ArticlePDF Available

Abstract

RESUMEN El entrenamiento mediante imagen es muy utilizado en las actividades deportivas, de ahí la importancia de conocer la capacidad que tienen los individuos de formar las imágenes. Desde que aparecieron tests específicos que miden la capacidad de formar imágenes del movimiento, son muchos los autores que encontraron relación entre la capacidad de formar imágenes y el deporte. En nuestra investigación se trataba de averiguar qué medida de imagen distingue mejor a los sujetos deportistas y a los no deportistas. Para ello se seleccionó una muestra de 124 sujetos, estudiantes de las facultades de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y de Ciencias de la Educación, y se le aplicaron dos tests que miden viveza de imagen: el "Movement Imagery Questionnaire" (MIQ; Hall, & Pongrac, 1983), y el "Vividness of Movement Imagery Questionnaire" (VMIQ; Isaac, Marks, & Russell, 1986), y un test de viveza de imagen general, el "Vividness of Visual Imagery Questionnaire" (VVIQ; Marks, 1973). Se encontraron diferencias significativas entre los deportistas y los no deportistas en las dos escalas del VMIQ. Se discuten los resultados y se proponen nuevas líneas de investigación. PALABRAS CLAVE Imagen. Imagen del movimiento. Capacidad de imagen. Deporte. Expertos deportistas. ABSTRAC Imagery-based methods are widely used in sports training, and it is thus of interest to assess sportspersons' capacity for image formation. Since the development of specific tests to measure capacity for movement image formation, many authors have found a relationship between image formation capacity and sports ability. The present study aimed to assess which of the available imaging tests best discriminates between sports enthusiasts and normal subjects. To this end we selected a sample of 124 subjects, students at the Sports Sciences Faculty and Education Sciences Faculty. The imaging capacities of these subjects were evaluated by three tests: the Movement Imagery Questionnaire (MIQ) of Hall and Pongrac (1983), the Vividness of Movement Imagery Questionnaire (VMIQ) of Isaac, Marks and Russell (1986), and the Vividness of Visual Imagery Questionnaire (VVIQ) of Marks (1973). Significant differences were detected between sports enthusiasts and normal subjects on two scales of the VMIQ. The results are discussed and future lines of research proposed. KEY WORDS Image. Movement imaging. Imaging capacity. Sport. Expert sportspersons.
Cuadernos de Psicología del Deporte Dirección General de Deportes-CARM
2006. Vol. 6, núm 2 Facultad de Piscología
ISSN: 1578-8423 Universidad de Murcia
Dirección de Contacto: María Ángeles González. Universidad de A Coruña. Facultad de
Ciencias de la Educación. Campus de Elviña, s/n. 15071 A Coruña, e-mail: magonzal@udc.es
E
EX
XP
PE
ER
RT
TO
OS
S
Y
Y
N
NO
O
E
EX
XP
PE
ER
RT
TO
OS
S
D
DE
EP
PO
OR
RT
TI
IS
ST
TA
AS
S:
:
D
DI
IF
FE
ER
RE
EN
NC
CI
IA
AS
S
E
EN
N
I
IM
MA
AG
GE
EN
N
M
ME
EN
NT
TA
AL
L
D
DE
EL
L
M
MO
OV
VI
IM
MI
IE
EN
NT
TO
O
María Ángeles González
Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de A Coruña. A Coruña.
Jorge Dopico
INEF Galicia. A Coruña
Eliseo Iglesias
INEF Galicia. A Coruña
Alfredo Campos
Facultad de Psicología. Universidad de Santiago de Compostela
RESUMEN
El entrenamiento mediante imagen es muy utilizado en las actividades deportivas, de ahí la importancia
de conocer la capacidad que tienen los individuos de formar las imágenes. Desde que aparecieron tests
específicos que miden la capacidad de formar imágenes del movimiento, son muchos los autores que
encontraron relación entre la capacidad de formar imágenes y el deporte. En nuestra investigación se
trataba de averiguar qué medida de imagen distingue mejor a los sujetos deportistas y a los no
deportistas. Para ello se seleccionó una muestra de 124 sujetos, estudiantes de las facultades de
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y de Ciencias de la Educación, y se le aplicaron dos tests
que miden viveza de imagen: el “Movement Imagery Questionnaire” (MIQ; Hall, & Pongrac, 1983), y el
“Vividness of Movement Imagery Questionnaire” (VMIQ; Isaac, Marks, & Russell, 1986), y un test de
viveza de imagen general, el “Vividness of Visual Imagery Questionnaire” (VVIQ; Marks, 1973). Se
encontraron diferencias significativas entre los deportistas y los no deportistas en las dos escalas del
VMIQ. Se discuten los resultados y se proponen nuevas líneas de investigación.
PALABRAS CLAVE
Imagen. Imagen del movimiento. Capacidad de imagen. Deporte. Expertos deportistas.
ABSTRAC
Imagery-based methods are widely used in sports training, and it is thus of interest to assess
sportspersons' capacity for image formation. Since the development of specific tests to measure capacity
for movement image formation, many authors have found a relationship between image formation
capacity and sports ability. The present study aimed to assess which of the available imaging tests best
discriminates between sports enthusiasts and normal subjects. To this end we selected a sample of 124
subjects, students at the Sports Sciences Faculty and Education Sciences Faculty. The imaging
capacities of these subjects were evaluated by three tests: the Movement Imagery Questionnaire (MIQ)
of Hall and Pongrac (1983), the Vividness of Movement Imagery Questionnaire (VMIQ) of Isaac, Marks
and Russell (1986), and the Vividness of Visual Imagery Questionnaire (VVIQ) of Marks (1973).
Significant differences were detected between sports enthusiasts and normal subjects on two scales of
the VMIQ. The results are discussed and future lines of research proposed.
KEY WORDS
Image. Movement imaging. Imaging capacity. Sport. Expert sportspersons.
M.A. González, J. Dopico, E. Iglesias y A. Campos
INTRODUCCIÓN
Desde hace bastantes años, las imágenes mentales se consideran un factor muy importante
en el entrenamiento de los deportistas de todos los niveles, y de todas las actividades deportivas
(Boschker, Bakker, & Michaels, 2002; Jordet, 2005; Taktek, Salmoni, & Rigal, 2004). Dado que para el
entrenamiento en imagen es muy importante la capacidad de formar imágenes que posee el individuo,
de ahí la importancia de un buen test que mida las habilidades individuales (Hall, Mack, Paivio, &
Hausenblas, 1998).
Hall (1998), uno de los autores que más ha trabajado en la evaluación de las imágenes de
los deportistas, distingue dos tipos de medidas de imagen: las que miden la frecuencia de uso de las
imágenes, como, por ejemplo, el “Imagery Use Questionnaire” (IUQ; Hall, Rodgers, & Barr, 1990), y
aquellos que miden la habilidad para formar imágenes, como, por ejemplo, el “Movement Imagery
Questionnaire” (MIQ; Hall, & Pongrac, 1983).
Paivio (1985), y posteriormente Hall, Mack, Paivio, y Hausenblas (1998), identifican cinco
usos que se pueden hacer de las imágenes mentales en el ámbito deportivo. Los usos pueden referirse
tanto a aspectos cognitivos como motivacionales, de ahí la dificultad en el diagnóstico de las imágenes
mentales. Antes de 1985 las investigaciones no encontraban relación entre la habilidad de formar
imágenes mentales y el rendimiento deportivo (ver Hall, 1985 para una revisión). Hall, Pongrac y Buckolz
(1985) explican esta falta de relación, en parte, debido a la falta de medidas que evaluasen la habilidad
para formar imágenes del movimiento, ya que tests que miden habilidad de formar imágenes, en
general, como el “Vividness of Visual Imagery Questionnaire” (VVIQ; Marks, 1973), no son muy
apropiados para medir muchas actividades de imagen aplicadas al deporte. Desde que aparecieron dos
medidas de imagen del movimiento, el “Movement Imagery Questionnaire” (MIQ; Hall & Pongrac, 1983),
y el “Vividness of Movement Imagery Questionnaire” (VMIQ; Isaac et al., 1986), los resultados de las
investigaciones encontraron mayores correlaciones entre la habilidad de imagen y el rendimiento
deportivo.
Probablemente el test que más se ha utilizado en el ámbito deportivo para medir las
imágenes mentales es el MIQ (Hall, & Pongrac, 1983). Consta de 18 items, la mitad mide imagen visual
del movimiento, y la segunda, imagen cinestésica del movimiento. Goss, Hall, Buckolz, y Fishburne
(1986) establecieron distintos grupos de sujetos en función de su habilidad de imagen del movimiento,
tanto visual como cinestésica, y encontraron que la habilidad de imagen está relacionada con la
habilidad para adquirir ciertas habilidades motoras. En otro estudio posterior, Hall, Buckolz, y Fishburne,
(1989) clasificaron a sujetos como altos y bajos en capacidad de formar imágenes del movimiento,
según el MIQ, y se analizó la diferencia entre ellos en la capacidad de recordar movimientos simples,
utilizando para ello tests de recuerdo y reconocimiento. No se encontraron diferencias entre los dos
grupos de imagen en el recuerdo de movimientos, sin embargo, existió diferencia entre los dos grupos
en la precisión con la que los movimientos fueron reproducidos. Los sujetos altos en imagen mental
reprodujeron los movimientos con más precisión que los sujetos bajos en capacidad de formar imágenes
mentales del movimiento.
Overby (1990) administró a dos grupos de mujeres, un grupo formado por 20 mujeres con
experiencia en danza y el otro formado por 20 mujeres sin experiencia en danza, la “Scale for the
Appraisal of Movement Satisfaction” (Nelson & Allen, 1970) que mide la imagen corporal que tiene el
sujeto sobre sí mismo cuando se mueve. También aplicó el MIQ (Hall & Pongrac, 1983) y el “Individual
Differences Questionnaire” (Paivio, 1971), que mide el grado en que un sujeto utiliza habitualmente
palabras o imágenes en el pensamiento. Y, finalmente, aplicó el “Stumpfs Cube Test” (Stumpf & Fay,
1983), que mide la habilidad viso-espacial. Encontró diferencias significativas entre los dos grupos en
todos los tests, excepto en el MIQ.
En 1992, Isaac estudió la relación entre la capacidad de formar imágenes, medida a través
del VMIQ, y la habilidad para saltar desde el trampolín. Utilizó dos grupos de sujetos, novatos y expertos
- 6 - Cuadernos de Psicología del Deporte, 2006, Vol. 6, núm. 1
Expertos y no expertos deportistas: Diferencias en imagen mental del movimiento
en salto, y los clasificó en altos y bajos en capacidad de formar imágenes mentales. Los sujetos altos en
imagen tuvieron un mejor desarrollo en el salto, en una tarea de aprendizaje de nuevos ejercicios
durante 6 semanas de entrenamiento. En nuestra investigación se trataba de analizar qué tipo de
cuestionario de imagen o escala de imagen detectaba mejor la diferencia en viveza de imagen de los
deportistas y de los no deportistas.
MÉTODO
La muestra estaba formada por 124 sujetos (42 hombres y 82 mujeres), estudiantes de las
facultades de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y de Ciencias de la Educación, con una media
de edad de 21.4 (SD = 1.4), y un rango de 20 a 24 años. Todos los sujetos participaron voluntariamente
en el experimento, y se les garantizó la confidencialidad de los resultados. A todos los sujetos se les
pasó la versión española del “Movement Imagery Questionnaire-Revised” (MIQ-R) (Campos & González,
2006), la versión española del “Vividness of Movement Imagery Questionnaire” (VMIQ) (Campos &
Pérez, 1990), y la versión española del “Vividness of Visual Imagery Questionnaire” (VVIQ) (Campos,
González, & Amor, 2002).
El MIQ-R (Hall y Martin, 1997) consta de 8 ítems, 4 ítems miden imagen visual del
movimiento y 4 miden imagen cinestésica del movimiento. La puntuación de cada ítem consta de 4
pasos: En primer lugar el sujeto tiene que estar en la posición que se le indique para comenzar un
movimiento. En segundo lugar, se describe el movimiento y el sujeto tiene que desarrollarlo físicamente.
En tercer lugar, el sujeto vuelve a la posición inicial, y se imagina haciendo el movimiento (pero sin
hacerlo en la realidad). Y, finalmente, el sujeto puntúa lo fácil o difícil que le resultó imaginarse el
movimiento, y lo puntúa en una escala de 1 (muy difícil de ver o de sentir) a 7 (muy fácil de ver o de
sentir). Campos y González (2006) encontraron un alfa de Cronbach de .84 para el test total, .80 para la
subescala visual, y .84 para la subescala cinestésica.
El VMIQ (Isaac et al., 1986) consta de 24 ítems que se refieren a la imagen visual del
movimiento. A los sujetos se les dice que se imaginen, en primer lugar, a otra persona haciendo el
movimiento, y en segundo lugar, que se imaginen a sí mismos haciendo el movimiento. La escala de
puntuación de cada ítem oscila entre 1 (imagen perfectamente clara y tan viva como una experiencia
real”, y 5 (ninguna imagen). Campos y Pérez (1990) encontraron, en una muestra de estudiantes
universitarios, un único factor que explicaba el 47.50 del total de la varianza.
El VVIQ (Marks, 1973) consta de 16 ítems que se refieren a diferentes situaciones que el
sujeto tiene que visualizar, y puntuar la viveza de imagen, en una escala de 5 puntos, donde el 1 indica
“imagen perfectamente clara y tan viva como una visión normal), y el 5 indica “ninguna imagen, tú sólo
conoces lo que estás pensando de esa habilidad”. Altas puntuaciones indican baja viveza de imagen del
movimiento y viceversa. El sujeto completa el cuestionario, primero con los ojos abiertos, y después, con
los ojos cerrados. Campos et al. (2002) encontraron en una amplia muestra de estudiantes de Educación
Secundaria Obligatoria, que el cuestionario tenía un solo factor que explicaba el 36.6% de la varianza
total, y tenía un alfa de Cronbach de .88.
RESULTADOS
En primer lugar, deseábamos saber el grado de correlación entre las medidas de imagen,
para ello efectuamos correlaciones de Pearson entre todas las escalas. Los resultados se encuentran en
la Tabla 1.
Hemos encontrado que todas las medidas utilizadas correlacionan significativamente (p <
.01) entre sí. las mayores correlaciones se encontraron entre las dos escalas del VMIQ, y entre éstas y
el VVIQ.
Cuadernos de Psicología del Deporte, 2006, Vol. 6, núm. 1 - 7 -
M.A. González, J. Dopico, E. Iglesias y A. Campos
Tabla 1.- Correlación de Pearson entre las diferentes subescalas de los tests (N = 124)
Item 1
2
3
4
5
1.- MIQ-R Cinestesia
2.- MIQ-R Imagen .45
3.- VMIQ Otro -.27
-.43
4.- VMIQ Tú mismo -.30
-.44
.65
5.- VVIQ -.26
-.40
.64
.63
M 24.24
25.23
43.11
42.677
58.07
SD 2.88
2.66
14.68
16.49
16.91
Nota: Todas las correlaciones son significativas (p < .01).
Como los grupos de deportistas y no deportistas no estaban igualados en número de sujetos
de cada género, lo primero que nos interesaba saber es si el sexo influía en la imagen. Las medias de
cada grupo se encuentran en la Tabla 2. Para saber si existían diferencias entre las medias de los
hombres y de las mujeres en alguna de las escalas de imagen utilizadas, efectuamos un Análisis
Multivariado de la Varianza (MANOVA), tomando como variable independiente el sexo, y como variables
dependientes cada una de las medidas de imagen utilizadas: MIQ-R Cinestesia, MIQ-R Imagen, VMIQ
Otro, VMIQ Tú mismo, VVIQ. Encontramos una Lambda de Wilks = .939, F(5,118) = 1.528, p > .05, lo
que nos indica que no hay diferencia en imagen entre los hombres y las mujeres en ninguna de las
escalas utilizadas.
Tabla 2.- Medias y desviaciones típicas obtenidas por las mujeres y por los hombres en las distintas
subescalas de los tests de imagen
Mujeres
Hombres
Tests M
SD
M
SD
MIQ-R Cinestesia 24.10
2.89
24.07
3.33
MIQ-R Imagen 25.29
2.61
24.93
2.93
VMIQ Otro 43.83
13.42
41.43
16.47
VMIQ Tú mismo 44.62
14.94
39.48
18.57
VVIQ 58.39
15.46
59.10
19.92
El último análisis que nos interesaba efectuar era comprobar si existían diferencias entre los
deportistas y los no deportistas en alguna de las medidas de imagen utilizadas. Las medias de los
grupos se encuentran en la Tabla 3. Para saber si existían diferencias significativas entre las
puntuaciones obtenidas por los deportistas y los no deportistas en alguna de las escalas de imagen
utilizadas, efectuamos un Análisis Multivariado de la Varianza (MANOVA), tomando como variable
independiente la práctica o no del deporte, y como variables dependientes cada una de las medidas de
imagen utilizadas: MIQ-R Cinestesia, MIQ-R Imagen, VMIQ Otro, VMIQ Tú mismo, VVIQ. Encontramos
una Lambda de Wilks = .869, F(5,114) = 3.440, p < .01, lo que nos indica que hay diferencias
significativas en imagen entre los deportistas y los no deportistas en alguna de las escalas utilizadas.
Los análisis univariados posteriores indicaron que existían diferencias significativas entre los deportistas
y los no deportistas en el VMIQ Otro, F(1,118) = 5.900, p < .05, y en VMIQ Tú mismo, F(1,118) = 5.086,
p < .05. No existieron diferencias significativas entre los deportistas y los no deportistas en el MIQ-R
Cinestesia, F(1,118) = 2.193, p = .141, en el MIQ-R Imagen, F(1,118) = .499, p = .481, ni en el VVIQ,
F(1,118) = .839, p = .362.
- 8 - Cuadernos de Psicología del Deporte, 2006, Vol. 6, núm. 1
Expertos y no expertos deportistas: Diferencias en imagen mental del movimiento
Tabla 3.- Medias y desviaciones típicas obtenidas por los deportistas y por los no deportistas en las
distintas subescalas de los tests de imagen
Deportistas
No deportistas
Total
Tests M
SD
M SD
M
SD
MIQ-R Cinestesia 24.65
3.01
23.87 2.73
24.24
2.88
MIQ-R Imagen 25.05
2.92
25.40 2.41
25.23
2.66
VMIQ Otro 39.75
14.67
46.14 14.13
43.11
14.68
VMIQ Tú mismo 39.16
16.82
45.84 15.65
42.67
16.49
VVIQ 56.58
17.94
59.41 15.95
58.07
16.91
DISCUSIÓN
En primer lugar hemos encontrado correlaciones significativas entre las distintas escalas del
mismo test, y entre las escalas de los diferentes tests. Este resultado coincide con la mayoría de los
estudios que analizan la relación entre las distintas medidas de imagen (Abma, Fry, Li, & Relyea, 2002;
Campos & González, 2006; Moritz, Hall, Martin, & Vadocz, 1996; Vadocz, Hall, & Moritz, 1997; Short &
Short, 2005).
De los distintos tests utilizados, sólo hemos encontrado diferencias significativas entre los
deportistas y los no deportistas en las subescalas del VMIQ: el VMIQ Otro, y el VMIQ Tú mismo. Estos
datos coinciden con los obtenidos por Isaac (1992). Sin embargo, no hemos encontrado diferencias
significativas entre los deportistas y los no deportistas en las subescalas del MIQ-R: MIQ-R Cinestesia,
MIQ-R Imagen, lo mismo que le había sucedido a Overby (1990), y contrariamente a lo que habían
encontrado otros autores (Goss et al.,1986; Hall et al., 1989). Quizás estos resultados se puedan
interpretar diciendo que, cuando los deportistas no tienen una práctica muy intensa en deporte y durante
bastantes años, hay poca diferencia entre ellos en capacidad de imagen del movimiento (Lorant &
Gaillot, 2004), de ahí que no todos los tests de imagen sean capaces de captar estas diferencias. De
hecho, Campos, Pérez-Fabello, y Díaz (2000) utilizaron tres grupos de sujetos de gimnasia rítmica,
clasificados por el rendimiento, y sólo encontraron diferencias significativas en el MIQ entre el grupo de
nivel alto y el de nivel medio, y entre el grupo de nivel alto y el de nivel bajo. Nuevos estudios con
nuevos métodos de evaluación de las imágenes, propiciarán que exista una mayor capacidad de
diagnóstico, y de discriminación entre los sujetos altos y bajos en imagen mental del movimiento.
REFERENCIAS BIBLIGRÁFICAS
Abma, C. L., Fry, M. D., Li, Y., & Relyea, G. (2002). Differences in imagery content and imagery ability
between high and low confident track and field athletes. Journal of Applied Sport Psychology,
14, 67-75.
Boschker,M. S. J., Bakker, F. C., & Michaels, C. F. (2002). Effect of mental imagery on realizing
affordances. Quarterly Journal of Experimental Psychology, 55-A, 775-792.
Campos, A., & González, M. A. (2006). Psychometric properties of the Spanish version of the Movement
Imagery Questionnaire-Revised. Manuscrito enviado a publicar.
Campos, A., González, M. A., & Amor, A. (2002). The Spanish version of the Vividness of Visual Imagery
Questionnaire: Factor structure and internal consistency reliability. Psychological Reports,
90, 503-506.
Campos, A., & Pérez, M. J. (1990). A factor analytic study of two measures of mental imagery.
Perceptual and Motor Skills, 71, 995-1001.
Campos, A., Pérez-Fabello, M.J., & Díaz, P. (2000). Gimnasia rítmica: La imagen mental de los novatos
y expertos gimnastas. Revista de Psicología del Deporte, 9, 87-93.
Cuadernos de Psicología del Deporte, 2006, Vol. 6, núm. 1 - 9 -
M.A. González, J. Dopico, E. Iglesias y A. Campos
- 10 - Cuadernos de Psicología del Deporte, 2006, Vol. 6, núm. 1
Goss, S., Hall, C., Buckolz, E., & Fishburne, G. (1986). Imagery ability and the acquisition and retention
of movements. Memory & Cognition, 14, 469-477.
Hall, C. (1985). Individual differences in the mental practice and imagery of motor skill performance.
Canadian Journal of Applied Sport Sciences, 10, 17S-21S.
Hall, C. (1998). Measuring imagery abilities and imagery use. In J. L. Duda (Ed.). Advances in sport and
exercise psychology measurement (pp. 165-172). Morgantown, WV: Fitness Information
Technology.
Hall, C., Buckolz, E., & Fishburne, G. (1989). Searching for a relationship between imagery ability and
memory of movements. Journal of Human Movement Studies, 17, 89-100.
Hall, C., Mack, D. E., Paivio, A., & Hausenblas, H. (1998). Imagery use by athletes: Development of the
Sport Imagery Questionnaire. International Journal of Sport Psychology, 29, 73-89.
Hall, C., & Martin, K. A. (1997). Measuring movement imagery abilities: A revision of the Movement
Imagery Questionnaire. Journal of Mental Imagery, 21, 143-154.
Hall, C., & Pongrac, C. (1983). Movement Imagery Questionnaire. London, Canada: University of
Western Ontario.
Hall, C., Pongrac, J., & Buckolz, E. (1985). The measurement of imagery ability. Human Movement
Science, 4, 107-118.
Hall, C., Rodgers, W. M., & Barr, K. A. (1990). The use of imagery by athletes in selected sports. Sport
Psychologist, 4, 1-10.
Isaac, A. (1992). Mental practice – Does it work in the field? Sport Psychologist, 6, 192-198.
Isaac, A., Marks, D. F., & Russell, D. G. (1986). An instrument for assessing imagery of movement: The
Vividness of Movement Imagery Questionnaire. Journal of Mental Imagery, 10, 23-30.
Jordet, G. (2005). Perceptual training in soccer: An imagery intervention study with elite players. Journal
of Applied Sport Psychology, 17, 140-156.
Lorant, J., & Gaillot, L. (2004). Validation de la version française du Movement Imagery Questionnaire
(MIQ). Revue Canadienne des Sciences du Comportement, 36, 30-35.
Marks, D. F. (1973). Visual imagery differences in the recall of pictures. British Journal of Psychology, 64,
17-24.
Moritz, S. E., Hall, C. R., Martin, K. A., & Vadocz, E. (1996). What are confident athletes imaging?: An
examination of image content. Sport Psychologist, 10, 171-179.
Nelson, B., & Allen, D. (1970). Scale for the appraisal of movement satisfaction. Perceptual and Motor
Skills, 31, 795-800.
Overby, L. Y. (1990). A comparison of novice and experienced dancers´ imagery ability. Journal of
Mental Imagery, 14, 173-184.
Paivio, A. (1971). Imagery and verbal processes. New York: Holt, Rinehart and Winston.
Paivio, A. (1985). Cognitive and motivational functions of imagery in human performance. Canadian
Journal of Applied Sport Sciences, 10, 22S-28S.
Short, S. E., & Short, M. W. (2005). Differences between high- and low-confident football players on
imagery functions: A consideration of the athletes´ perceptions. Journal of Applied Sport
Psychology, 17, 197-208.
Stumpf, H., & Fay, E. (1983). Sclauch figuren: Ein test zur beurteilung des rewmalichen
vorstellungsvermogens. Gottingen: Verlag fur Psychologies.
Taktek, K., Salmoni, A., & Rigal, R. (2004). The effects of mental imagery on the learning and transfer of
a discrete motor task by young children. Journal of Mental Imagery, 28 (3 & 4), 87-120.
Vadocz, E. A., Hall, C. R., & Moritz, S. E. (1997). The relationship between competitive anxiety and
imagery use. Journal of Applied Sport Psychology, 9, 141-153.
... We used three reference groups of university students. The reference groups consisted of a group of 144 classmates of AC (91 women and 53 men, mean age 21.8 years, range 18-26 years) (Campos, 2004 Group); a group of 82 women, with a mean age of 21.4 years (SD = 1.4), range of 20-24 years (González et al., 2006 Group) and a group of 123 undergraduate women, with a mean age of 19.67 years (SD = 1.58), and a range of 18-24 years (Campos & Campos-Juanatey, 2014 Group). ...
... Results obtained by AC in the VVIT, VMIQ, VVQ, and Gordon Test were compared with those obtained by Campos (2004) in a group of college students. Results obtained in the VMIQ were compared with those obtained by González et al. (2006) and results obtained in the Bett's QMI were compared with those obtained by Campos and Campos-Juanatey (2014). ...
... In the VMIQ, AC obtained 4.21 (Someone) (see Table 1), which is far from a confidence interval that ranged between 1.71 and 1.95 (SD = .56) (González et al., 2006). It should be stressed that high scores indicate low image vividness of the movement and vice versa. ...
Article
Full-text available
In this study, we ask whether a subject rates some sensory images change with time. We tested an adult female, aged 43 years, who became blind at 20 years of age. Her imagery had been previously measured on two occasions, at age 23, after 3 years of blindness, and at age 34, after 14 years of blindness. Several tests were now conducted to measure her imagery vividness, imagery control, and mental images linked to several other senses. She was found to score lower than the confidence interval obtained in the reference groups of sighted subjects on mental images that are linked to a sense involving vision, such as visual images. Conversely, the participant scored much higher than the confidence interval obtained in a reference group on mental images, such as auditory, cutaneous, gustatory, olfactory, and organic imagery. Scores on imagery tests may lower with blindness duration, and ratings of images related to other senses may increase.
... Artists tend to use object imagery and are object visualizers, whereas scientists and professionals such as architects tend to use spatial imagery and are spatial visualizers (Blajenkova, et al., 2006a;Kozhevnikov, et al., 2002Kozhevnikov, et al., , 2005. There are significant differences between individuals who score high on tests measuring spatial imagery and those who score low in performing tasks that require the use of spatial imagery (Campos, et al., 2000;González, et al., 2006;Meneghetti, et al., 2011). Hence, in the present study, differences between individuals with high and low scores in spatial ability were analyzed according to the number of elements included in their building plans and their configuration. ...
... Participants who had high scores for spatial-imagery ability included more elements than did those with low scores for spatialimagery ability. These results are in agreement with the work of Campos, et al. (2000); González, et al. (2006);and Meneghetti, et al. (2011), who found high-scoring visualizers (high in imagery) scored higher in spatial tasks than low-scoring visualizers. ...
... Participants who scored high in spatial-imagery ability obtained higher scores for configuration than those who scored low in spatial-imagery ability. This result corroborates the findings of previous studies (Campos, et al., 2000;González, et al., 2006;Meneghetti, et al., 2011), which reported that high-scoring visualizers (high in imagery) scored higher in spatial tasks than low-scoring visualizers. ...
Article
This study analyzed the mental-map representations of one floor of a building by architecture undergraduates at the University of A Coruña, Spain. Participants included 260 undergraduates from the school of architecture-125 second-year and 135 fourth-year students. The study consisted of two tasks. First, participants were given five minutes to draw a mental map of the first-floor library at the school of architecture. Second, to evaluate their spatial abilities, participants were given a test that measured their ability to form spatial mental imagery. The drawings of the second-year students were then compared with those of the fourth-year students, evaluating the number of elements represented and their configuration. All of the participants employed the same "top view" representation technique, a plan view of the dihedral system, without incorporating elevation or three-dimensional views. The fourth-year students included more elements than the second-year students. Spatial-imagery ability influenced the number of elements included and their configuration.
... Esta investigación concluye que el QE se ha demostrado que apuntala el éxito contra rendimiento habilidad; diferenciar ambos conocimientos (inter-individual) y competencia (intraindividual), con expertos deportivos y exitosos intentos por duraciones más largas de QE. La investigación reciente ha identificado que el QE es susceptible a la descomposición en circunstancias exigentes y que provocan ansiedad (13), y que el entrenamiento QE puede ser beneficioso para la adquisición (41), perfeccionamiento (12,42), y mejora de las habilidades de focalización. ...
... En la misma línea concluyen los resultados de Munroe-Chandler, Hall y Fishburne (2008) quienes, tras una serie de análisis de regresión, determinaron que la visualización era un predictor significativo de la autoconfianza y la autoeficacia de jóvenes jugadores de fútbol de diferente nivel. Además, el nivel de habilidad en imaginería ha demostrado ser un buen indicador para encontrar diferencias entre deportistas expertos y no expertos (Isaac, 1992; González, Dopico, Iglesias y Campos, 2006). ...
Article
Full-text available
Resumen: Esta investigación tuvo como objetivo encontrar evidencias de validez factorial y fiabilidad del Sport Imagery Ability Questionnaire SIAQ (Williams y Cumming, 2011) en una versión traducida al castellano y denominada Cuestionario de Habilidad de Imaginería en el Deporte (CHID). Evalúa la facilidad a la hora de generar imágenes de diferente contenido de los y las deportistas en cinco ámbitos diferentes Estrategia, Adversidad, Habilidad, Afectos y Logro. Se ha llevado a cabo un estudio con una muestra de 360 deportistas, 93 mujeres y 267 hombres, de diferentes modalidades tanto individuales como colectivas. Tomando el modelo teórico final del estudio de Williams y Cumming (2011) se llevó a cabo un Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) que reveló un modelo de 5 factores y 15 ítems con evidencias de validez factorial. Asimismo, se llevaron a cabo un análisis de consistencia interna (alfa de Cronbach, fiabilidad compuesta y promedio de varianza explicada), y otro de estabilidad temporal (test-retest con un intervalo de un mes entre la primera y la segunda vez que completan el cuestionario) para hallar evidencias de fiabilidad del instrumento. En general, el CHID demuestra una buena validez factorial y consistencia interna. Palabras Clave: Visualización, instrumento, fiabilidad, validez Abstract: This research aimed to find evidence of the validity and reliability of the Sport Imagery Ability Questionnaire SIAQ (Williams and Cumming, 2011) in a Spanish translated version called “Cuestionario de Habilidad de Imaginería en el Deporte” (CHID). The SIAQ is a 15 item questionnaire to assess five types of athlete imagery ability: skill imagery ability, strategy imagery ability, goal imagery ability, affect imagery ability, and mastery imagery ability. The study consisted of a sample of 360 athletes, 93 women and 267 men, of different individual and team sports. Taking the final theoretical model of Williams and Cumming (2011), the researchers conducted a Confirmatory Factor Analysis (CFA) that revealed a model of 5 factors and 15 items with evidence of factorial validity. Furthermore, an analysis of internal consistency (Cronbach’s alpha, composite reliability and Average Variance Extracted) and a test-retest analysis were carried out, with a time interval of a month in between, to find evidence of the reliability of the instrument. In general, the CHID demonstrates good factorial validity and internal reliability. Keywords: Visualization, instrument, reliability, validity Resumo: Esta pesquisa teve como objetivo encontrar evidências de validade e confiabilidade do questionário Sport Imagery Ability Questionnaire SIAQ (Williams e Cumming, 2011) em uma versão traduzida em espanhol chamada «Cuestionario de Habilidad de Imaginería en el Deporte» (CHID, Cuestionário de Habilidade de Imagiologia no Deporte). O SIAQ é um questionário de 15 itens para avaliar cinco tipos de habilidades de imaginação de atleta diferentes: habilidade de imaginação, habilidade de capacidade de estratégia, habilidade de imagem de objetivo, habilidade de imagem de afeto e habilidade de imagem de domínio. O estudo consistiu de uma amostra de 360 atletas, 93 mulheres e 267 Homens, de diferentes esportes individuais e de equipe. Considerando o modelo teórico final de Williams e Cumming (2011), os pesquisadores realizaram uma análise de fatores confirmatória (CFA) que revelou um modelo de 5 fatores e 15 itens com evidência de validade. Realizou-se também uma análise de consistência interna (alfa de Cronbach, confiabilidade composta e variância média extraída). Por fim, foi feita uma análise teste-reteste com um intervalo de tempo de um mês entre os dois. Em geral, o CHID que demonstra boa validade fatorial e confiabilidade interna. Palavras-chave: Visualização, instrumento, confiabilidade, validade
... En esta investigación se encontró que los individuos de alta capacidad de rotación de imágenes tuvieron más aciertos sin restar los errores, menos errores, y más aciertos cuando se restaron los errores. Esta influencia de la capacidad de rotación de imágenes en la rotación se mapas urbanos se observó también en otras investigaciones (Campos et al., 2000;Coluccia et al., 2007;González et al., 2006;Pazzaglia y Moé, 2013) en las que las tareas también consistían en la rotación de alguna otra tarea. ...
Article
Full-text available
La formación y el entrenamiento en el desarrollo de las capacidades de visión e imaginación espacial durante la educación incrementan la habilidad de formar imágenes, y el rendimiento en las tareas que las utilizan. En esta investigación se analizó si el tipo de estudios (Arquitectura, y Administración y Dirección de Empresas) y la capacidad de rotar imágenes mentales influían en el número de aciertos, errores, y aciertos menos errores, en la rotación de mapas urbanos. Con este fin, se seleccionó un grupo de 208 estudiantes universitarios de Arquitectura, y de Administración y Dirección de Empresas, y les presentamos una tarea que consistió en analizar si la posición de 90 pares de mapas urbanos era igual o simétrica. Se evaluó el número de aciertos, errores, y aciertos menos errores. Se encontró que, tanto el tipo de estudio como la habilidad para rotar imágenes influyeron en el número de aciertos (sin contabilizar los errores), y en el número de rotaciones correctas (aciertos menos errores). La habilidad de rotar imágenes mentales también influyó en el número de errores en la rotación de mapas urbanos.
... de unos factores sobre otros para ese deporte en particular . Un estudio reciente logró identificar factores (físicos-condicionales, antropométricos y psicológicos), como predictores de éxito, comparándose entre deportistas de elite y deportistas amateur en la lucha olímpica (López-Gullón et al . 2011) . Aspecto que también ha sido corroborado por González et al . (2006), al hallar diferencias significativas en cuanto a variables relacionadas a la imagen mental, entre deportistas expertos y no expertos . ...
Article
The study aimed to identify the training methods in physical strength and endurance used by coaches with their athletes in the South American Games, Medellin 2010, taking also into account characteristics such as education, sports experience and experience of the coaches. A descriptivequantitative cross-sectional study was realized. The intentional sample consisted of 93 technical (86 men and 7 women) from 13 countries in 28 different sports. It was found that 85.4% of technicians are university graduates and their highest technical experience was at the Olympic level. The results obtained describe that the methods used for the development of resistance were an interval one (24.7%), repetitions (21.3%) and varied continuous (19.7%). For strength it was weightlifting with 65.7%. Eight out of each ten coaches are professionals and have good international experience. Therefore, it is concluded that there is no homogenization in using a particular method to develop strength and endurance.
... de unos factores sobre otros para ese deporte en particular . Un estudio reciente logró identificar factores (físicos-condicionales, antropométricos y psicológicos), como predictores de éxito, comparándose entre deportistas de elite y deportistas amateur en la lucha olímpica (López-Gullón et al . 2011) . Aspecto que también ha sido corroborado por González et al . (2006), al hallar diferencias significativas en cuanto a variables relacionadas a la imagen mental, entre deportistas expertos y no expertos . ...
Article
Con el objetivo de identificar los métodos de entrenamiento en las capacidades físicas de la fuerza y de resistencia que fueron empleados por los entrenadores con sus deportistas en los Juegos Sudamericanos Medellín 2010, en función de características como: nivel educativo, experiencia deportiva y los procesos desarrollados con los deportistas, se ejecutó un estudio descriptivo-cuantitativo de corte transversal. La muestra intencional estuvo conformada por 93 técnicos (86 hombres y 7 mujeres), provenientes de 13 países, en 28 modalidades deportivas. El estudio, se realizó en la ciudad de Medellín (Colombia), durante marzo de 2010. Se encontró, que el 85,4% de los técnicos tienen formación universitaria y su mayor experiencia como técnicos es a nivel olímpico. Los resultados hallados describen que los métodos más utilizados para el desarrollo de la resistencia fueron el interválico (24,7%), repeticiones (21,3%) y continuo variado (19,7%). Para la fuerza fue el pesista con 65,7%; ocho de cada diez entrenadores son profesionales y presentan buena experiencia a nivel internacional. Por lo tanto, se concluye que no existe una homogenización en la utilización de un método en particular para el desarrollo de la fuerza y de la resistencia.
... Diversos estudios que emplearon el análisis de regresión múltiple con un número considerable de variables independientes relacionadas con el éxito en lucha masculina (Nagle, Morgan, Hellickson, Serfass & Alexander, 1975;Silva, Shultz, Haslam & Murray, 1981) encontraron que las variables fisiológicas explicaban entre el 45%-48% del rendimiento en esta modalidad, y que unido a las variables psicológicas llegaban a explicar el 79%-85%. Aunque para nuestro conocimiento únicamente el estudio de López-Gullón et al., (2011a) ha podido comparar el rendimiento psicológico entre dos niveles competitivos en lucha masculina, diferentes investigadores han establecido relaciones entre un gran número de habilidades psicológicas (i.e., autoconfianza, motivación, concentración, visualización o control de la activación, estrés y ansiedad en el deporte) y el rendimiento del propio deportista en su especialidad (Campos, Pérez-Fabello & Díaz, 2000;Cox, 2009;Garcés de los Fayos, Olmedilla & Jara, 2006;González, Dopico, Iglesias & Campos, 2006;López, 2009;Sánchez & Ruiz, 2006;Sosa, Jaenes, Godoy & Oliver, 2009;Williams, 2009). En el ámbito concreto de los deportes de combate, diversos investigadores han encontrado diferentes características psicológicas íntimamente relacionadas con el rendimiento deportivo en taekwondo (Álvarez, Castillo & Falcó, 2010;Pelegrín & Jara, 2009) y en judo (Ruiz, 2007(Ruiz, , 2008Torres, Hernández, Ortega & Olmedilla, 2010). ...
Article
Full-text available
This study was undertaken to determine differences in physical, psychological and body composition variables related to success in female Olympic wrestling. Thirty five female freestyle wrestlers were assigned into two groups according to their competitive level: Elite (n=13) and Amateur (n=22). All subjects underwent an anthropometric assessment, a complete physical fitness test battery (maximal dynamic and isometric strength, muscle power output, crank-arm Wingate test, running speed and hamstring extensibility) as well as psychological characteristics assessment associated with sport performance through the Psychological Performance Inventory. Elite wrestlers were older, had more training experience, maximal dynamic and isometric strength, muscle power, mean and peak power during the crank-arm Wingate test, as well as lower percent body fat values. Furthermore, elite wrestlers showed significantly higher self-perceptions in the self-confidence scale. The present results suggest that several neuromuscular, anaerobic and psychological performance markers can be consider such as success predictors in female Olympic wrestling.
Article
Full-text available
This study assessed significant differences in the types of mental imagery used by participants practicing sports (indoor football and basketball) or undertaking physical activity (pilates and ballroom dancing). The selected sample of 200 women (50 practicing pilates, 50 ballroom, 50 indoor football, and 50 basketball) was administered the Spanish version of the Object-Spatial Imagery and Verbal Questionnaire (OSIVQ). Significant differences in each of the scales of the OSIVQ between participants involved in sports or physical activity were assessed. Women practicing pilates were found to have verbal processing whereas ballroom dancers, indoor football or basketball players used object imagery. An analysis of physical activity (pilates and ballroom dancing) and sports (indoor football and basketball) revealed that all participants used object imagery. We propose new research lines. © 2016: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia Murcia (España).
Article
Full-text available
En esta investigación deseábamos saber si existía diferencia significativa entre distintas tareas que implicaban actividad física (pilates y bailes de salón) y tareas deportivas (fútbol sala y baloncesto) en el tipo de imagen que utilizaban las participantes. Para ello, seleccionamos un grupo de 200 mujeres (50 de pilates, 50 de bailes de salón, 50 de fútbol sala, y 50 de baloncesto), practicantes de la actividad física o del deporte, y les aplicamos la versión española del Object-Spatial Imagery and Verbal Questionnaire (OSIVQ). Posteriormente analizamos si existían diferencias significativas entre la actividad física y el deporte, y entre las diferentes actividades físicas (pilates y bailes de salón), y entre diferentes deportes (fútbol y baloncesto), en cada una de las escalas del OSIVQ. Encontramos que las practicantes de pilates tenían un procesamiento verbal, y las practicantes de bailes de salón, las de fútbol sala y las de baloncesto utilizaban imágenes del objeto. Cuando se analizó la actividad física (pilates y bailes de salón, conjuntamente), y la actividad deportiva (fútbol sala y baloncesto, conjuntamente) se encontró que tanto las participantes de la actividad física como las participantes de la actividad deportiva prefieren utilizar la imagen del objeto. Se ofrecen nuevas líneas de investigación.
Article
Full-text available
The purpose of this study was to determine whether an ecological imagery intervention program would affect perception (i.e., exploratory activity and prospective control of future actions) in three elite soccer players. The imagery was adjusted to the unique action opportunities typically experienced by each player in games. A single case, multiple baseline across participants design was implemented and close-up video analyses were conducted from a series of league games. Post-intervention questionnaires and interviews were also carried out to support the video analyses. Two of the participants appeared to increase their visual exploratory activity, but only one of the participants marginally improved his performance with the ball. It was concluded that elite players can improve components of perception through ecological imagery training, but it is questionable to what extent this leads to improved prospective control of actions. It is recommended that future imagery and/or perceptual training research addresses specific types of actions more directly.
Article
Despite the advocacy of a confidence-enhancing function of mental imagery, the relationship between confidence and imagery has received little attention from sport researchers. The primary purpose of the present study was to identify the specific image content of confident athletes. Fifty-seven elite competitive rollerskaters completed the Movement Imagery Questionnaire-Revised (MIQ-R), the Sport Imagery Questionnaire (SIQ), and the State Sport Confidence Inventory (SSCI). Results revealed that high sport-confident athletes used more mastery and arousal imagery, and had better kinesthetic and visual imagery ability than low sport-confident athletes did. A hierarchical multiple regression analysis revealed that mastery imagery accounted for the majority of variance in SSCI scores (20%). The results of this study suggest that when it comes to sport confidence, the imaged rehearsal of specific sport skills may not be as important as the imagery of sport-related mastery experiences and emotions.
Article
The recall and recognition of a list of movements by subjects classified as either high or low imagers was examined. Imagery ability was determined by the Movement Imagery Questionnaire. The movements were initially presented to the subjects on a computer monitor. Following the presentation of each movement, the subjects produced the movement using a pantograph, imagined the movement, and then produced the movement a second time. Once all movements had been presented using this procedure, subjects performed a distractor task and then were asked to recall as many of the movements as possible. Recall and recognition performance were also measured one week later. There proved to be no differences between the high and low imagers for either of the recall tests or for recognition performance. When the physical accuracy with which the movements were recalled was assessed, however, high images were more accurate than low imagers. These results suggest that high imagers can be expected to have little advantage over low imagers on standard movement recall and recognition tests, but individual differences in imagery ability can influence motor task performance.
Article
The Sports Imagery Questionnaire (SIQ) was developed to assess the motivational and cognitive functions of imagery proposed by Paivio's Analytic Framework of Imagery Effects (1985). The present article reports three experiments designed to validate the content and construct properties of the SIQ. Initially, items were developed through a thorough literature review, other imagery questionnaires, and the expert evaluations of research professionals and elite athletes. In Experiments 1 and 2, the items on the SIQ were found to separate into distinct factors. These factors corresponded well with the functions of imagery proposed by Paivio. Experiment 3 was designed to assess construct and predictive validity in a sample of 271 athletes competing in individual and team sports. Again results revealed the existence of five distinct factors corresponding with the motivational and cognitive functions of imagery proposed. Predictive validity of the SIQ was supported in that greater imagery use was associated with successful performance. Finally, differences between individual and team sport athletes were observed with respect to the functions of imagery use. Overall, the results of these experiments indicate that the SIQ may be a useful tool for helping understand how athletes use different types of imagery.
Article
To examine the factor structure of the Vividness of Movement Imagery Questionnaire and the Visual Elaboration Scale measure, in Study I the former test was given to 133 psychology students and in Study II the latter test to 147 students. Principal components factor analysis yielded one factor for the former and five factors on the latter. The Visual Elaboration Scale has such a complex factor structure that difficulties may arise in interpretation. However, the Vividness of Movement Imagery Questionnaire has a simple unitary structure.
Article
Over the years it has been proven that the use of imagery can be a highly effective performance-enhancement technique in sport and that confidence is the most consistent psychological construct in distinguishing highly successful athletes from less successful ones. The purpose of this study was to investigate the relationship between imagery use and confidence by high- and low-confident athletes. Recent research has suggested and shown that different athletes use the same image for different functions. These studies question the usefulness of the Sport Imagery Questionnaire (SIQ) as it consists of 30 images that comprise 5 functions. In this study, an original and a modified version of the SIQ were used. The modified SIQ took into account that different athletes could use the same image for different functions as it computed the SIQ function scores according to the athletes' perceptions. Seventy-nine male collegiate football players participated. It was found that the imagery–confidence relationship differed according to how the SIQ subscale scores were computed.
Article
Imagery has been proposed to be an effective strategy for controlling levels of competitive anxiety, but little b known about how imagery functions to achieve this. This study explored the relationship between imagery use. imagery ability. competitive anxiety and performance. Fifty-seven Junior North American Roller Skating Championship competitors completed the revised Movement Imagery Questionnaire (MIQ-R), the Sport Imagery Questionnaire (SIQ), and the Competitive State Anxiety Inventory—2 (CSAI-2). Results from stepwise multiple regression analyses revealed visual imagery ability and motivational arousal imagery to be predictors of cognitive state anxiety. Visual imagery ability also predicted somatic state anxiety. while motivational mastery imagery was a predictor of self-confidence. With respect to the relationship between imagery use and imagery ability, high imagery ability was associated with higher imagery use. Finally, self-confidence and kinesthetic imagery ability scores correctly classified a majority of the subjects as medalists versus non-medalists. These results suggest that imagery can be used to help control competitive anxiety levels and enhance self-confidence.
Article
Examined the effectiveness of visual mental practice on the learning of a complex physical skill in an actual sport setting and explored the influence of imagery ability on performance. 70 novice and experienced trampolinists identified as high and low imagers were randomly assigned to a mental practice (MPR) or a control condition. High imagers improved significantly more than did low imagers. Also, MPR Ss showed significantly more improvement than did Ss in the control condition, thus supporting the effectiveness of MPR techniques in motor skill learning. (PsycINFO Database Record (c) 2012 APA, all rights reserved)
Article
To find out whether a relationship exists between dance experience and imagery ability, 20 experienced and 20 novice female dancers (aged 18–30 yrs) completed 4 questionnaires. They included the Scale for the Appraisal of Movement Satisfaction (B. Nelson and D. Allen, 1970); the Movement Imagery Questionnaire; the Individual Differences Questionnaire; and the Stumpfs Cube Test. In 3 of the imagery tests (body image, cognitive imagery, and spatial imagery) the experienced dancer clearly differed, and in 1 measure (movement imagery) there was no significant difference. Results suggest that dance experience is related to the development of the body image, visual-spatial ability, and a tendency to process visual and verbal information on more equal terms. (PsycINFO Database Record (c) 2012 APA, all rights reserved)