Una "constancia móvil" : la alta magistratura.
Como lo muestra el ejemplo del Tribunal Supremo, instancia suprema del orden judicial, la alta magistratura funda su autonomía así como aquella del derecho en el culto del precedente judicial. Culto inscrito en los origenes sociales y las trayectorias profesionales mas igualmente objetivado en los cuerpos y las cosas, las piedras y las ceremonias, los procedimientos de trabajo y las reglas de promoción. Inclinados por posición y disposición a la permanencia, los jueces supremos deben sin embargo saber conciliar los contrarios mientras evitan los extremos : tienden así a encarnar y a promover el movimiento en la estabilidad, o además la abertura en la reserva, la diversidad en la unidad. En razón de la antinomia de los principios que definen la excelencia judicial, los magistrados son predispuestos a estructurarse en dos poblaciones, de un lado los magistrados que responden mas bien a la dependencia de la justicia con relación al poder político y al hecho social ; del otro, los magistrados que realizan sobre todo las virtudes sacerdotales y las competencias técnicas constitutivas de la independencia judicial y de lo jurídico.