Content uploaded by Claudia Alvarez
Author content
All content in this area was uploaded by Claudia Alvarez on Sep 05, 2014
Content may be subject to copyright.
CONDICIONANTES DEL ENTORNO
Y EMPRENDIMIENTO FEMENINO.
UN ESTUDIO CUANTITATIVO EN ESPAÑA
CLAUDIA ALVAREZ (*)
Universidad Autónoma de Barcelona y
Universidad de Medellín
MARÍA NOGUERA
DAVID URBANO
Universidad Autónoma de Barcelona
Las mujeres cada vez tienen mayor incidencia y participación en la creación de empresas
y en general, en el desarrollo empresarial (Brush et al, 2009; Langowitz y Minniti, 2007). Concre-
tamente, en España así lo indica la tasa de empleo femenino (porcentaje de mujeres en
edad de trabajar que están ocupadas, ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia), que
ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Mientras que en 1980 sólo el 25% de las mujeres
tenía un trabajo remunerado (Fundación INCYDE),
en el año 2010 el porcentaje es del 42% según
datos del Instituto Nacional de Estadística –INE–.
Además, los distintos gobiernos, tanto europeos como
españoles, vienen estableciendo en las últimas déca-
das diversas medidas de fomento del emprendimien-
to femenino. Ejemplo de ello son las políticas lleva-
das a cabo por la Dirección General de la Empresa
de la Comisión Europea, la Dirección General de
Política de la PYME en España y las acciones especí-
ficas desarrolladas en cada una de las distintas Co-
munidades Autónomas. Sin embargo, pese a estos
esfuerzos, las tasas de participación de las mujeres
en la actividad emprendedora siguen siendo inferio-
res a las de los hombres (Kelley et al, 2011). Espe-
cíficamente, en España, entre el 2000 y el 2010, la
tasa de emprendimiento masculino ha sido superior
al femenino y en particular para el año 2010 por
cada 100 hombres emprendedores había sólo 57
mujeres (Güemes et al, 2011).
Por otro lado, desde la academia también ha surgi-
do un interés creciente por esta temática, a pesar
de que aún no existen demasiados trabajos al respec-
to. Concretamente son varios los autores que han in-
vestigado sobre los factores del entorno que condi-
cionan la creación de empresas (Gartner, 1985; Gnya-
wali y Fogel, 1994; Verheul et al, 2001; Busenitz et al,
2003; Steyaert y Hjorth, 2006; Alvarez y Urbano, 2011;
entre otros), aunque muy pocos se centran específi-
camente en el emprendimiento femenino desde el
enfoque institucional.
Así pues, el objetivo de este trabajo es analizar los fac-
tores del entorno que influyen en la probabilidad de
que las mujeres sean emprendedoras en el ámbito
de España, utilizando la Teoría Económica Institucio-
nal (North, 1990 y 2005) como marco teórico de re-
ferencia. Para ello se utilizan modelos de regresión
logística, con datos del proyecto Global Entrepreneur-
ship Monitor (GEM).
Los resultados más relevantes del estudio indican
que los factores informales (percepción de habilida-
des para emprender, redes sociales y rol familiar) son
más relevantes para el emprendimiento femenino
que los factores formales (financiación, políticas de
apoyo no económicas y formación).
El presente trabajo puede ser muy útil para el avan-
ce de los estudios sobre la actividad emprendedora
llevada a cabo por mujeres, especialmente en el mar-
co del enfoque institucional, donde la variable géne-
43383 >Ei
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 43
C. ÁLVAREZ / M. NOGUERA / D. URBANO
ro puede ser determinante. Además, los resultados
del estudio pueden ayudar al diseño de políticas gu-
bernamentales destinadas a potenciar la creación
de empresas por este colectivo.
En cuanto a la estructura, el trabajo se divide en cin-
co apartados. Después de esta breve introducción,
se presenta el marco teórico de la investigación,
para seguir con la metodología utilizada en la parte
empírica. Posteriormente se presentan los resultados
más relevantes del estudio, finalizando con las con-
clusiones.
FACTORES DEL ENTORNO Y EMPRENDIMIENTO
FEMENINO
Como ya se comentó anteriormente, es la teoría eco-
nómica institucional, y más concretamente los su-
puestos de North (1990 y 2005), el marco teórico de
referencia seleccionado para la presente investiga-
ción. Esta teoría parte del concepto de institución,
entendiéndola como las limitaciones ideadas por
las personas (y conocidas como reglas de juego)
que rigen el marco donde se produce la interacción
humana. En este sentido, la función principal de las
instituciones es la de facilitar una estructura estable
a la vez que evolutiva, donde se pueda producir
dicha interacción. North (1990) distingue entre institu-
ciones formales (leyes, reglamentos y procedimien-
tos gubernamentales) e instituciones informales (cre-
encias, ideas y actitudes –o sea, la cultura de una
sociedad–). Así mismo, North apunta que la diferen-
cia entre instituciones informales y formales es de
grado, a medida que incrementa la complejidad
de las sociedades se incrementa también la forma-
lización de dichas limitaciones. En base a los plante-
amientos de North, la conducta humana está con-
dicionada por el entorno institucional. Así pues, las ins-
tituciones formales e informales pueden limitar o fa-
vorecer las decisiones de los individuos y específica-
mente la decisión de crear o no una empresa.
En este contexto, varios autores han justificado la
relevancia de la teoría económica institucional para
el estudio de los factores que condicionan la activi-
dad emprendedora, especialmente dada su ade-
cuación para el análisis del entorno socio-cultural
como determinante de la creación de empresas
(Aidis et al, 2008; Bruton y Ahlstrom, 2003; Bruton et
al, 2010; Stephen et al, 2009; Thornton et al, 2011;
Urbano, 2006; Veciana y Urbano, 2008; Welter, 2005;
entre otros), aunque muy pocos lo han hecho en el
contexto de la actividad emprendedora llevada a
cabo por mujeres (Aidis et al, 2007; Amine y Staub,
2009; Welter y Smallbone, 2008).
De esta manera, para el presente estudio, aplican-
do el enfoque institucional para el caso del empren-
dimiento femenino, los factores formales serán los
siguientes: a) Financiación; b) Políticas de apoyo a la
creación de empresas no económicas y c) Forma-
ción. Por su parte, los factores informales serán: d) Per-
cepción de las habilidades de las mujeres empren-
dedoras; e) Redes sociales; y f) Rol familiar.
Factores formales del emprendimiento
femenino
En cuanto a los factores formales, la financiación es
uno de los aspectos que más preocupa tanto a
emprendedores como emprendedoras y que a la
vez, más atención se le ha dedicado desde el
ámbito académico, sobre todo por los problemas
de credibilidad con los que se encuentran las muje-
res en las negociaciones con las entidades financie-
ras. A pesar de que autores como Brush (1992), Carter
y Rosa (1998), Hisrich y Brush (1987), Morris et al (2006)
y Schwartz (1976) plantean en sus estudios que no se
puede demostrar que las mujeres reciban un trato
discriminatorio en su relación con las entidades de
crédito, si destacan que las emprendedoras tienen
mayores dificultades para acceder a la financiación,
apuntando que algunas de las posibles causas podría
ser el reducido tamaño de sus empresas que no les
permite presentar garantías suficientes, y el menor
conocimiento que muchas emprendedoras tienen
del sector financiero.
Los estudios más actuales siguen en esta misma línea,
deduciéndose que aunque los criterios de evalua-
ción de las entidades financieras sean iguales para
mujeres y hombres, sí que existen diferencias en el
proceso de negociación que pueden provocar varia-
ciones en el nivel de endeudamiento o en el propio
acceso que las emprendedoras tienen a la financia-
ción. (Alsos et al, 2006; Carter et al, 2007; Gatewood
et al, 2009; Kim, 2006; y Marlow y Patton, 2005). En
consecuencia, se plantea la siguiente hipótesis:
Hipótesis 1: La financiación tiene un efecto positivo
sobre la probabilidad de ser mujer emprendedora.
Otro factor formal considerado en este trabajo son
las políticas y programas de apoyo no económicos,
referidos fundamentalmente a la información en las
etapas iniciales de creación de la empresa, el segui-
miento en el proceso de creación de la misma y el
asesoramiento en el plan de empresa. La mayoría
de estudios atribuyen gran importancia sobre el efecto
positivo de este factor en el emprendimiento feme-
nino (Carter, 2000; Nilsson, 1997).
A pesar de ello, algunos autores como Birley et al
(1987) y Chrisman et al (1990) plantean la elimina-
ción de este tipo de políticas específicas, argumen-
tando que las necesidades y problemáticas de las
mujeres emprendedoras no son demasiado distintas
a las de los hombres. Más recientemente, Baughn et
al (2006) estudiaron el impacto positivo de las medi-
das específicas de apoyo en la creación de empre-
sas por mujeres, relacionándolas con el fomento ge-
neral del país al espíritu emprendedor y con el nivel
de igualdad existente, obteniendo como resultado
que aquellos países con niveles más elevados de ac-
44 383 >Ei
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 44
CONDICIONANTES DEL ENTORNO Y EMPRENDIMIENTO FEMENINO…
tividad emprendedora e igualdad, conseguida con
dichas medidas de apoyo, tenían también dimen-
siones más elevadas de participación femenina en
la actividad emprendedora. Por lo tanto, se propone
la siguiente hipótesis:
Hipótesis 2: Las políticas de apoyo no económicas
tienen un efecto positivo sobre la probabilidad de
ser mujer emprendedora.
Por otro lado, aunque la formación constituye uno
de los factores formales más relevantes para el em-
prendimiento femenino, no existen demasiados estu-
dios que aborden dicha temática ni tampoco gran
consenso en los mismos. En este sentido, a pesar de
que la mayoría de autores proponen que la forma-
ción tiene repercusiones favorables en la creación
de empresas por mujeres (Wilson et al, 2007; Fairlie y
Robb, 2009; entre otros) algunos no están de acuer-
do con dicha afirmación (Grilo e Irigoyen, 2006). Por
un lado, Wilson et al. (2007) encuentran en su traba-
jo una relación positiva entre la educación superior
de las mujeres y el acceso a niveles ejecutivos altos,
así como también entre la educación y el aumento
en la tasa de mujeres emprendedoras.
En la misma línea, Fairlie y Robb (2009) observan la
existencia de una relación positiva entre el nivel edu-
cativo, el emprendimiento y los resultados económi-
cos obtenidos. Por otro lado, Grilo e Irigoyen (2006),
estudian el efecto que tiene el género y el nivel de
estudios en el espíritu emprendedor latente y real,
obteniendo como resultado que el emprendimiento
no se ve afectado por el nivel educativo ni por el
género del emprendedor. A pesar de las diferentes
posturas que surgen de la literatura revisada en
cuanto a los aspectos formativos, en el presente tra-
bajo se parte de la base de que la formación es un
factor muy relevante para el emprendimiento feme-
nino, planteando la siguiente hipótesis:
Hipótesis 3: La formación tiene un efecto positivo
sobre la probabilidad de ser mujer emprendedora
Factores informales del emprendimiento
femenino
En referencia a los factores informales, la literatura
destaca la importancia de la percepción de las
habilidades de las mujeres emprendedoras, tanto
desde una perspectiva general de la sociedad (en
qué medida la sociedad percibe que las mujeres
son capaces de crear empresas), como desde el
punto de vista de la misma mujer emprendedora
(en qué medida se auto-percibe capaz de crear
una empresa, también denominado –auto-eficacia
percibida–).
Muchas son las creencias y valores que los trabajos
al respecto consideran que hay detrás de estos plan-
teamientos. Por un lado, algunos autores plantean que
este factor es muy similar para mujeres y hombres, y
que en ocasiones parece difícil abordarlo de forma
rigurosa, ya que buena parte de los estudios se cen-
tran en emprendimientos llevados a cabo en secto-
res donde la mayoría del empresariado son hom-
bres o bien por mujeres que participan de atributos
típicamente masculinos (Birley et al, 1987; Catley y
Hamilton, 1998; Fischer et al, 1993; Rosa y Dawson,
2006; Schreier, 1973; y Schwartz, 1976). Por otro lado,
investigaciones como las de Langowitz y Minnitti (2007)
muestran que la mayoría de las mujeres emprende-
doras analizadas se perciben a ellas mismas como
menos válidas con relación a los hombres, lo que
tiene repercusiones negativas en la propensión final
a emprender.
Por último, también hay trabajos que relacionan el
«suceso disparador» del emprendimiento, con una
mayor o menor percepción de las capacidades para
crear una empresa. Dichos estudios señalan que los
hombres, en términos generales, emprenden por frus-
tración profesional o por mejoras financieras y que
las mujeres lo hacen por una situación laboral previa
desfavorable o limitante, lo que afectará distinta-
mente a ambos colectivos. Mientras que en los pri-
meros se potenciaría la auto-percepción de las
competencias para emprender, las mujeres empren-
dedoras verán reducida dicha auto-percepción (Brush,
1992; Dolinsky y Caputo, 2003; Gofee y Scase, 1990;
Hisrich y Brush, 1987; Ljunggren y Kolvereid, 1996; y Mar-
low, 1997).
A pesar de las diferentes líneas planteadas en la lite-
ratura sobre este factor informal, en el presente tra-
bajo se considera que la percepción tanto de la
sociedad como de las mismas mujeres en referen-
cia a sus habilidades como emprendedoras, es fun-
damental para tomar la decisión final de crear una
empresa. De aquí se propone la siguiente hipótesis:
Hipótesis 4: La percepción de habilidades empren-
dedoras tiene un efecto positivo sobre la probabili-
dad de ser mujer emprendedora
También las redes sociales y de colaboración, son
un factor informal muy importante para la decisión
final de crear empresas por el colectivo femenino.
Por redes sociales y de colaboración se entienden
aquellas relaciones que la emprendedora tiene con
personas externas a su empresa (como proveedo-
res, clientes, gestores, u otros empresarios) y que en
general, le ayudan a la supervivencia y al éxito de su
empresa (Aldrich et al, 1989; y Rosa y Hamilton, 1994).
Investigaciones realizadas en Estados Unidos, Italia e
Irlanda del Norte indican que aunque los mecanis-
mos de construcción de redes por parte de hombres
y mujeres son similares, la composición de dichas redes
difiere entre ellos. Mientras que las redes creadas por
mujeres están formadas por mujeres, las de los hom-
bres se componen mayoritariamente de hombres
(Aldrich et al, 1989; Brush, 1992; y Cromie y Birley,
1992).
De todas maneras, algunos de estos estudios ya apun-
tan a que tal vez las redes de las mujeres eran solo
383 >Ei 45
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 45
C. ÁLVAREZ / M. NOGUERA / D. URBANO
de mujeres porque no tenían acceso a las redes de
hombres ya establecidas, además de que en su ma-
yoría las relaciones de las mujeres son de menor nivel
estratégico que las de los hombres. A su vez, estudios
más actuales demuestran la preferencia de las muje-
res emprendedoras a la utilización de redes de cola-
boración, estableciendo la existencia de diferencias
en su uso entre mujeres y hombres en el proceso de
creación de una empresa y observando una mayor
«utilización» de la familia por parte de las mujeres em-
prendedoras (Gatewood et al, 2009, Greve y Salaff,
2003; y Sorenson et al, 2008). Por lo tanto:
Hipótesis 5: Las redes sociales tienen un efecto positi-
vo sobre la probabilidad de ser mujer emprendedora
El último factor formal analizado tiene que ver con el
rol familiar. Diversos autores han tratado en las últi-
mas décadas la relación entre la mujer emprende-
dora y la familia (Aldrich y Cliff, 2003; Bruni et al,
2004; Brush et al, 2009; entre otros). Varios son los
estudios y las temáticas desarrolladas en este con-
texto. Aldrich y Cliff (2003) comprueban en su estu-
dio, que aunque la mayoría de las mujeres trabajan
a tiempo completo fuera de casa, todavía recaen
sobre ellas las principales tareas domésticas des-
alentando el emprendimiento femenino. A su vez,
Baughn et al (2006) y Langowitz y Minniti (2007) obser-
van en sus trabajos que en sociedades dónde el rol
de la mujer está muy ligado a las responsabilidades
familiares, la actividad emprendedora se percibe
como menos deseable. Así mismo, William (2004)
analizan la relación entre el éxito en la creación de
empresas y el tiempo dedicado a los hijos, conclu-
yendo que la preocupación y dedicación a los hijos,
reduce la duración y éxito de las empresas; aspec-
to que incide en la necesidad de políticas de con-
ciliación laboral y familiar. En consecuencia surge la
siguiente hipótesis:
Hipótesis 6: El rol familiar disminuye la probabilidad
de ser mujer emprendedora
A continuación, en la figura 1 se presenta el modelo
teórico del presente trabajo.
METODOLOGÍA
Como se mencionó anteriormente, este trabajo anali-
za la relación entre los factores del entorno y el em-
prendimiento femenino en España. La información
se obtuvo de la base de datos del proyecto Global
Entrepreneurship Monitor (GEM) España, para el año
2010. El proyecto GEM es una de las investigaciones
más relevantes para el análisis de la actividad em-
prendedora. El GEM surgió en 1999 como una inicia-
tiva entre dos universidades, London Business School
(Reino Unido) y Babson College (EEUU), para compa-
rar la actividad emprendedora en el ámbito interna-
cional, analizar el papel del emprendimiento en el
crecimiento económico de los países y facilitar el
diseño de políticas públicas que fomenten la activi-
dad emprendedora. En el año 1999 el GEM conta-
ba con diez países, mientras que en la última edi-
ción del 2010 participaron 59 países.
En términos generales, los países que participan en
el proyecto GEM lo hacen con una muestra de 2000
encuestas por país, sin embargo España, que inició
su andadura en el proyecto en el año 2000, ha desa-
rrollado una estructura similar a la del proyecto Global
y cuenta con la implicación de 18 regiones. Específi-
camente en este trabajo se utiliza la base de micro-
datos APS (Adult Population Survey) del GEM España
para el año 2010, que cuenta con una muestra de
24543 individuos, y se complementa con la base de
datos de expertos NES (National Expert Survey), a
nivel regional.
Variables dependientes
En este artículo se utilizan tres variables dependien-
tes. Inicialmente se utiliza la variable binaria empren-
dimiento (TEA) que toma el valor de 1 cuando el indi-
viduo es emprendedor y 0 en otro caso. El TEA es
uno de los indicadores más conocidos del proyecto
GEM, que define como emprendedor a aquellos
individuos que están en el proceso de puesta en
marcha de un negocio y/o que son actualmente
propietarios de una nueva empresa (hasta 3.5 años
46 383 >Ei
Financiación
Políticas de apoyo no
económicas
Formación
FACTORES
FORMALES
Percepción de
habilidades
Redes sociales
Rol familiar
FACTORES
INFORMALES
EMPRENDIMIENTO
FEMENINO
H1 (+)
H2 (+)
H3 (+)
H4 (+)
H5 (+)
H6 (–)
FIGURA 1
FACTORES DEL ENTORNO Y
EMPRENDIMIENTO FEMENINO
FUENTE:
Elaboración propia.
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 46
CONDICIONANTES DEL ENTORNO Y EMPRENDIMIENTO FEMENINO…
de antigüedad). Posteriormente se utiliza la variable
binaria emprendimiento femenino, que toma el valor
de 1 para las mujeres emprendedoras y 0 en otro
caso. Finalmente, y para efectos de comparación
de los resultados, se utiliza la variable binaria em-
prendimiento masculino, que toma el valor de 1 para
los hombres emprendedores y 0 en otro caso.
Variables independientes
Tal como se mencionó anteriormente, en este traba-
jo se considera que el emprendimiento, y en espe-
cial, el emprendimiento femenino está condiciona-
do por los factores del entorno, que se clasifican en
factores formales (financiación, políticas de apoyo
no económicas, formación) e informales (percep-
ción de las habilidades emprendedoras, redes socia-
les, rol familiar).
En cuanto a los factores formales, el proyecto GEM
en la encuesta a expertos (NES) recoge información
sobre las condiciones de entorno para emprender, a
partir de 5 ó 6 preguntas que son calificadas por los
expertos con una escala likert de 1 (min.) a 5 (máx.). Pos-
teriormente, a partir de un análisis de componentes
principales, el proyecto GEM construye un indicador
para cada una de las condiciones de entorno. Específi-
camente en este trabajo se ha utilizado la variable fi-
nanciación, así como las políticas de apoyo no eco-
nómicas a la creación de empresas. Así mismo, para
recoger el efecto de la formación se considera el nivel
educativo de las personas encuestadas, clasificado
en 3 niveles: primaria, secundaria y post-secundaria
(que incluye estudios universitarios).
En cuanto a los factores informales, el proyecto GEM
incluye información sobre la percepción de capaci-
dades para emprender; así pues esta variable toma
el valor de 1 si el individuo considera que tiene cono-
cimientos, habilidades y experiencia para poner en
marcha una empresa y 0 en otro caso. Para aproxi-
marse a las redes sociales, se utiliza otra variable
binaria que toma el valor de 1 si el individuo cono-
ce personalmente a alguien que haya puesto en
marcha un negocio en los últimos años. Finalmente,
como aproximación al rol familiar se utiliza una varia-
ble binaria que toma el valor de 1 cuando el indivi-
duo (hombres y mujeres) se dedica a labores del hogar
y 0, en otro caso.
Finalmente, como variables de control se utiliza la
edad del individuo y la edad al cuadrado, los ingre-
sos familiares, a partir de variables binarias para in-
gresos bajos, medios y altos, y el logaritmo del Pro-
ducto Interno Bruto (PIB) de cada comunidad autó-
noma, para el año 2009, tomado de la base de
datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de
España. Si bien en modelos previos se incluyeron va-
riables binarias para cada comunidad autónoma,
posteriormente se eliminaron, ya que dichas varia-
bles no eran significativas. En el cuadro 1 se presen-
ta un resumen de las variables utilizadas.
Dada la naturaleza binaria de las variables depen-
dientes, se estima el efecto de los factores del entor-
383 >Ei 47
Variable Descripción Fuente
CUADRO 1
DESCRIPCIÓN DE LAS VARIABLES DEL ESTUDIO
FUENTE: Elaboración propia.
VARIABLES DEPENDIENTES Emprendimiento (TEA) Variable binaria que toma el valor de 1 si el individuo es
emprendedor y 0 en otro caso.
APS 2010
Emprendimiento femenino Variable binaria que toma el valor de 1 si el individuo es mujer
emprendedora y 0 en otro caso.
APS 2010
Emprendimiento masculino Variable binaria que toma el valor de 1 si el individuo es hombre
emprendedor y 0 en otro caso.
APS 2010
Factores formales Financiación Disponibilidad de recursos financieros para las empresas nuevas
y en crecimiento. Los valores van de 1 (min.) a 5 (máx.)
NES 2010
Políticas de apoyo no
económicas
Políticas del gobierno favorables a las empresas nuevas y en
crecimiento. Los valores van de 1 (min.) a 5 (máx.)
NES 2010
Formación Variables binarias para el nivel educativo del individuo,
clasificado en primaria, secundaria y post-secundaria.
APS 2010
Factores informales Percepción de habilidades Variable binaria que toma el valor de 1 si el individuo considera
que tiene habilidades, conocimientos y experiencia para poner
en marcha un negocio y 0 en otro caso.
APS 2010
Redes sociales Variable binaria que toma el valor de 1 si el individuo conoce
personalmente a alguien que haya puesto en marcha un
negocio en los últimos 2 años y 0 en otro caso.
APS 2010
Rol familiar Variable binaria que toma el valor de 1 cuando el individuo está
dedicado a las labores del hogar y 0 en otro caso.
APS 2010
VARIABLES DE CONTROL ln(PIB) Logaritmo natural del Producto Interno Bruto de las regiones
españolas en el año 2009.
INE 2009
Edad Edad del individuo APS 2010
Ingresos Variable binaria para los ingresos familiares del individuo,
clasificados en ingresos bajos, medios y altos
APS 2010
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 47
C. ÁLVAREZ / M. NOGUERA / D. URBANO
no en el emprendimiento femenino a través de mo-
delos de regresión logística, conocidos también como
modelos de probabilidades, pues se estima la pro-
babilidad de que un evento suceda. El modelo pue-
de expresarse como:
P(Ei= 1) =
δ
1FFi+
δ
2FIi+
β
1Xi+ µi
Donde:
FFirecoge información sobre los factores formales,
FIirecoge información sobre los factores informales,
Xirecoge información sobre las variables de control,
µies la perturbación aleatoria.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El cuadro 2 presenta la media, la desviación están-
dar y la matriz de correlaciones para las variables de
interés. Teniendo en cuenta que algunas correlacio-
nes son particularmente altas, se verificó la multicoli-
nealidad, a través del factor de inflación de varian-
za (VIF). Los resultados indican VIF menores a 3.5 para
las variables, excepto, como es de esperar, para edad
y edad al cuadrado (1) Además, con la finalidad de
corregir la heteroscedasticidad y los problemas de
auto-correlación entre las observaciones pertenecien-
tes al mismo país se estiman errores estándar corre-
gidos por comunidad autónoma (White, 1980).
Asímismo, el cuadro 3 presenta los resultados de los
modelos de regresión logística para los factores del en-
torno, diferenciando entre emprendimiento en general,
emprendimiento femenino y masculino. Para cada una
de estas variables dependientes se presentan dos mo-
delos, un primer modelo que incluye todas las varia-
bles y un segundo modelo que presenta solo las va-
riables significativas. Los resultados indican que todos los
modelos son significativos, el pseudo-R2es superior a
0.10 y el porcentaje de respuestas correctas es su-
perior al 96% en todos los casos.
Para analizar los resultados, inicialmente se conside-
ran los factores formales, luego los factores informa-
les y por último las variables de control.
En cuanto a los factores formales, las hipótesis 1, 2 y 3
sugerían que tanto la financiación como las políticas
de apoyo no económicas y la formación tienen un
efecto positivo sobre la probabilidad de ser mujer
emprendedora. Sin embargo los resultados indican
que ninguna de las variables consideradas para los
factores formales es significativa.
Si bien en la literatura ha sido ampliamente documen-
tada la importancia de la financiación (Gnyawali y
48 383 >Ei
Mean Std. Dev. 1. 2. 3. 4. 5. 6.
1. Actividad emprendedora 0.04 0.19 1.00***
2. Mujer emprendedora 0.01 0.15 0.59*** 1.00***
3. Hombre emprendedor 0.02 0.11 0.80*** -0.02***1.00***
4. Financiación 2.20 0.19 -0.01*** 0.00*** -0.01*** 1.00***
5. Políticas no económicas 2.98 0.27 -0.00*** 0.00*** -0.01*** 0.31*** 1.00***
6. Secundaria 0.45 0.50 -0.03*** -0.01*** -0.03*** -0.04*** 0.03*** 1.00***
7. Post-secundaria 0.45 0.50 0.05*** 0.02*** 0.04*** 0.03*** -0.04*** -0.82***
8. Percepción de habilidades 0.49 0.50 0.17*** 0.10*** 0.01*** -0.01*** 0.01*** -0.08***
9. Redes sociales 0.30 0.46 0.11*** 0.05*** 0.10*** -0.01*** 0.001*** -0.05***
10. Rol familiar 0.12 0.32 -0.07*** -0.03*** -0.06*** 0.01*** -0.02***0.09***
11. Ln(PIB) 17.70 1.07 0.02*** 0.01*** 0.02*** -0.11*** -0.10*** -0.01***
12. Edad 44.34 12.29 -0.07*** -0.04*** -0.05*** 0.04*** -0.01*** 0.03***
13. Edad22117.15 1053.36 -0.07*** -0.04*** -0.06*** 0.04*** -0.01*** 0.04***
14. Ingresos medios 0.21 0.21 -0.02*** -0.02***-0.02***-0.03*** 0.04*** 0.07***
15. Ingresos altos 0.31 0.31 0.03*** 0.00*** 0.03*** 0.05*** -0.00*** -0.12***
7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14.
7. Post-secundaria 1.00***
8. Percepción de habilidades 0.14*** 1.00***
9. Redes sociales 0.10*** 0.21*** 1.00***
10. Rol familiar -0.18*** -0.14*** -0.09*** 1.00***
11. Ln(PIB) 0.0*** 0.01*** -0.00*** -0.01*** 1.00***
12. Edad -0.15*** -0.05*** -0.14*** 0.20*** -0.01*** 1.00***
13. Edad2-0.17*** -0.07*** -0.15*** 0.20*** -0.01*** 0.10*** 1.00***
14. Ingresos medios -0.09*** -0.02***-0.01*** 0.02***-0.02***0.01*** 0.01*** 1.00***
15. Ingresos altos 0.19*** 0.09*** 0.07*** -0.11*** -0.02*** -0.01*** -0.03*** -0.35***
Nota: ***p < .001, **p < .01, *p < .05
CUADRO 2
ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS Y MATRIZ DE CORRELACIONES
FUENTE: Elaboración propia.
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 48
CONDICIONANTES DEL ENTORNO Y EMPRENDIMIENTO FEMENINO…
Fogel, 1994; Van Gelderen et al, 2005), las políticas
de apoyo no económicas (Baughn et al, 2006) y la
formación en emprendimiento (Davidsson y Honig,
2003; De Clerq y Arenius, 2006), los resultados obte-
nidos en este estudio podrían explicarse por la poca
variación de dichas variables en la muestra conside-
rada. Lo anterior indica, como podría esperarse,
cierta homogeneidad en los factores formales
(financiación, políticas de apoyo y formación) de las
diferentes regiones españolas, que en su mayor par-
te están condicionados por las políticas a nivel país.
Así pues se rechazan las hipótesis 1, 2 y 3.
En cuanto a los factores informales, la hipótesis 4
propone que la percepción de habilidades para
emprender tiene un efecto positivo sobre la proba-
bilidad de ser mujer emprendedora. Como puede
observarse en la tabla 3, dicha variable tiene un
impacto positivo y significativo sobre la probabilidad
de ser emprendedor, y dicho impacto es superior en
el caso del emprendimiento femenino. Específica-
mente las odss ratio o razones de probabilidades
indican que la percepción de habilidades para em-
prender incrementa la probabilidad de ser empren-
dedor en 9.09 veces para las mujeres, frente a 7.99
veces para los hombres. Así pues no se rechaza la
hipótesis 4. Estos resultados están en la línea de tra-
bajos como los de Rosa y Dawson (2006), Fisher et al
(1993), Brush et al (2009) y Fairlie y Robb (2009) don-
de se analiza la influencia de la sociedad en la per-
cepción de habilidades emprendedoras en función
del género de la persona emprendedora.
Asimismo, la hipótesis 5 plantea que las redes socia-
les también tienen un efecto positivo sobre la proba-
bilidad de ser emprendedor. Los coeficientes de
esta variable son positivos y significativos, por lo tan-
to no se rechaza la hipótesis 5. Además, los resulta-
dos indican que dicho efecto es superior en el caso
del emprendimiento masculino; de hecho, las odss
ratio indican que las redes sociales incrementan la
probabilidad de ser emprendedor en 2.19 veces para
los hombres frente a 1.44 veces para las mujeres. Estos
resultados son consistentes con los trabajos de Al-
drich et al (1989), Rosa y Hamilton (1994), Sorenson
et al (2008) y Gatewood et al (2009), los cuales ana-
lizan la preferencia (o necesidad) que tienen las em-
prendedoras de utilizar redes sociales, aunque obser-
vando al mismo tiempo, como también indicaron
Greve y Salaff (2003), que estas redes en el caso de
383 >Ei 49
Model 1. Actividad
emprendedora
Model 2. Actividad
emprendedora
Model 3.
Emprendimiento
femenino
Model 4.
Emprendimiento
femenino
Model 5.
Emprendimiento
masculino
Model 6.
Emprendimiento
masculino
Coef. Robust
Std. Err. Coef. Robust
Std. Err. Coef. Robust
Std. Err. Coef. Robust
Std. Err. Coef. Robust
Std. Err. Coef. Robust
Std. Err.
Factores formales
Financiación -0.072 (0.185) 0.103 (0.297) -0.169 (0.228)
Políticas no económicas. -0.012 (0.138) 0.156 (0.225) -0.104 (0.169)
Formación
Secundaria 0.087 (0.170) 0.419 (0.294) -0.097 (0.202)
Post-secundaria -0.087 (0.170) 0.395 (0.291) -0.082 (0.202)
Factores informales
Percepción de habilidades 2.157*** (0.119) 2.077*** (0.148) 2.207*** (0.199) 2.217*** (0.199) 2.078*** (0.148) 2.077*** (0.148)
Redes sociales 0.656*** (0.070) 0.783*** (0.087) 0.366*** (0.114) 0.367*** (0.114) 0.785*** (0.087) 0.783*** (0.087)
Rol familiar -2.011* (0.338) -3.717* -1.002 -1.105*** (0.362) -1.121*** (0.361) -3. 722* -1.003 -3.717* -1.003
Variables de control
Ln(PIB) 0.080* (0.035) 0.101** (0.045) 0.049 (0.054) 0.092 (0.026) 0.101* (0.044)
Edad 0.169*** (0.022) 0.146** (0.026) 0.197*** (0.037) 0.127*** (0.040) 0.147* (0.028) 0.146* (0.026)
Edad2-0.002*** (0.000) -0.002*** (0.000) -0.003*** (0.000) -0.002*** (0.000) -0.002*** (0.000) -0.002*** (0.000)
Ingresos
Medios -0.341*** (0.101) -0.578*** (0.166) -0.575*** (0.166) -0.176 (0.124)
Altos -0.052* (0.078) -0.198** (0.087) -0.400*** (0.130) -0.385*** (0.128) 0.150 (0.096) 0.198** (0.087)
constante -8.952*** (0.959) -9.621*** (0.940) -11.016*** -1.477 -9.039*** (0.732) -8.662*** -1.209 -9.621*** (0.940)
Number of obs 24543 24543 24543 24543 24543 24543
Pseudo R-squared 0.1466 0.1397 0.1104 0.1094 0.1403 0.1397
Log pseudolikelihood -33.124.527 -2.368.276 -15.373.709 -15.301.701 -23.664.188 -23.682.763
Percent correctly predicted 96.30% 97.63% 98.68% 98.68% 97.63% 97.63%
AIC 6.650.905 4.752.553 3.100.742 3094.34 4.758.838 4.752.553
BIC 6.756.312 4.817.418 3.206.148 3.159.206 4.864.244 4.817.418
Note: *** significant at p ≤ 0.001; ** significant at p ≤ 0.01; *significant at p ≤ 0.05. Entre paréntesis se presentan los errores estándar corregi-
dos para las comunidades autónomas
AIC: Akaike Information Criteria, BIC: Bayesian information criterion or Schwarz Criterion.
Las categorías de referencia son las siguientes: estudios primarios, ingresos bajos.
CUADRO 3
RESULTADOS DE LOS MODELOS DE REGRESIÓN LOGÍSTICA
FUENTE: Fuente: Elaboración propia
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 49
C. ÁLVAREZ / M. NOGUERA / D. URBANO
las mujeres emprendedoras son básicamente fami-
liares.
Posteriormente, en cuanto al rol familiar, los resulta-
dos indican que dedicarse a las labores del hogar
disminuye la probabilidad de ser emprendedor,
efecto que es especialmente importante en el caso
de las mujeres, así pues no se rechaza la hipótesis 6.
Las odds ratio muestran que ser mujer y tener respon-
sabilidades familiares reduce en un 33.1% la proba-
bilidad de ser emprendedora, mientras que en el caso
de los hombres dicha disminución es solo del 2.4%.
Este resultado indicaría que dedicarse a las labores
del hogar es una situación coyuntural para los hom-
bres y que gracias a su movilidad profesional, podrí-
an incorporarse nuevamente al mundo laboral como
emprendedores, pero en el caso de las mujeres la mo-
vilidad es baja y dedicarse a las labores del hogar
disminuye considerablemente la probabilidad de em-
prender.
Estos últimos resultados son coherentes con los obte-
nidos por Baughn et al (2006) y Langowitz y Minniti
(2007), donde se apunta que en una sociedad don-
de el rol de la mujer está muy ligado a las responsa-
bilidades familiares implícitamente se está inculcan-
do que la actividad emprendedora es menos dese-
able. Autores como Kantor (2002) observan en su
estudio la existencia de roles familiares que limitan
en exclusiva al emprendimiento femenino pero no
al masculino (women exclusive constraints), a la vez
que también indican la existencia de otros roles fa-
miliares que aunque limitan tanto el emprendimiento
masculino como el femenino, a éste último lo hacen
de forma más relevante (women intensive constraints).
Finalmente, en cuanto a las variables de control, la
literatura indica que el nivel de desarrollo económi-
co es un factor clave para explicar la actividad
emprendedora (Wennekers et al, 2005; Carree et al,
2007). Los resultados para las regiones españolas
indican que la anterior relación es válida para expli-
car principalmente el emprendimiento masculino,
pero que el desarrollo económico no tiene un efec-
to significativo para el emprendimiento femenino.
Por otro lado, los coeficientes de edad y edad al
cuadrado indican una relación cuadrática entre el
emprendimiento y la edad, así pues la probabilidad
de ser emprendedor incrementa con la edad hasta
llegar a un punto máximo a partir del cual empieza
a decrecer (Levesque y Minniti, 2006), además, no
se observan mayores diferencias entre hombres y
mujeres emprendedoras.
Asimismo, los coeficientes del cuadro 3 indican que
tener ingresos familiares medios o altos disminuye la
probabilidad del emprendimiento femenino en un
56% y 67% respectivamente. Sin embargo, en el caso
del emprendimiento masculino, los ingresos familia-
res medios disminuyen dicha probabilidad en un
84%, mientras que los ingresos familiares altos la
incrementan en 1.16 veces. Estos resultados refleja-
rían que en el caso de ingresos familiares medios o
bajos, tanto hombres como mujeres se deciden a em-
prender, pero que en el caso de los ingresos familiares
altos, las mujeres no emprenden, mientras que los hom-
bres sí.
CONCLUSIONES
En este estudio se ha presentado un análisis cuanti-
tativo sobre los factores del entorno que condicio-
nan la actividad emprendedora femenina en Espa-
ña. Los principales resultados indican que los facto-
res informales (percepción de habilidades para em-
prender, redes sociales y rol familiar) tienen un efec-
to significativo sobre la probabilidad de ser mujer
emprendedora, mientras que los factores formales
(financiación, políticas de apoyo no económicas y
formación) no tienen ningún efecto. De esta mane-
ra, se puede afirmar que los factores informales son
más relevantes para el emprendimiento femenino que
los factores formales, planteamiento genérico que se
puede deducir de investigaciones anteriores (Welter,
2005; Aidis et al, 2007; Welter y Smallbone, 2008).
Así mismo, estos resultados permiten avanzar en el
análisis de la actividad emprendedora desde el
enfoque institucional (Aldrich y Zimmer, 1986; Berger,
1991; Shapero y Sokol, 1982; Steyaert y Katz, 2004;
entre otros), dando mayor robustez a los factores del
entorno como condicionantes de la creación de
empresas (Aidis et al, 2008; Alvarez et al, 2011; Diaz
et al, 2005; Veciana y Urbano, 2008; Welter, 2005;
Thornton et al, 2011) especialmente, para el caso
de las mujeres emprendedoras. Así pues, el presen-
te trabajo contribuye tanto desde una perspectiva
teórica (avanzando en los modelos que analizan la
relación entre los factores del entorno y la actividad
emprendedora femenina), como práctica (relacio-
nada con el diseño de políticas gubernamentales
que apoyen a las mujeres emprendedoras).
Como futuras líneas de investigación se espera
ampliar el periodo de análisis, comparando los resul-
tados con otros países, a la vez de profundizar en el
análisis regional en el ámbito de España. Igualmente,
con la finalidad de mejorar la capacidad explicati-
va del modelo propuesto, se prevé incorporar en el
estudio alguna otra variable independiente, como es
el caso de los modelos de referencia (role models)
con los que cuentan las mujeres emprendedoras como
ejemplos a seguir en la creación de su propia em-
presa y del reconocimiento de la función de las mu-
jeres emprendedoras en la sociedad, variables habi-
tualmente consideradas en la literatura sobre em-
prendimiento.
(*) Los autores agradecen el apoyo financiero de los pro-
yectos ECO2010-16760 (Ministerio de Ciencia e Innova-
ción de España) y 2005SGR00858 (Departamento de uni-
versidades, investigación y sociedad de la información
de Catalunya). También se agradecen los comentarios a
versiones previas del trabajo por parte de los profesores
José Ruíz y Carmen Camelo de la Universidad de Cádiz,
así como de los revisores del mismo.
50 383 >Ei
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 50
CONDICIONANTES DEL ENTORNO Y EMPRENDIMIENTO FEMENINO…
NOTAS
[1] A pesar de que usualmente los límites aceptables para los
FIV se sitúan en el 2, Belsley et al. (1980) proponen como
regla general que los valores VIF no excedan de 10. Dicho
criterio se retoma en reconocidos manuales de Econo-
metría como por ejemplo «Econometric Analysis» (Greene,
2003:58), donde se afirma que valores superiores a 20 indi-
can un problema de multicolinealidad. Asimismo este crite-
rio se ha utilizado también por Arya y Lin (2007: 715).
BIBLIOGRAFÍA
AIDIS, R., ESTRIN, S. y MICKIEWICZ, T. (2008): «Institutions and
entrepreneurship development in Russia: A comparative perspec-
tive», Journal of Business Venturing, vol. 23, nº 6, pp. 656-672.
AIDIS, R., WELTER, F., SMALLBONE, D. y ISAKOVA, N. (2007):
«Female entrepreneurship in transition economies: the case of
Lithuania and Ukraine», Feminist Economics, vol. 13, nº 2, pp. 157-
183.
AMINE, L.S. y STAUB, K.M. (2009): «Women entrepreneurs in sub-
Saharan Africa. An institutional theory analysis from a social marke-
ting point of view», Entrepreneurship and Regional Development
vol. 21, nº 2, pp. 183-211.
ALDRICH, H. y CLIFF, J. (2003): «The pervasive effects of family
on entrepreneurship: Toward a family embeddedness perspecti-
ve». Journal of Business Venturing, vol.18, pp. 573–596.
ALDRICH, H., REESE P. y DUBINI, P. (1989): «Women on the verge
of a breakthrough: networking among entrepreneurs in the United
States and Italy», Entrepreneurship & Regional Development, vol.
1, nº 4, pp. 339-356.
ALDRICH, H. y ZIMMER, C. (1986): «Entrepreneurship through
social networks». In: Sexton D and Smilor R (eds) The Art and
Science of Entrepreneurship. New York: Ballinger, pp. 3-23.
ALSOS, G.H., ISAKSEN, E. y LJUNGGREN, E. (2006): «New Venture
Financing and Subsequent Business Growth in Men- and Women-
Led Businesses», Entrepreneurship Theory & Practice, vol. 30, nº 5,
pp. 667-686.
ALVAREZ, C. y URBANO, D. (2011): «Una década de investiga-
ción sobre el GEM: logros y retos», Academia Revista
Latinoamericana de Administración, nº 46, pp. 16-37.
ARYA, B. y LIN, Z. (2007): «Understanding Collaboration Out-
comes From an Extended Resource-Based View Perspective: The
Roles of Organizational Characteristics, Partner Attributes, and
Network Structures», Journal of Management, vol. 33, nº 5, pp.
697-723.
BAUGHN, C.C., CHUA B. y NEUPERT K.E. (2006): «The Normative
Context for Women’s Participation in Entrepreneruship: A
Multicountry Study», Entrepreneurship Theory & Practice, vol. 30,
nº 5, pp. 687-708.
BELSLEY, D.A., KUH, E. y WELSCH, R.E. (1980): «Regression Diag-
nostics: Identifying influential data and sources of collinearity».
New York: John Wiley.
BERGER, B. (1991): «The culture of entrepreneurship», San
Francisco: ICS Press.
BIRLEY, S., MOSS, C. y SAUNDERS, P. (1987): «Do Women
Entrepreneurs require different training?», American Journal of
Small Business, vol. 12, nº 1, pp. 27-35.
BRUNI, A., GHERARDI, S. y POGGIO, B. (2004): «Entrepreneur-
mentality, gender and the study of women entrepreneurs». Journal
of Organizational Change Management, vol. 17, nº 3, pp.
256–268.
BRUSH, C. (1992): «Research on women business owners: past
trends, a new perspective and future directions», Entrepreneurship:
Theory & Practice, vol. 16, nº 4, pp. 5-30.
BRUSH, C., DE BRUIN, A. y WELTER F (2009): «A gender-aware
framework for women’s entrepreneurship», International Journal of
Gender and Entrepreneurship, vol. 1, nº 1, pp. 8-24.
BRUTON, G.D., AHLSTROM, D., y LI, H.L. (2010). Institutional
Theory and Entrepreneurship: Where Are We Now and Where Do
We Need to Move in the Future? Entrepreneurship: Theory &
Practice, vol. 34, nº 3, pp. 421-440.
BRUTON, G.D y AHLSTROM, D. (2003). «An institutional view of
China’s venture capital industry explaining the differences betwe-
en China and the West». Journal of Business Venturing, vol. 18, pp.
233-259.
BUSENITZ, L.W., WEST, G.P. III., SHEPHERD, D., NELSON, T., CHAN-
DLER, G.N. y ZACHARAKIS, A. (2003): «Entrepreneurship research in
emergence: Past trends and future directions», Journal of
Management, vol. 29, nº 3, pp. 285-308.
CARREE, M.A, VAN STEL, A., THURIK, R. y WENNEKERS, S. (2007):
«The relationship between economic development and business
ownership revisited», Entrepreneurship & Regional Development,
vol. 19, nº 3, pp. 281-291.
CARTER, S. (2000): «Improving the numbers and performance
of women-owned business. Some implications for training and
advisory services», Education and training, vol. 42, nº 4-5, pp.
326-334.
CARTER, S. y ROSA, P. (1998): «The financing of male -and
female- owned business», Entrepreneurship & Regional Deve-
lopment, vol. 10, nº 3, pp. 225-241.
CARTER, S., SHAW E., LAM W. y WILSON F. (2007): «Gender,
Entrepreneurship, and Bank Lending: The Criteria and Processes
Used by Bank Loan Officers in Assessing Applications», Entre-
preneurship Theory & Practice, vol. 31, nº 3, pp. 427-444.
CATLEY, S. y HAMILTON R.T. (1998): «Small business develop-
ment and gender of owner», Journal of Management Develop-
ment, vol. 17, nº 1, pp. 75-82.
CHRISMAN, J., CARSRUD, A., DE CASTRO J. y HERRON L. (1990):
«A comparison of assistance needs of male and female pre-ven-
ture entrepreneurs», Journal of Business Venturing, vol. 5, nº 4, pp.
235-248.
CROMIE, S. y BIRLEY, S. (1992): «Networking by female business
owners in Northern Ireland», Journal of Business Venturing, vol. 7, nº
3, pp. 237-251.
DAVIDSSON, P. y HONIG B. (2003): «The role of social and
human capital among nascent entrepreneurs», Journal of Bu-
siness Venturing, vol. 18, nº 3, pp. 301-331.
DE CLERCQ, D. y ARENIUS, P. (2006): «The role of knowledge in
business start-up activity», International Small Business Journal, vol.
24, nº 4, pp. 339-358.
DÍAZ, C., URBANO, D. y HERNÁNDEZ, R. (2005): «Teoría econó-
mica institucional y creación de empresas», Investigaciones
Europeas de Dirección y Economía de la Empresa, vol. 11, nº 3,
pp. 209-230.
DOLINSKY, A.L. y CAPUTO, R.K. (2003): «Health and female self-
employment», Journal of Small Business Management, vol. 41, nº
3, pp. 233-241.
FAIRLIE, R.W. y ROBB, A.M. (2009): «Gender differences in busi-
ness performance: evidence from the Characteristics of Business
Owners survey», Small Business Economics, vol. 33, nº 4, pp. 375-
395.
FISCHER, E., REUBER A.R. y DYKE L.S. (1993): «A theoretical over-
view and extension of research on sex, gender, and entrepreneurs-
hip», Journal of Business Venturing, vol. 8, nº 2, pp. 151-168.
FUNDACIÓN INCYDE (2007): «Mujeres empresarias en la eco-
nomía española», Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo
de la Empresa.
GARTNER, W.B. (1985): «A conceptual framework for describing
the phenomenon of new venture creation», Academy of Mana-
gement Review, vol. 10, nº 4, pp. 696-706.
GATEWOOD, E.J., BRUSH, C., CARTER, N., GREENE, P. y HART, M.
(2009): «Diana: a symbol of women entrepreneurs’ hunt for kno-
wledge, money, and the rewards of entrepreneurship», Small
Business Economics, vol. 32, nº 2, pp. 129-145.
GNYAWALI, D.R. y FOGEL, D.S. (1994): «Environments for entrepre-
neurship development: key dimensions and research implications»,
Entrepreneurship: Theory & Practice, vol. 18, nº 4, pp. 43-62.
383 >Ei 51
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 51
C. ÁLVAREZ / M. NOGUERA / D. URBANO
GOFEE, R. y SCASE, R. (1990): «Women in management:
towards a research agenda», International Journal of Human Re-
sources Management, vol. 1, nº 1, pp. 107-125.
GREENE, W.H. (2003): «Econometric Analysis». Upper Soddle
River: Prentice Hall. Fifth edition.
GREVE, A. y SALAFF, J.W. (2003): «Social networks and entrepre-
neurship», Entrepreneurship Theory & Practice, vol. 28, nº 1, pp. 1-22.
GRILO, I. y IRIGOYEN, J.M. (2006): «Entrepreneurship in the EU:
To Wish and not to be», Small Business Economics, vol. 26, nº 4,
pp. 305-318.
GÜEMES, J.J., CODURAS, A., RACHIDA JUSTO, C.C. y PAMPILLÓN
R. (2011): «Global Entrepreneurship Monitor Informe Ejecutivo
2010-España», I E, Business School.
HISRICH, R. y BRUSH, C. (1987): «Women entrepreneurs: A lon-
gitudinal study», en CHURCHILL, N., HORNADAY, J., KIRCHOFF, B.,
KRASNER, O.J y VESPER, K. (ed.): Frontiers of entrepreneurship rese-
arch, Wellesley, MA: Babson College; pp. 187-199.
KANTOR, P. (2002): «Gender, microenterprise success and cul-
tural context: The case of south Asia», Entrepreneurship Theory and
Practice, vol. 26, nº 4, pp. 131-143.
KELLEY, D.J., BOSMA, N. y AMORÓS, J.E. (2011): «Global
Entrepreneurship Monitor 2010 Global Report».
KIM, G.O. (2006): «Do Equally Owned Small Businesses Have
Equal Access to Credit? », Small Business Economics, vol. 27, nº 4-
5, pp. 369-386.
LANGOWITZ, N. y MINNITI, M. (2007): «The Entrepreneurial
Propensity of Women», Entrepreneurship Theory & Practice, vol.
31, nº 3, pp. 341-364.
LEVESQUE, M. y MINNITI, M. (2006): «The effect of aging on
entrepreneurial behavior», Journal of Business Venturing, vol. 21, nº
2, pp. 177-194.
LJUNGGREN, E. y KOLVEREID, L. (1996): «New business forma-
tion: does gender make a difference? », Women in Management
Review, vol. 11, nº 4, pp. 3-12.
MARLOW, S. (1997): «Self-employed women - New opportuni-
ties, old challenges? », Entrepreneurship & Regional Develop-
ment, vol. 9, nº 3, pp. 199-210.
MARLOW, S. y PATTON D. (2005): «All Credit to Men?
Entrepreneurship, Finance, and Gender», Entrepreneurship Theory
& Practice, vol. 29, nº 6, pp. 717-735.
MORRIS, M., MIYASAKI, N., WATTERS, C. y COOMBES, S. (2006):
«The Dilemma of Growth: Understanding Venture Size Choices of
Women Entrepreneurs», Journal of Small Business Management,
vol. 44, nº 2, pp. 221-244.
NILSSON, P. (1997): «Business counseling services directed to-
wards female entrepreneurs - some legitimacy dilemmas»,
Entrepreneurship & Regional Development, vol. 9, nº 3, pp. 239-258.
NORTH, D.C. (1990): «Institutions, institutional change and eco-
nomic performance», Cambridge: Cambridge University Press.
NORTH, D.C. (2005): «Understanding the process of economic
change», Princeton: Princeton University Press.
ROSA, P. y HAMILTON, D. (1994): «Gender and ownership in UK
small firms», Entrepreneurship Theory and Practice, vol. 18, nº 3,
pp. 11- 28.
ROSA, P. y DAWSON, A. (2006): «Gender and the commercia-
lization of university science: academic founders of spinout com-
panies», Entrepreneurship & Regional Development, vol. 18, nº 4,
pp. 341-366.
SCHREIER, J. (1973): «The Female Entrepreneur: A Pilot Study»,
Milwaukee, Wis: Centre for Venture Management.
SCHWARTZ, E.B. (1976): «Entrepreneurship: a new female fron-
tier», Journal of Contemporary Business, Winter, pp. 47-76.
SHAPERO, A. y SOKOL, L. (1982): «The social dimensions of
entrepreneurship», En KENT, C.A., SEXTON, D.L., y VESPER, K.H. (Eds.):
Encyclopedia of Entrepreneurship, Englewood Cliffs, N.J: Prentice-
Hall. Inc., pp. 72-90.
SORENSON, R.L., FOLKER C. y BRIGHAM K.H. (2008): «The colla-
borative network orientation: Achieving Business success through
Collaborative relationship», Entrepreneurship Theory and Practice,
vol. 32, nº. 4, pp. 615-634.
STEPHEN, F.H., URBANO, D. y VAN HEMMEN, S. (2009): «The res-
ponsiveness of entrepreneurs to working time regulations», Small
Business Economics, vol. 32, nº3, pp. 259-276.
STEYAERT, C. y HJORTH, D. (2006): «Entrepreneurship as social
change. A third new movements in entrepreneurship», Edward
Elgar.
STEYAERT, C. y KATZ, J. (2004): «Reclaiming the space of entre-
preneurship in society: Geographical, discursive and social dimen-
sions», Entrepreneurship & Regional Development, vol. 16, nº 3,
pp. 179-196.
THORNTON, P.H., RIBEIRO-SORIANO, D. y URBANO, D. (2011):
«Socio-cultural factors and entrepreneurial activity: An overview»,
International Small Business Journal, vol. 29, nº 2, pp. 105-118.
URBANO, D. (2006): «La creación de empresas en Catalunya.
Organismos de apoyo y actitudes hacia la actividad emprende-
dora», Barcelona: Col.lecció d’estudis CIDEM.
VAN GELDEREN, M., THURIK, R. y BOSMA, N. (2005): «Success
and risk factors in the pre-startup phase», Small Business
Economics, vol. 24, nº 4, pp. 365-380.
VECIANA, J.M. y URBANO, D. (2008): «The institutional approach
to entrepreneurship research: Introduction», International Entre-
preneurship and Management Journal, vol. 4, nº 4, pp. 365-379.
VERHEUL, I. y THURIK, R. (2001): «Start-up capital: ‘does gender
matter?», Small Business Economics, vol. 16, nº 4, pp. 329-345.
WELTER, F. (2005): «Entrepreneurial behavior in differing envi-
ronments», en AUDRETSCH, D.B., GRIMM, H. y WESSNER, C.W. (Eds.):
Local Heroes in the Global Village: Globalization and the New
Entrepreneurship Policies, International Studies in Entrepreneurship.
New York: Springer, pp. 93-112.
WELTER, F. y SMALLBONE, D. (2008): «Women’s entrepreneurship
from an institutional perspective: the case of Uzbekistan»,
International Entrepreneurship and Management Journal, vol. 4,
nº 4, pp. 505-520.
WENNEKERS, S, VAN STEL, A. THURIK, R. y REYNOLDS, P. (2005):
«Nascent entrepreneurship and the level of economic develop-
ment», Small Business Economics, vol. 24, nº 3, pp. 293-309.
WHITE H. (1980): «A heteroskedasticity-consistent covariance
matrix estimator and a direct test for heteroskedasticity»,
Econometrica, nº 48, pp. 817-830.
WILLIAM, D.R. (2004): «Effects of Childcare Activities on the
Duration of Self-Employment in Europe», Entrepreneurship Theory
& Practice, vol. 28, nº 5, pp. 467-485.
WILSON, F., KICKUL J. y MARLINO D. (2007): «Gender,
Entrepreneurial Self-Efficacy, and Entrepreneurial Career Intentions:
Implications for Entrepreneurship Education», Entrepreneurship
Theory & Practice, vol. 31, nº 3, pp. 387-406.
52 383 >Ei
04 ÁLVAREZ, NOGUERA y URBANO 27/3/12 08:37 Página 52