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Abstract

Several studies have reported a progressive reduction in the number of grant applications and research projects approved by medical doctors (MD) in the United States. The overall trend and current situation of MDs actively involved in biomedical research in Chile has not been defined. Thus, we analyzed the professional profile of the principal investigators (PI) that have led research grants approved by the Technology and Medical Sciences study groups of the Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT), during the last 20 years. The results show that the projects led by MDs corresponded to 80% in 1984, decreasing to 50% in 2003, with further reduction projected for the next years. We think that the physician doing biomedical research represents a human resource indispensable to preserve a genuine academic environment within medical schools; thus, it is necessary to design and apply strategies to reverse this worrying trend of less MDs actively involved in research in Chile. Among these, we consider important to stimulate research activities at both the undergraduate and postgraduate levels of MD training particularly increasing the flexibility of the postgraduate fellowship programs. In addition, it is necessary to support both in terms of money and spare time those physicians who are beginning an academic career involved in biomedical research. Finally, we consider important that non-academic institutions (e.g., pharmaceutical companies, health medical organizations, and philanthropic foundations) should also support academic development and biomedical research in our medical schools (Rev Méd Chile 2005; 133: 121-8)
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ARTÍCULO
ESPECIAL
Rev Méd Chile 2005; 133: 121-128
Médicos-Científicos en Chile:
¿Una especie en extinción?
Sofía P. Salas I1 y Attilio Rigotti R2.
Physicians in biomedical research in
Chile: A species under risk of
extinction?
Several studies have reported a progressive reduction in the
number of grant applications and research projects approved by medical doctors (MD) in the
United States. The overall trend and current situation of MDs actively involved in biomedical
research in Chile has not been defined. Thus, we analyzed the professional profile of the
principal investigators (PI) that have led research grants approved by the Technology and
Medical Sciences study groups of the Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico
(FONDECYT), during the last 20 years. The results show that the projects led by MDs
corresponded to 80% in 1984, decreasing to 50% in 2003, with further reduction projected for
the next years. We think that the physician doing biomedical research represents a human
resource indispensable to preserve a genuine academic environment within medical schools;
thus, it is necessary to design and apply strategies to reverse this worrying trend of less MDs
actively involved in research in Chile. Among these, we consider important to stimulate research
activities at both the undergraduate and postgraduate levels of MD training particularly
increasing the flexibility of the postgraduate fellowship programs. In addition, it is necessary to
support both in terms of money and spare time those physicians who are beginning an
academic career involved in biomedical research. Finally, we consider important that non-
academic institutions (e.g., pharmaceutical companies, health medical organizations, and
philanthropic foundations) should also support academic development and biomedical
research in our medical schools (Rev Méd Chile 2005; 133: 121-8).
(Key-words: Biomedical research; Clinical investigators; Medical research; Researchers)
Recibido el 10 de septiembre, 2004. Aceptado el 8 de octubre, 2004.
Departamentos de 1Obstetricia y Ginecología y 2Gastroenterología, Escuela de Medicina,
Pontificia Universidad Católica de Chile.
Correspondencia a: Dra. Sofía P. Salas. Marcoleta 391, San-
tiago. Fax: (56-2) 632-1924. Fono: (56-2) 354-8172.
E-mail: ssalas@med.puc.cl
Recientemente, diversas publicaciones han ex-
presado preocupación sobre el futuro de la
investigación clínica, especialmente sobre el desti-
no de aquellos que tradicionalmente la lideraban:
los «médicos científicos» o «médicos-investigado-
res», es decir, aquellos médicos (MD) o MD con
doctorados (PhD) que dedican la mayor parte de
su vida académica a la investigación bio-médica1-
5. Para fines prácticos, hemos agrupado bajo el
término de «investigación bio-médica» a la investi-
gación básica, investigación orientada a la enfer-
medad, investigación orientada al paciente, o
epidemiología clínica1,5-7, centrándonos en quién
investiga más que en lo que se investiga.
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ARTÍCULO
ESPECIAL
Rev Méd Chile 2005; 133: 121-128
En 1979, Wyngaarden señaló que los médicos-
investigadores eran una especie en extinción8.
Veinticinco años después, esta preocupación se ha
hecho extensiva a diversas especialidades de la
medicina, como gastroenterología9, psiquiatría10,
pediatría11, obstetricia12 y dermatología13. En la
actualidad, apenas 25% de los proyectos de
investigación financiados por los Institutos Nacio-
nales de la Salud de Estados Unidos (NIH) son
obtenidos por MD o MD-PhD1,6, debido a una
disminución absoluta, tanto del número de pro-
yectos presentados como de proyectos aprobados
por médicos, existiendo además una dramática
reducción en el número de médicos jóvenes que
postulan por primera vez a fondos del NIH6.
Para lograr una rápida traducción de los nuevos
descubrimientos al tratamiento de los pacientes, es
fundamental que exista un número suficiente de
médicos capaces de hacer preguntas clínicamente
relevantes en un ambiente propicio para investi-
gar14-16. De no ser así, puede desperdiciarse un
número importante de descubrimientos, al dificultar-
se que las nuevas tecnologías, medicamentos y
conocimiento lleguen en forma efectiva al paciente.
Diversos autores han propuesto que los hospitales y
centros ambulatorios universitarios, son los lugares
óptimos para el desarrollo pleno de este tipo de
médicos-investigadores. Haciendo una analogía con
la biodiversidad ecológica, se ha considerado que
los médicos-científicos no sobrevivirán si se destruye
este «ecosistema» tan particular que se desarrolla en
torno a las escuelas de medicina8,17,18. Desgraciada-
mente, muchos hospitales universitarios han optado
por sacrificar a las nuevas generaciones de médicos-
científicos, ya que la actividad de investigación es
visualizada como un uso ineficiente de recursos
humanos y materiales, difícil de conciliar con las
presiones por parte de los administradores económi-
cos por mantener un presupuesto equilibrado5,7.
¿Cuál es la realidad actual de los médicos-
científicos en Chile? ¿Están también sometidos al
riesgo de extinción? En el presente artículo,
entregamos evidencia que muestra que, en Chile,
también se observa una preocupante disminución
en la participación de médicos como líderes en
los proyectos de investigación del Fondo Nacional
de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDE-
CYT), dependiente de la Comisión Nacional de
Investigación Científica y Tecnológica (CONI-
CYT). Discutiremos los posibles motivos de esta
realidad nacional, las eventuales repercusiones
que esta disminución puede tener en la actividad
académica y, finalmente, propondremos estrate-
gias para intentar revertir esta situación.
PARTICIPACIÓN DE MÉDICOS EN
INVESTIGACIÓN BIO-MÉDICA EN CHILE
Para evaluar la participación de médicos en
investigación en Chile, analizamos el perfil profe-
sional de los investigadores responsables (IR) de
los proyectos regulares aprobados por FONDE-
CYT durante los últimos 20 años. En Chile, el
programa FONDECYT constituye la principal
fuente de fondos concursables para investigación
bio-médica no ligada a empresas farmaceúticas.
Los proyectos de médicos-investigadores son pre-
sentados al área de «Tecnología y Ciencias Médi-
cas», donde se agrupan todas las disciplinas de la
medicina clínica, enfermería y educación en salud,
farmacia, fisiopatología, odontología, enfermeda-
des de la nutrición y otras especialidades afines.
A partir de la información disponible en la base
de datos de CONICYT (www.conicyt.cl/bases/fon-
decyt/disciplina/100.html), buscamos la profesión y
la edad consignada de cada IR de los proyectos
adjudicados en la disciplina de Tecnología y Cien-
cias Médicas. Los antecedentes del IR se actualizan
periódicamente, por lo que la información consig-
nada puede no reflejar el grado académico del IR al
momento de ser aprobado el proyecto. Para el
propósito de este trabajo, agrupamos las profesio-
nes en las siguientes categorías: 1) Médico cirujano
(MD); 2) médico con doctorado en ciencias (MD-
PhD); 3) PhD y bioquímicos o biólogos; 4) Otras
(odontólogos, psicólogos, ingenieros, médicos ve-
terinarios, tecnólogos médicos, enfermeras). De los
232 proyectos aprobados en estos años, sólo en 2
no se obtuvo información sobre la profesión del IR,
asignándose ésta a la categoría «otras».
Tal como se aprecia en la Figura 1, tanto el
número absoluto, como la participación porcentual
de los IR con el título de MD o MD-PhD ha
disminuido en estos años. En este período, no se
observó una incorporación significativa de médicos a
los grupos de estudio FONDECYT del área de
Biología, por lo que la disminución de la participación
de médicos no es un mero cambio a otro grupo de
estudio de FONDECYT. Lamentablemente, descono-
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ARTÍCULO
ESPECIAL
MÉDICOS-CIENTÍFICOS EN CHILE: ¿UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN?- S Salas et al
cemos las características de los IR de los proyectos
rechazados, por lo que no es posible determinar si
existe menor competitividad de los médicos frente a
otros investigadores. Al menos en Estados Unidos,
esta disminución no se debió a pérdida de competiti-
vidad frente a los PhDs, sino que a menor número de
proyectos presentados por médicos19. Al menos
durante el año 2003, no hubo diferencias significativas
con respecto a la edad de los IR dentro de las distintas
categorías: MD=46±8 años; MD-PhD=55±10 años;
PhD=48±11 años y Otras=50±13 años, (valores pro-
medio ±ES, P > 0,05; ANOVA).
¿Es necesario que existan médicos-científicos?
Como hemos visto, en Chile la participación de
médicos como IR de proyectos del área de
Tecnología y Ciencias Médicas de FONDECYT se
encuentra en un punto crítico, con una clara
pendiente hacia la progresiva disminución (Figura
2). Expondremos, a continuación, nuestros argu-
mentos a favor de la idea de que sí importa que
disminuya la participación de médicos en investi-
gación bio-médica.
Los médicos cumplen un papel fundamental
en servir de puente entre los hallazgos observados
en el laboratorio y su posterior transferencia para
resolver problemas médicos en pacientes14,16,20.
Asimismo, los médicos clínicos serán los que
plantearán las preguntas fundamentales que
orientarán la investigación biomédica. Como lo
señalara Rosenberg, «puede ser cierto que la
educación médica no nos prepare para responder
FIGURA 1. Profesión de los
Investigadores Responsa-
bles de Proyectos Fonde-
cyt aprobados por los
grupos de Medicina, Pe-
ríodo 1984-2003, tanto en
números absolutos como
su distribución porcentual.
Gráficos generados a par-
tir de base de datos de
Fondecyt.
124
ARTÍCULO
ESPECIAL
preguntas científicas, pero sí es la situación ideal
para formularlas»6. Algo similar afirman Zemlo y
cols., cuando señalan que los médicos-investiga-
dores han sido entrenados para identificar aspec-
tos clínicamente relevantes en investigación
biomédica conducentes al desarrollo de proyectos
de investigación que unan las ciencias básicas con
la clínica. Estos autores consideran que los médi-
cos-científicos son «un recurso insustituible para
asegurar la excelencia en la educación médica,
puesto que enseñan a los alumnos las bases
científicas de la medicina y que el rigor científico
debe aplicarse tanto al cuidado del paciente como
a la investigación»5. La ausencia de médicos
involucrados en investigación no sólo dificultará
la formulación de nuevas preguntas inspiradas en
un enfermo, sino que también impedirá el flujo de
información clínicamente relevante desde el labo-
ratorio hacia los médicos tratantes14-16,20. Mat-
thews señala que el tipo de médico-investigador
más amenazado no es aquél dedicado por com-
pleto a la investigación básica y que compite de
igual a igual con un PhD, ni tampoco aquel
médico que analiza, organiza y aplica datos
clínicos o participa en ensayos clínicos. El grupo
más vulnerable corresponde al de aquellos médi-
cos que se encuentran tratando de balancear la
práctica clínica con la investigación básica. Según
Matthews, es de suma importancia tratar de
preservar este grupo, el cual, por su posición y
capacidad para desenvolverse entre ambos mun-
dos, puede con éxito establecer puentes reales y
sólidos entre la investigación básica y la práctica
clínica7. Nosotros compartimos esta visión.
POSIBLES EXPLICACIONES A LA DISMINUCIÓN DE LA PAR TI-
CIPACIÓN DE MÉDICOS EN INVESTIGACIÓN
Aspecto económico
Los motivos de la disminución de los médicos-
investigadores son múltiples y complejos. En
Estados Unidos, el crecimiento explosivo de la
salud administrada es considerado como una de
las amenazas más importantes que enfrentan los
médicos interesados en dedicarse a la investiga-
ción, ya que la administración ha impuesto una
contención del gasto en los centros académicos y
una fuerte presión para generar más recursos.
Estos condicionantes económicos, sin duda, han
repercutido en la motivación y formación de
nuevas generaciones de médicos-investigado-
res6,21-23. Los alumnos de pregrado escuchan a
sus tutores quejarse sobre lo difícil que es obtener
FIGURA 2. Porcentaje del to-
tal de Investigadores Res-
ponsables médicos versus
los no-médicos que apro-
baron proyectos Fondecyt
en los grupos de Medicina
durante los años 1984-2003.
Rev Méd Chile 2005; 133: 121-128
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ESPECIAL
financiamiento y perciben la frustración sobre el
poco tiempo libre que les queda para la investiga-
ción misma, frente a la demanda asistencial. Aún
más, los alumnos ven a sus tutores fuertemente
presionados para aumentar los ingresos dentro de
su grupo de trabajo. Adicionalmente, esta situa-
ción se agrava por el alto nivel de endeudamiento
de los estudiantes de medicina para financiar su
formación, lo que constituye un incentivo adicio-
nal hacia la búsqueda de mejores ingresos5-7. En
Chile, a diferencia de lo que ocurre con los fondos
del NIH, los honorarios para investigadores de
proyectos FONDECYT son insuficientes para com-
pensar los ingresos provenientes de la actividad
asistencial, por lo que es dable suponer que el
tema económico puede ser aún más relevante.
Experiencia de investigación a nivel del pregrado
Otra posible explicación se refiere al perfil del
egresado de medicina que se desea obtener. En el
último tiempo, se ha dado un énfasis importante en
atención primaria y salud pública, lo que no ha sido
balanceado por igual vigor en estimular la formación
de egresados dedicados a investigar6,24,25. El currículo
de muchas escuelas de medicina tampoco provee de
instancias suficientes para la formación en investiga-
ción, evidenciándose una disminución significativa
del número de horas dedicada a prácticas de labora-
torio26. Probablemente, esta disminución no será
modificada, debido a los costos, tanto en recursos
humanos como en renovación tecnológica, que se
requieren. Aún más, en países donde el ingreso de los
alumnos está determinado por un Comité de Admi-
sión, se ha privilegiado a estudiantes con fuerte
historial de servicio público, en desmedro de aquellos
con antecedentes de trabajo de investigación27. En un
estudio que analizó los múltiples factores que influ-
yen en el interés por una carrera de investigación
posterior a la titulación, se observó que aquellos
alumnos que siguieron realizando actividad científica,
se habían incorporado a escuelas de medicina priva-
das, mientras que los que ingresaron a escuelas
públicas presentaron una pérdida precoz de este
interés28. Esto puede reflejar el efecto importante que
tienen los modelos o las posibilidades de acceso a
actividades de investigación durante el pregrado.
Experiencia de investigación a nivel del postgrado
Otro aspecto se refiere a la formación en investi-
gación durante las becas de especialización. Si
bien los programas de doctorado en medicina
forman médicos capaces de realizar investigación
de primera línea, su impacto numérico es limita-
do. Asimismo, no es infrecuente constatar que al
término del doctorado, los MD-PhD chilenos
ingresan a programas de especialización clínica,
donde tienen escaso tiempo para investigar. En
Estados Unidos, el Instituto de Medicina estableció
un comité para estudiar maneras de mejorar la
calidad del entrenamiento de médicos-investiga-
dores, concluyendo que era necesario aumentar el
número de becados de sub-especialidad con
interés en desarrollar carrera en investigación. Así,
en Medicina Interna se diseñó un nuevo programa
para aquellos interesados en la carrera de investi-
gación, consistente en dos años de residencia en
medicina interna, 1-2 años de entrenamiento
clínico en una sub-especialidad y un mínimo de 3
años de entrenamiento en investigación, bajo la
supervisión de un investigador establecido. Un
estudio reciente evaluó los resultados de este
programa en diversas áreas de la medicina inter-
na, describiendo importantes diferencias en el
tiempo dedicado a la investigación entre una
especialidad y otra29. Como podía esperarse, los
programas de hospitales universitarios estaban
más dispuestos a aceptar personas interesadas en
investigación, en comparación con centros no
universitarios. Estrategias similares han sido desa-
rrolladas con éxito por otras especialidades médi-
cas12,24. Es probable que los programas
tradicionales de formación de especialistas en
Chile den baja prioridad a las actividades de
investigación. La reciente creación del Fondo de
Investigación en Salud, por iniciativa del Ministe-
rio de Salud y CONICYT, ofrecerá a algunos
residentes la posibilidad de participar y de recibir
honorarios por su trabajo en proyectos de investi-
gación aplicada en Medicina Clínica y Salud
Pública. Esta iniciativa puede ayudar a orientar a
los estudiantes de post-título hacia la actividad
científica.
POSIBLES SOLUCIONES
En Chile todavía existe una generación de médicos
que hacen investigación competitiva, semejante a
lo que ocurría en Estados Unidos hace 40 años.
Todo esfuerzo que hagamos para revertir la dismi-
MÉDICOS-CIENTÍFICOS EN CHILE: ¿UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN?- S Salas et al
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nución en el número de médicos-investigadores,
tendrá un costo económico y académico menor,
comparado con esperar hasta la casi extinción de
los mismos para tomar las medidas correspondien-
tes. Es por todos conocido el largo camino que
debe recorrer un médico hasta lograr desarrollar
una línea de investigación independiente y produc-
tiva según estándares internacionales. Este recurso
humano, y toda la logística e infraestructura relacio-
nadas, son extremadamente escasos y costosos y es
difícil asegurar que los programas de doctorado en
ciencias médicas constituyan una fuente de recam-
bio suficiente y real a nuestras necesidades futuras
de médicos-científicos.
Se han sugerido diversas estrategias para re-
vertir esta tendencia11,25,30, algunas de las cuales
se encuentran vigentes en escuelas de medicina
chilenas. En primer lugar, nos parece necesario
resaltar la importancia de la experiencia en inves-
tigación en el pregrado. Un estudio reciente
evaluó 25 años del programa conjunto de estímu-
lo a la investigación en el pregrado que realizaron
dos escuelas de medicina estadounidenses con el
patrocinio del NIH. En estos programas, los
alumnos trabajaron durante el verano de su
primer o segundo año en un proyecto de investi-
gación bajo tutoría de un científico, además de
participar en un programa estructurado con char-
las y profesores visitantes. Los resultados de dicho
estudio mostraron un mayor interés por la carrera
académica, más alumnos siguieron haciendo in-
vestigación al término de esta experiencia y en la
evaluación a largo plazo, varios persistían desarro-
llando investigación y generando publicaciones25.
Por otro lado, los programas de entrenamiento
intensivo en investigación en el pregrado, auspi-
ciados por el Howard Hughes Medical Institute de
Estados Unidos, aumentaron la probabilidad de
obtención de cargos académicos de investigación
así como el financiamiento para proyectos de
investigación30. Por lo tanto, se puede plantear
que la aplicación de estrategias similares en
nuestro país con estudiantes adecuadamente se-
leccionados, y con financiamiento de las propias
escuelas de medicina o mediante programas espe-
ciales de FONDECYT, podría tener un gran impac-
to en contrarrestar la situación actual.
En segundo lugar, se requiere flexibilizar los
programas de post-título, favoreciendo el acceso
de candidatos con interés en la investigación bio-
médica y garantizando espacios adecuados de
tiempo para que desarrollen actividades de inves-
tigación, especialmente para aquellos que al tér-
mino del doctorado realicen una especialización
clínica31. Estimamos que estas modificaciones en
los criterios de selección y en el trabajo de los
residentes, requeriría de mayor tiempo de forma-
ción como especialista, para lo cual se necesitan
buenos tutores que evalúen frecuentemente los
progresos del residente, tanto en el campo clínico
de la especialidad como en la calidad de los
resultados de su proyecto de investigación.
En tercer lugar, es necesario desarrollar medi-
das específicas para proteger a los médicos-
investigadores al inicio de su carrera, tanto en lo
que se refiere a incentivos económicos como a
disponibilidad de tiempo protegido para investi-
gar5,6,32,33. Además, se ha planteado la necesidad
de un apoyo formal por parte de científicos
establecidos a los más jóvenes, facilitando el
acceso a laboratorios y a nuevas metodologías, de
manera semejante a la tutoría que existe a los
residentes clínicos34. Asimismo, se han creado
programas posteriores a la especialización clínica,
de 2-3 años de dedicación exclusiva a investiga-
ción de avanzada, demostrando que sobre el 90%
de los egresados se dedica a la carrera académi-
ca35. Para que estas estrategias sean efectivas, se
requiere que tanto las jefaturas departamentales
como los administradores de los centros hospitala-
rios, consideren a la investigación biomédica un
aspecto prioritario del quehacer institucional4.
Creemos que el esfuerzo de las escuelas de
medicina podría ser significativamente potenciado
con proyectos de investigación especiales de
FONDECYT u otras instancias públicas y privadas
para apoyar el inicio de la carrera de los médicos-
científicos. Por ejemplo, el NIH tiene una nueva
categoría de fondos concursables, especial para
investigadores jóvenes1.
En cuarto lugar, una adecuada tutoría aparece
como un componente crítico para el crecimiento
profesional y el desarrollo académico, especial-
mente para aquellos alumnos de pre y post-grado
con intereses en investigación11,36,37. Estudios
recientes, han mostrado el impacto positivo que
tiene para los residentes la experiencia de tener
un buen tutor en investigación38. Debemos men-
cionar también la incorporación de PhD como
académicos en departamentos clínicos, puesto
Rev Méd Chile 2005; 133: 121-128
ARTÍCULO
ESPECIAL
127
que entre otras funciones, pueden servir de
puente para transferir conocimiento básico a
práctica clínica, además de servir como tutores
para las nuevas generaciones de investigadores39.
Por último, se hace indispensable un esfuerzo
conjunto de fundaciones, compañías farmacéuti-
cas, empresas privadas y administradores de cen-
tros de salud, que, en conjunto con los centros
académicos, apoyen efectivamente el desarrollo
académico y la investigación biomédica6. En este
sentido, es necesario convencer a las autoridades
universitarias que el mantener un cuerpo acadé-
mico competitivo en investigación no sólo contri-
buirá al avance del conocimiento, sino que
aumentará la competitividad de fondos concursa-
bles para la investigación y generará mayor
demanda por sus postgrados, con el consecuente
prestigio para la institución. Cabe hacer notar que
el número de publicaciones indexadas en el
sistema ISI y el número de proyectos FONDECYT,
son considerados como aspectos importantes para
los sistemas de clasificación de Instituciones de
Educación Superior utilizados en Chile.
CONCLUSIONES
La disminución sostenida de la participación de
médicos en investigación científica competitiva en
Chile es una realidad preocupante que merece
análisis y soluciones en el corto plazo. Considera-
mos que los médicos-investigadores que logran ser
competitivos según estándares internacionales repre-
sentan un recurso humano absolutamente necesario
para las escuelas de medicina nacionales, pero son
de difícil y costosa generación, mantención y reno-
vación. Por lo tanto, es importante desarrollar
estrategias adecuadas, tanto dentro de las universi-
dades como a nivel nacional, para preservar y
revertir la extinción progresiva de esta valiosa
especie que todavía sobrevive con grandes dificulta-
des en nuestro ecosistema académico y profesional.
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Agradecimientos:
Agradecemos a varios académicos de la Escuela de
Medicina de la Pontificia Universidad Católica de
Chile por sus comentarios, sugerencias y discusión
generada en torno a este tema. En particular, quere-
mos agradecer a los Drs. Flavio Nervi y Vicente
Valdivieso por la revisión crítica de la versión final de
este artículo.
Rev Méd Chile 2005; 133: 121-128
ARTÍCULO
ESPECIAL
... However, the number of physicians involved has decreased [1,2]. Likewise, in Chile, a decrease has been reported in the number of state-funded research projects led by physicians in the National Fund for Scientific and Technological Development (FONDECYT) between 1984 and 2003 [3] and in the period from 2004 to 2013 in the National Fund for Health Research and Development (FONIS) [4]. At the undergraduate level, the number of papers presented at the Chilean Congress of Medical Students (CoCEM) has decreased [5], and low participation of medical students in national medical journal publications has been reported [6]. ...
... At least three keywords are used, which are adequate and identify the central content of the work. 3 Introduction ...
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Introduction Scientific research promotes the development of essential skills for medical practice. However, student participation in research projects is low, with multiple limitations and students' perceptions of deficient research skills. This study aims to describe the organization of the two medical student conferences held by the Scientific Society of Medical Students of the Universidad de Valparaíso and to analyze the papers presented. Finally, we make recommendations for promoting scientific research among medical students. Methods An analytical cross-sectional study was conducted, including all the presentations given at the conferences. Results The conferences comprised four phases: registration, evaluation, selection, and presentation. A total of 399 papers were received. A total of 157 case reports and 12 cross-sectional studies were presented, including 797 authors (56.7% women) from 21 universities. Most of the first authors were women in the internship cycle at public universities. The specialties with the highest representation were internal medicine (32.5%), pediatrics (18.3%) and surgery (13%). In the case reports, the best-evaluated section was the title (6.66 ± 0.76), and the worst-evaluated section was the discussion (6.17 ± 0.84). The case reports from private universities scored significantly higher in six of the eight items assessed. Conclusions Greater participation was represented by students in their internship cycle presenting case reports. The worst evaluated section was the discussion, which could reflect difficulties in the research process. It is crucial to increase student participation from the first years of the career and encourage their involvement in research. More studies are needed to evaluate student participation and barriers to scientific research.
... Research on biomedical science has been extensively studied in Chile [12]- [17], but there is a lack of focus on BME, particularly in recent years. Chilean universities have established their graduate profiles, specialisation levels, and research areas, adjusting them over time, which may contain bias. ...
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Biomedical engineering (BME) combines engineering, biology, and medicine to develop innovative healthcare solutions. There is an increasing demand for BME professionals following technological and scientific advances. In Chile, only three universities offer undergraduate BME programs: Universidad de Valparaíso, Universidad de Concepción, and Universidad de Santiago de Chile. Each institution has defined its curriculum, professional profile, and research focus based on its perspective of the needs of the country. However, the scope of their research contribution has not been studied. In this work, we perform a comprehensive bibliometric analysis using data from the SCOPUS database to evaluate publications by researchers affiliated with Chilean undergraduate BME programs from 2000 to 2022. The objective is to identify the research areas of BME in Chile, understand the similarities and differences between universities, analyse their research areas, explore collaboration relationships, and characterise the evolution of this discipline. The main contributions of this work are (1) a quantitative and qualitative analysis of BME research in Chile, (2) the identification of BME research areas and their development over time, (3) the creation of a dashboard-style web tool, and (4) proposing a robust methodology for bibliometric analysis applicable to BME literature in Chile and similar contexts. This work represents the first collaboration involving authors from all universities with undergraduate Chilean BME programs.
... However, research is not always considered fundamental in the teaching-learning process during professional training (Barja-Ore et al., 2019). As a result, the number of graduates developing a research career has decreased worldwide (Zemlo et al., 2000;Salas and Attilio, 2005). This constitutes a serious threat to research development itself, the training of other research professionals, and the advancement of health sciences (Carrillo-Larco and Carnero, 2013). ...
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Introduction To determine the factors associated with interest in scientific research in dental students of six Cuban universities. Methods This is a multicenter cross-sectional analytical study. Interest in scientific research was the dependent variable, and it was assessed through a questionnaire proved to be reliable (Cronbach’s α = 0.88). We obtained adjusted prevalence ratios (aPR), 95% confidence intervals (95% CI), and p values through generalized linear models. Results A total of 587 students were part of the research, and 57.9% manifested interest in scientific research. However, when they were asked if they wanted to pursue a research career in the future, only 45.1% responded affirmatively. We found, through multivariate analysis, that there was more interest in scientific research among those who were student assistants (aPR: 2.42; 95% CI: 1.41–4.16; p = 0.001), those who had previous studies (aPR: 1.35; 95% CI: 1.02–1.79; p = 0.034), and those who had received awards in scientific events (aPR: 1.74; 95% CI: 1.26–2.41; p = 0.001). In contrast, there was less interest among those who were at the clinical stage of their career (aPR: 0.66; 95% CI: 0.49–0.89; p = 0.006), adjusted for seven variables. Conclusions There exists interest in scientific research and we found some factors associated with this. This has to be taken into account in order for educational institutions to generate strategies.
... En los últimos años, Chile ha disminuido el porcentaje de médicos responsables de investigaciones en el Fondo Nacional de Investigación en Salud 4 , atribuido posiblemente a la escasa experiencia, visión o preparación investigativa a nivel de pregrado 5 . Asimismo, está descrito que la formación en competencias de investigación en programas de postítulo de médicos especialistas no es suficiente para mantener un índice de producción científica adecuada de acuerdo a ISI (actualmente WoS) 6 . ...
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Background: The participation of medical students in research generates professional, scientific, and personal benefits for the student. Aim: To evaluate the interest and opportunities for medical students in Chile to participate in scientific research and their perceptions about factors influencing research. Material and Methods: All students attending the 2018 Chilean Congress for Medical Students were invited to answer a 44 questions survey about interest and opportunities to participate in research. Results: The survey was answered by 489 of the 538 students attending the congress. Eighty five percent referred interest in conducting scientific research, but only 47% had the opportunity to actively participate in a research project. The main research area providing opportunities was epidemiology and the main form to access a research project was through direct contact with a medical professor or researcher. Seventy seven percent of respondents had courses of scientific investigation in their medical curriculum and 92% had a scientific society for medical students in their university. Conclusions: Respondents showed a great deal of interest in participating in scientific research. However, there is a gap between this interest and the available opportunities. Medical professors should promote and facilitate the participation of their students in research.
... Si bien el objetivo de nuestras escuelas no es egresar médicos-científicos como tales, el tener docentes científicos con formación médica permite hacer las relaciones correctas que el estudiante requiere para dar sentido clínico a los tópicos revisados en el ciclo básico 31 . En este sentido, varios autores locales e internacionales, incluyendo ganadores del Premio Nobel, han advertido el preocupante retroceso que está teniendo esta "especie" en el ecosistema sanitario [32][33][34] . iii. ...
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For more than a century the training of medical professionals has been organized according to the Flexnerian model, which comprises three cycles: basic, clinical and clerkship. On the other hand, the accelerated development of biomedical sciences modified the competences of the first cycle. Additionally, new skills required for medical practice, such as teamwork and innovation as a tool to solve health problems, challenged in recent years the classic paradigm of medical education. Therefore, the medical schools have developed multiple strategies to deal with it, such as curricular integration using competency-based education models, incorporating basic and clinical sciences in parallel during the curriculum, ensuring a relevant and applicable scientific knowledge throughout the training process. Although in Chile the Flexner prototype is still followed, the basic sciences are taught as single or integrated courses or using a systems approach. In this article we report a diagnosis about the local integration of fundamental sciences in medical training. We also compare our schools with those of Canada, Europe and Latin America. Recommendations aimed at modernizing medical school curricula are made.
... Si bien el objetivo de nuestras escuelas no es egresar médicos-científicos como tales, el tener docentes científicos con formación médica permite hacer las relaciones correctas que el estudiante requiere para dar sentido clínico a los tópicos revisados en el ciclo básico 31 . En este sentido, varios autores locales e internacionales, incluyendo ganadores del Premio Nobel, han advertido el preocupante retroceso que está teniendo esta "especie" en el ecosistema sanitario [32][33][34] . iii. ...
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For more than a century the training of medical professionals has been organized according to the Flexnerian model, which comprises three cycles: basic, clinical and clerkship. On the other hand, the accelerated development of biomedical sciences modified the competences of the first cycle. Additionally, new skills required for medical practice, such as teamwork and innovation as a tool to solve health problems, challenged in recent years the classic paradigm of medical education. Therefore, the medical schools have developed multiple strategies to deal with it, such as curricular integration using competency-based education models, incorporating basic and clinical sciences in parallel during the curriculum, ensuring a relevant and applicable scientific knowledge throughout the training process. Although in Chile the Flexner prototype is still followed, the basic sciences are taught as single or integrated courses or using a systems approach. In this article we report a diagnosis about the local integration of fundamental sciences in medical training. We also compare our schools with those of Canada, Europe and Latin America. Recommendations aimed at modernizing medical school curricula are made.
... 4, 5 The number of graduates that pursue a career in research have decreased in Latin America and globally. 6 In the United States, for example, in 1983 the number of physicians was 479,439 and 18,535 of them were physicianresearchers (3.9% of the total). Fifteen years later, the total number of physicians had increased to 707,032, while the number of physician-researchers had decreased to 14,479 (2.0%). ...
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Introduction: Conducting research at the undergraduate level is essential to prepare future professionals for the process of properly channeling their scientific interest and provision of care. However, the factors influencing the degree of participation of students in research are unknown. Aim: To determine the socio-educational factors associated with the perception of research among stomatology students in a Cuban university. Materials and Methods: Cross-sectional analytical study conducted on 166 stomatology students. Participants received an anonymous, validated and self-administered questionnaire designed to collect information on the perception of scientific research within the educational spectrum, which included elements related to writing, participation, scientific publication and the interest of pursuing a career in research. Using associative statistics, those who had an overall positive perception of research were considered interested and were assessed according to socio-educational variables. Results: Students showed a positive perception of scientific research; however, when asked if they wanted to pursue a career in research, only 61.4% responded affirmatively. This positive perception increases with the progression of academic years (p<0.04), is higher in males (p=0.030) and in students who perform assistantships in core courses (p=0.001). Conclusions: There is a positive perception of scientific research, which tends to be intensified by academic progression and other factors. This must be considered by educational institutions in order to generate strategies as a response. Keywords: research; students; oral medicine; stomatology; Cuba
... El número de matriculados se obtuvo mediante consentimiento informado y acuerdo de reserva de confidencialidad.2 Total de médicos cirujanos matriculados vs total de matrículas en el período.3 El programa declara como objetivo formar un Médico Especialista Doctor en Ciencias Médicas por lo que se ofrece exclusivamente para médicos cirujanos. ...
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In the last 150 years, scientific research has produced extraordinary discoveries in Medicine and there is no doubt that research will continue contributing substantially in the future but there is no the same conviction regarding how to provision such capacities in medical graduates. In Chile, the Faculties of Medicine created several doctorate programs in Medical Sciences (Ph.D.) to strengthen medical research. However, the low number of physicians who apply to these programs is a caveat. These programs provide the advanced third-cycle competencies expected by students aspiring for an excellence research certification and their incorporation into academia. Universities stand out in their capacity to adapt themselves to educational needs, developing programs designed to fill specific gaps. Ph.D. programs intercalated to the medical career show that this is the correct approach. The development of specific doctorate programs for the small number of physicians interested in research and for medical students with a strong interest in research could be an innovative solution to motivate and encourage them to develop a career in clinical investigation. Using this approach, Medical Schools and Doctorate in Medical Sciences programs would jointly stimulate the training of medical scientists.
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Resumen Introducción La publicación científica es considerada el último paso de la investigación, siendo necesario involucrar cada vez más al estudiante de medicina en este proceso. El objetivo del estudio fue determinar la accesibilidad de publicación estudiantil en revistas médicas de Latinoamérica. Métodos Se realizó un estudio de cohorte retrospectivo. Se incluyeron todas las revistas médicas indizadas en Scimago Journal & Country Rank®. Se revisaron las instrucciones para los autores, se remitió un correo al contacto de correspondencia de la revista y se buscaron artículos en la base de datos de cada revista. Las categorías fueron: acepta publicación estudiantil, acepta publicación estudiantil con condición, no acepta, no precisa. Los datos se analizaron en el programa estadístico Stata/MP® versión 17, StataCorp LLC, Texas, EE. UU., para el análisis descriptivo se obtuvo porcentajes y medidas de frecuencia. Resultados Se incluyeron 188 revistas, de ellas el 52,65% permite la publicación de artículos científicos con estudiantes de medicina como autores con o sin condiciones. Los países de Brasil, México y Colombia son las que más aceptan la publicación de estudiantes libremente. Asimismo, las revistas de Q1 y de área temática como Medicina complementaria, Anestesiología y Medicina ocupacional, aceptaban en su mayoría la autoría estudiantil. Conclusión Más de la mitad de las revistas analizadas permite la publicación estudiantil, asimismo esta probabilidad se incrementa con el mejor posicionamiento de la revista, siendo un indicador alentador de la inclusión del estudiante de medicina como autor.
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Context A decline in the number of physician-scientists has been identified in the United States for at least two decades. Although many mechanisms have been proposed to reverse this trend, most of these have concentrated on MD/PhD programs, research in subspecialty fellowships, and other approaches later in physician training. Few have emphasized early medical student research experiences as a contributing solution. Objective To determine the effect of a medical student research experience on career choices and attitudes about biomedical research. Design, Setting, and Participants We jointly report 25 years of experience with National Institutes of Health (NIH)-sponsored Medical Student Research Fellowship programs (MSRFs) at two colleges of medicine, the University of Tennessee Health Science Center and Vanderbilt University. In both programs, students work during the summer of their first or second year of medical school on a research project that is mentored by an established scientist and participate in a structured program (lectures, visiting professor). Main Outcome Measures We gathered data using pre- and postresearch fellowship questionnaires to assess (a) quality of research experiences; (b) tabulation of productivity, that is, pre-sentations, abstracts, publications, and awards; (c) long-term tracking of former program participants; (d) comparison of residency placements by medical student researchers; and (e) comments from former program participants on the effects of their students9 research experiences on career choices. Results During this time, approximately 1,000 medical students participated in the two programs. Follow-up data (for short-term evaluations, 96-132 respondents with a response rate > 82%; for long-term evaluations, 88-118 respondents with a response rate > 29-33%) strongly suggest (a) interest in an academic career increased, (b) one-third to half of former student respondents considered themselves to be in academic medicine, (c) the vast majority of students conducted additional research after their medical student research experience, and (d) a large number of students were currently doing research or had published or presented their work at scientific meetings. Conclusions Over two decades of experience with NIH-sponsored medical student research programs at two medical schools strongly support the ability of these programs to interest medical students in research and academic careers. MSRFs should be included in strategies to reverse the decline in the number of physician-scientists.
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Pediatricians have an important role to play in the advancement of child health research and should be encouraged and supported to pursue research activities. Education and training in child health research should be part of every level of pediatric training. Continuing education and access to research advisors should be available to practitioners and academic faculty. Recommendations to promote additional research education and support at all levels of pediatric training, from premedical to continuing medical education, as well as suggestions for means to increase support and mentorship for research activities, are outlined in this statement.
Article
In this baseline study, the authors analyze in detail many of the factors that influenced the research career intentions of the 1994 U.S. graduates of MD-only programs. Studies of the research interests of the nation's medical school graduates are important because MD-PhD programs do not produce sufficient numbers of physician-scientists, and the remainder must come from the regular population of medical graduates. Data on school characteristics and medical students' demographics, research career intentions, and educational experiences were derived from the AAMC's Institutional Profile System (IPS), Student Application and Information Management System (SAIMS), Matriculating Student Questionnaire (MSQ), and Medical School Graduation Questionnaire (GQ). The 1994 GQ was used as the index instrument to make the correlations reported in this article. A number of findings emerged concerning the 1994 graduates. A greater percentage of these students who began medical school with strong research career intentions and maintained these intentions had entered private medical schools. The lower rate of research interest amongst the students enrolled in public medical schools was compounded by the significantly greater loss of earlier research intentions of those in public schools compared with those in private schools.(ABSTRACT TRUNCATED AT 250 WORDS)
Article
Because of changes in health care reimbursement and decreasing federal funding, academic obstetrics and gynecology is at a pivotal point. Either the discipline can regress to the past, when the field and its practitioners were viewed negatively and failed to attract the academic upper echelons of medical students, or it can build on the immense gains it has made in recent years and develop a critical cadre of well-trained clinician-scientists who maintain the discipline at the leading edge of medicine and biology. Data from two programs in which extensive contemporary training in biomedical research is provided, the Reproductive Scientist Development Program and the American Association of Obstetricians and Gynecologists Foundation fellowship program, indicate that the superb physician-scientists in these programs are obtaining peer-reviewed funding in excess of 70%. Thus the risk of recruiting such individuals to academic faculties is small. More important, these individuals are the linchpins for an even more exciting future. The alternatives are unthinkable.