Paleozoica compuesto por una serie de cordones subparalelos (Demoulin et al., 2005;Sellés-Martínez, 2001). Los rasgos morfológicos definen dos regiones distintivas (Harrington, 1947;Tomezzoli & Cristallini, 2004). La región occidental integra los cordones Cura Malal, Bravard y Ventana, de relieve abrupto, mientras que la región oriental integra los cordones Pillahuinco y las Tunas, los cuales conforman una franja de cumbres esparcidas, mucho más suaves y de menor altitud que las sierras de la región occidental. ...
Article
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Los datos climáticos globales son una alternativa muy útil frente a la deficiencia espacio-temporal de registros. Si bien su uso se ha generalizado, existen aún varios interrogantes acerca de la confiabilidad de estos productos para la detección de precipitaciones extremas en terrenos complejos. Este estudio evalúa el potencial de aplicación de series globales de precipitación diaria para el estudio de eventos extremos en las Sierras Australes Bonaerenses (Argentina). Para ello, se comparan las series globales unificadas de precipitación del Centro de Predicción Climática (CPC) y las series de precipitación infrarroja con datos de estación del Grupo de Peligros Climáticos (CHIRPS). Se utilizan los índices Rx1d, Rx5d y SDII junto con R13 y R25 para explorar el ajuste y la confiabilidad de las series en términos de magnitud y frecuencia de extremos, respectivamente. Los resultados muestran un ajuste bajo-moderado para los cinco índices, con mayores inconsistencias en la intensidad y la frecuencia de eventos. Tanto la magnitud como la frecuencia son subestimadas y los errores que se incrementan junto con el potencial pluviométrico de las estaciones. Se evidencian asimismo variaciones espaciales de ajuste y confidencialidad que resultan del contraste topográfico entre los sectores serrano y extra serrano. Si bien CPC arroja mejores resultados que CHIRPS, se concluye que ninguna de las dos series resulta adecuada para la evaluación de eventos extremos y su variabilidad en las Sierras Australes Bonaerenses, en razón de las limitantes de escala y orografía.
Article
Northern Patagonia, to the north of the Somún Cura Massif along the 39◦S parallel, is characterized by the development of a series of Jurassic depocenters, initiating in the Andes to the west, across the Neuqu´en basin and the Pampean sector (Chelforo ´ sub-basin) towards the Atlantic coast near the location of the Pedro Luro − 1 well (onshore Colorado basin), and further east over the Argentine shelf, where multiple Jurassic depocenters form the Colorado, Rawson, and Vald´es basins. Using marine and continental gravity data (Free air and Isostatic anomalies respectively), constrained by well and seismic data, an integrated interpretation workflow for the study area was carried out. The southern limit of the Neuqu´en Basin is controlled by the Huincul High, an E-W directed structure with a positive gravimetric anomaly, interpreted as a basement high limited by relative gravimetric lows to the north and south of the structure. The eastern sector includes a series of isolated depocenters, separated by basement highs (obliquely oriented) and limited to the south by the E-W anomaly of the Huincul High. These depocenters correspond to the Chelforo ´ sub-basin, which was drilled in a recent exploration campaign obtaining Jurassic ages where seismic interpretation pointed out presumably Jurassic deposits. Between Valcheta and Sierra Grande, this positive anomaly turns NW and becomes the southern boundary of the Pedro Luro depocenter, partially drilled by the Pedro Luro- 1 well, with possibly Tithonian palynological records at total depth. Between the Pedro Luro depocenter and the Chelforo ´ sub-basin some features consistent with basement highs with circular morphology have been identified on gravimetric data, located in the area limited between the Colorado and Río Negro rivers. Jurassic rift depocenters have also been interpreted further east, in the Colorado basin where depocenters are controlled by an E-W oriented basement high, and further east by NW trending structures near the position of the SDRs (seaward dipping reflectors on the continental-oceanic crust transition zone). The common evolution of these Jurassic depocenters is still poorly understood. They extend for more than 1500 km from the Andes to the Atlantic continental shelf and are controlled by structures located to the north of the Somún Cura Massif. The interpretation of seismic lines, and gravimetric data in areas without deep wells allow the identification of new exploration targets increasing the exploration potential of these basins.
Article
The tectonic evolution of the Ventania System fold and thrust belt and the origin of its curvature have been the subject of debates for decades. The Gondwanide Orogeny generated the mylonitization of its Tonian–middle Cambrian basement (i.e., Sauce Chico Complex), accompanied by an intense hydrolysis which produced secondary muscovite (i.e., sericite), and the folding of the overlying Paleozoic sedimentary cover. To evaluate the structural and tectonic evolution of the Ventania System as a result of the interaction of its basement with the Río de la Plata Craton, we studied the anisotropy of magnetic susceptibility (AMS) and rock magnetism on samples of the Sauce Chico Complex. Rock magnetic studies suggest that paramagnetic minerals are the main carriers in the entire Sauce Chico Complex. We suggest that our results reflect secondary muscovite generation due to mylonitization. AMS data reveal that the orientation of the magnetic foliation coincides to a large extent with the rock foliation. However, magnetic and rock foliation orientations are not uniform among the different sampled units, displaying strikes between N 320◦ (NW) and N 345◦ (NNW) on average. Localities with different orientations are separated by regional strike-slip structures, referred to as tear faults, which have also been reported and interpreted by previous authors. According to this, we suggest that the variations detected between the orientation of the magnetic and rock foliations of the different basement units may be the result of the rotation of crustal blocks bounded by tear faults. We also propose the existence of a new tear fault not previously recognized. Furthermore, a tear fault of regional character, known as the Sauce Chico Tear Fault, juxtaposes two distinct crustal domains. The differential displacement of such domains could have contributed not only to different structural styles between blocks on both sides of the Sauce Chico Tear Fault, but also to the curved shape of the Ventania System during the progression of the Gondwanide deformation.
Article
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Geological evidence indicates that the deformation along the southwest Gondwana margin began during the Middle-to-Late Devonian (the Acadian-Cháñica orogenic phase in Argentina). It has been interpreted that this deformation occurred as a consequence of the collision of Chilenia from the west and Patagonia from the south-southwest with Gondwana. As both Chilenia and Patagonia collided at the same time, in this study, we proposed that these continental blocks conform to the same allochthonous drift terrain, named here as CHIPA . The geological evolution of this margin is still under debate. Field work, paleomagnetic studies, and anisotropy of magnetic susceptibility (AMS) studies were integrated from different localities along this paleomargin in Argentina. In Permian rocks, all the geological indicators show a clear regional NW-SE elongation signature and NE-SW shortening direction. The middle Devonian to Permian patterns are more complex as the result of stress interference and the overlapping of orogenic activities with different intensities and ages. The deformation that started as the product of the CHIPA collision with Gondwana during the Middle Devonian continued through the Permian (the Hercinian-San Rafael orogenic phase in Argentina) as post-collisional compressive deformation, consequence of the paleogeographic re-organization of Gondwana and Laurentia, which moved toward the Equator from the south and the north, respectively, to form the Pangea supercontinent during the Triassic.
Article
This work deals with the study of Gondwanide ductile shear zones developed in Neoproterozoic–middle Cambrian basement rocks of the Ventania System and possibly related to the reactivation of the Sierra de la Ventana Shear Zone. This reactivation was caused by the northeastward migration of the Gondwanide deformation from the North Patagonian Massif. The crustal shortening related to the Gondwanide orogeny gave rise to thrusting of the Ventania System basement over Paleoproterozoic rocks of the Río de la Plata Craton, after the Ediacaran closure of the Adamastor Ocean. This work focuses on the study of muscovite ± quartz phyllonites of the Ventania System basement and quartz ± muscovite veins crosscutting basement and Paleozoic cover rocks. Structural and magnetic surveys were performed in order to characterize the Gondwanide structures of the basement, while petrographic, X-ray diffraction, geochemical, and geochronological studies were carried out in order to investigate the nature, P-T conditions, element mobility, and age of these shear zone-related rocks. In the Sauce Chico Inlier, mylonitized basement rocks crop out along the western edge of the system, near the basement–Paleozoic cover interface, where the main structures are top-to-NNE reverse 66 ductile shear zones with related phyllonites. Ductile shearing under greenschist-grade conditions (125–340 MPa and 300–400 °C) promoted major and trace element mobility. Phyllonites are the result of extreme hydrolysis of feldspars from the acidic igneous rocks of the basement, producing muscovite and releasing SiO2 later redeposited as quartz veins. These phyllonites developed in connection with reactivated contacts between basement units and also the basement–Paleozoic cover interface. New Rb–Sr quartz-muscovite and Ar/Ar muscovite ages for phyllonites and a quartz vein indicate a protracted tectono-metamorphic history mainly restricted to the Cisuralian (ca. 287 Ma), comprising regional folding and metamorphism, shear zone activity, vein-type mineralization, and syntectonic deposition of the Tunas Formation. Subsequent reactivations during the Lopingian (ca. 256 Ma) and probably in Late Triassic times (ca. 227 Ma) resulted from localized shearing along mylonitic belts
Article
In the last decade, several models have been proposed to explain the location and geometry of the southern margin of the Archean-Paleoproterozoic Río de la Plata Craton. However, these topics and the regional distribution of the Neoproterozoic-Paleozoic sedimentary cover of the craton are still widely debated. This contribution presents a 3D litho-constrained gravity inversion model of the southern sector of the Río de la Plata Craton, based on the integration of geological, geophysical, and petrophysical data. The distribution of the Neoproterozoic-Paleozoic sedimentary cover of the region is reassessed considering a common and protracted geological history of the three morphotectonic units involved in the study area: the Tandilia System, the Claromecó Basin, and the Ventania System. Our results provide key information on the location and geometry of the southern margin of the Río de la Plata Craton that supports its relationship with the Neoproterozoic Brasiliano/Pan-African Orogeny and, subsequently, with the Paleozoic Terra Australis and Gondwanide orogenies. In this context, the Neoproterozoic basement of the Ventania System was dextrally transported from the Brasiliano/Pan-African Orogen during the late Ediacaran-early Cambrian and thrusted over the Río de la Plata Craton and its Neoproterozoic-early Paleozoic sedimentary cover during the Permian. Likewise, our 3D model also shed new insights into the orogenic mechanisms of deformation transfer from the North Patagonian Massif to the Ventania System. The deep crustal geometry determined for the latter suggests intraplate deformation, mainly due to the Permian reactivation of the boundary between the Río de la Plata Craton and the Brasiliano/ Pan-African basement. This implies that the Ventania System was mechanically disconnected from the Permian orogenic front located further southwest in the North Patagonian Massif, thus challenging previous models of orogenic architecture for the region.
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The analysis of structural discontinuities in the Tunas Formation helps characterize this unit as a potential naturally fractured reservoir. The principal discontinuities are 1) fractures parallel to the bedding planes, 2) fractures coplanar to the axial planar cleavage, 3) dilatant fractures filled by quartz, and 4) subvertical shear fractures. Over a thousand measurements on microtectonic structures help infer a stress field whose maximum principal stress (σ1) has a SW-NE orientation. Based on this structural analysis, optimal orientations for exploration and / or production wells in the Claromecó Basin should be a 130° azimuth. Fracture spacing range between 30 and 100 cm in outcrops of the Tunas sandstones along the Ventana foldbelt (VFB). A similar fractured network is postulated for the subsurface of the basin. Organic-rich levels, ranging from coals to carbonaceous shales, occur in the Tunas Formation in the subsurface of the Claromecó Basin and are a potential shale gas resource play. These beds tend to cap successions of interbedded shales and sandstones. The coals range from semi anthracitic to low volatile bituminous. Vitrinite and fusinite prevail as organic matter types, ranging between 1.3 and 2.4 vitrinite reflectance (Ro). The occurrence within condensate-wet gas to dry gas windows reflect subsurface processes such as strong diagenesis and anchimetamorphism. The coal-rich levels in the Tunas Formation can be correlated with other Lower Permian organic-rich units in the Paraná Basin in Uruguay (Tres Islas Formation) and Brazil (Rio Bonito Formation). All are analogous to the lower Upper Permian Vryheid coals of the eastern Karoo Basin in South Africa with shale gas and coal bed methane (CBM) prospectivity.
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The Tunas Formation of Sierras Australes, Buenos Aires Province. Palaeomagnetic evidence for relations between sedimentation and deformation. The Sierras Australes is a curved orogenic fold and thrust belt with a northwest-southeast strike, exposed in the south western part of Buenos Aires province (Argentina). Implications of recent palaeomagnetic results on these rocks are analysed. The Tunas Formation is of broad area extent and is the youngest unit of the Carboniferous-Permian Pillahuincó Group. The palaeoflora and palaeofauna indicate a Permian age for these rocks. Recent palaeomagnetic data indicate that the Tunas Formation acquired its magnetization during as well as before folding. Whereas syntectonic magnetizations are confined to the area of the Sierra de las Tunas (northeast), pretectonic magnetizations were found in the Sierra de Pillahuincó (southeast). The syntectonic poles have been grouped into a mean Tunas palaeomagnetic pole. This pole corresponds to the Early Permian section of the South America APWP, and indicates that a fold of the Sierras Australes occurred until those times, very soon after or practically contemporaneously with deposition of the Tunas sequence. The Early Permian deformation may represent the activity of the San Rafaelic orogenic phase in the region. Pretectonic magnetization isolated in the Sierra de Pillahuincó, yielded the Pillahuincó palaeomagnetic pole. This pole corresponds to the late Early Permian section of the South American APWP. These younger and different magnetizations indicate the migration of the orogenic front towards the east-northeast, with a gradual attenuation of the deformation through time.
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Structural investigations in Palaeozoic basins from Southwestern Gondwana (Argentina, Uruguay, Brazil and southern Africa) show that intracontinental deformation was widespread in Permo-Triassic times. The style varied, from crustal thickening in the S and W, through strike-slip faulting in the centre, to rifting in the North and East. A horizontal compressive stress is inferred, attenuating with distance from a compressive margin of Andean type. -Authors
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The southern portion of South America is a complex collage of cratonic blocks that were brought together along the southwestern Gondwanaland margin in late Precambrian to early Paleozoic times. An enormous amount of recent work especially in northern Argentina and Chile, reviewed here, has led to many new ideas and models for the development of this region in terms of plate interactions and orogenic cycles. -Journal summary