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LA HISTORIA TEMPRANA DE LA RADIOLOGÍA EN LA ARGENTINA
Jorge Norberto Cornejo(y Haydée Santilli1
RESUMEN
En el presente trabajo realizamos un estudio acerca de los orígenes tempranos de
la radiología en la Argentina. Describimos los primeros experimentos radiográficos
realizados en nuestro país, que fueron, en general, ignorados por los principales
medios de comunicación científica de la época. Discutimos la prioridad de Varsi
respecto a la realización de la primera radiografía en la Argentina. Estudiamos los
inicios de la actividad radiográfica en la Ciudad de Buenos Aires, a través de la
obra del Posadas. Analizamos los comienzos de la enseñanza de la radiología en
la Argentina, y de la formación de recursos humanos en esta disciplina.
Describimos la obra de Heuser, autor de la primera tesis doctoral sobre la materia
en el país. Finalmente, presentamos algunas conclusiones preliminares.
Palabras claves: radiología, radiografía, física médica, electromedicina, historia
de la ciencia
ABSTRACT
In this paper we study on the early origins of radiology in Argentina. We describe
the first X-ray experiments performed in our country, which were generally ignored
by mainstream media science at the time. We discussed the priority of Varsi about
the implementation of the first radiograph in Argentina. We studied the early
radiographic activity in the City of Buenos Aires, through the work of Posadas. We
analyzed the early teaching of radiology in Argentina, and human resource training
in this discipline. Describe the work of Heuser, author of the first doctoral thesis on
the subject in the country. Finally, we present some preliminary conclusions.
Keywords: radiology, rasdiogrphy, medical physics, electromedicine, history of the
science
INTRODUCCIÓN
La radiología ha sido una de las disciplinas médicas que la Argentina abrazó con
mayor rapidez, y que acogió con gran entusiasmo. Efectivamente, en nuestro país la
“ciencia radiológica” escribió sus primeras páginas casi inmediatamente después del
descubrimiento de los rayos X, tanto en el campo de la práctica radiográfica como en
el de la enseñanza y la formación académica en esta disciplina2. En el presente
trabajo pasaremos revista a los hechos que se sucedieron en las épocas tempranas
1 Gabinete de Desarrollo de Metodologías de Enseñanza. Facultad de Ingeniería – UBA. Los autores
presentaron muy buenas ilustraciones que, por razones operativas no pudieron incluirse.
2 En ese sentido, la Argentina fue muy diferente a otros países, en los cuales el desarrollo de la radiología,
como técnica, no fue paralelo al de su enseñanza en las universidades, en las cuales su inclusión, como
disciplina independiente, fue tardía (Aguirre, Juan Alberto. Desarrollo y enseñanza de la radiología en la
Argentina. Bs As, Imprenta de Alfredo Frascolli, 1941, 55 p.
de la radiología argentina, desde 1895, fecha del hallazgo de Roentgen, hasta la
primera década del siglo XX, extendiéndonos en algunos casos hasta los primeros
años de la segunda década del mismo siglo. Un período de tiempo realmente breve,
que cubre entre quince y veinte años, pero extremadamente fecundo en experimentos,
hechos y logros. En el apartado 2 describiremos los primeros experimentos
radiográficos realizados en nuestro país; en el 3 la obtención de las primeras
radiografías destinadas al diagnóstico médico; en el 4 la obra de Alejandro Posadas,
pionero de la radiología en la Ciudad de Buenos Aires; en el 5 las cuestiones
vinculadas a la temprana enseñanza de la radiología; mientras que en el 6
describiremos la primera tesis acerca del tema desarrollada en la Argentina.
Finalmente, en el apartado 7 presentaremos algunas conclusiones preliminares.
LOS RAYOS X EN LA ARGENTINA
De acuerdo con el Dr J A Aguirre, protagonista directo de la temprana evolución de la
radiología en la Argentina, “nuestro país se inició tempranamente en el ejercicio de la
radiología y en la enseñanza de la misma dentro de sus universidade” 3. Siguiendo a
Jankilevich4, podemos considerar como uno de los iniciadores de la práctica
radiológica en la Argentina a Tomás Varsi, médico graduado en la Universidad de
Rosario, que tuvo una importante actuación como cirujano en Bahía Blanca, quien
publicó un libro estadístico de sus cirugías incluyendo placas radiográficas tomadas
por él en 1902. El mismo autor indica que resulta muy difícil determinar quién efectuó
realmente la primera radiografía en la Argentina ya que, por una parte, hacia fines del
siglo XIX y principios del siglo XX, los equipos de rayos X se vendían en Europa a
precios muy económicos5 y, por otra, muchos aficionados a la fotografía tomaban
radiografías sólo por placer o diversión; incluso algunos médicos incluyeron en sus
consultorios privados “pequeños laboratorios”, en los que obtenían placas aún cuando
la “lectura” de las mismas desde un punto de vista diagnóstico no se hallaba todavía
muy desarrollada.
3 Aguirre, Juan Alberto; “Desarrollo y enseñanza de la radiología en la Argentina”; en: Aguirre, Juan y
Jors, Miguel. Tratado de Radiología Clínica. Bs As, El Ateneo, 1945, 856 p.
4 Jankilevich, A. La imagen del futuro-ciencia y tecnología en Medicina. Bs As, Colección “Hospital y
Comunidad”, Hospital Italiano, 2010, 34 p.
5 Esto fue consecuencia del gesto de grandeza de W C Roentgen, que se negó a patentar los tubos de
rayos X, considerando que “no le pertenecían a él, sino a la humanidad”.
Por otra parte, según Ferrari6, en marzo de 1896, la revista La Agricultura publicó un
informe anónimo, muy detallado, acerca de los primeros experimentos realizados en
la Argentina para duplicar el hallazgo de Roentgen. Tales experimentos se efectuaron
cuando menos nueve meses antes de la radiografía obtenida por Varsi, la que, de
acuerdo con su propio testimonio, se realizó en diciembre de 1896.
El artículo de La Agricultura describe las experiencias realizadas la noche del 12 de
marzo de 1896 en la Universidad de Buenos Aires por los profesores Aguirre, Bahía,
Martín F Widmer7 y E Levi, siendo este último fotógrafo del Departamento Nacional
de Higiene. Sin embargo, no habría sido esta la primera experiencia con rayos X
realizada en el país pues, antes del 12 de marzo, habrían tenido lugar experimentos
preliminares que permitieron obtener la imagen radiográfica de un pejerrey. Esta
radiografía le habría sido obsequiada al entonces Ministro de Instrucción Pública,
Antonio Bermejo. Ferrari8 agrega que el artículo en cuestión iba acompañado por un
diagrama que mostraba en detalle la configuración del tubo, la placa y el objeto a
radiografiar y que, en sus últimos párrafos, el anónimo periodista indicaba que en
Buenos Aires estaban realizando experimentos similares Woolfe, Bright y Witcomb9. Y
luego indica un hecho cuando menos sorprendente: los Anales del Círculo Médico
Argentino, el Boletín de la Unión Industrial y, en general, casi todas las publicaciones
prestigiosas de índole científica o técnica que existían en la época, desconocieron por
completo la existencia de estos experimentos10. Solamente el diario La Nación publicó,
a partir del 13 de marzo, una escueta serie de noticias en la que los menciona, aunque
sin brindar demasiados detalles.
No sabemos exactamente la razón para este “olvido” por parte de las publicaciones
argentinas acerca de estos primeros experimentos con rayos X. En Chile, por ejemplo,
en febrero de 1896, los profesores Zegers y Salazar comenzaron a experimentar con
6 Ferrari, R. Germán Ave-Lallemant: Introducción a la obra científica y técnica de Germán Ave-Lallemant
en la República Argentina, c 1869-1910. Bs As, Nahuel, 1993, 78 p.
7 Se considera que Widmer, que desde hacía un mes venía probando la técnica radiográfica, fue el
pionero de estos experimentos.
8 Ferrari, R. Germán …
9 En ese momento, Witcomb ya era un fotógrafo de renombre. De hecho, los fotógrafos constituyeron un
factor muy importante en el desarrollo temprano de la radiología. Ferrari sugiere investigar el Archivo
Gráfico de la Nación, a los efectos de hallar material correspondiente a Witcomb, quizás de índole
radiográfica. Esta tarea aún está por realizarse.
10 Debemos mencionar una excepción: en el tomo 41 de los Anales de la Sociedad Científica Argentina,
de la que eran socios los ya mencionados Aguirre y Bahía, ambos ingenieros, se publicó en 1896 una
nota anónima refiriendo tales experimentos (Ferrari, Roberto, “Recepción de los Rayos X en el Río de la
Plata”; en: Saber y Tiempo. Bs As, nº 8, 1999, p 73-80).
la nueva técnica y, las “Actes de la Societé Scientifique du Chile”, del 27 de marzo de
1896, publicaron una monografía de 46 renglones, titulada: “Experimentos Sobre la
Produkzión de los rayos de Roentgen por Medios de las Lamparillas de Kandenzia
Eléctricas”11, que es considerada el primer trabajo sobre los rayos X publicado en
Latinoamérica. El trabajo muestra un esquema del circuito eléctrico empleado y
además, una radiografía de cuatro dedos de la mano derecha de Zegers, tomada
cinco días antes de la publicación. La exposición de esta radiografía demoró 14
minutos.
De todas formas, es difícil encontrar una intención específicamente médica en todos
estos experimentos12. Para ello debemos referirnos al mencionado Varsi13, y a otras
importantes personalidades del ámbito médico de la época.
LAS PRIMERAS RADIOGRAFÍAS
No existe unanimidad, entre los historiadores de la radiología, acerca de la real
prioridad de Varsi en el ámbito radiográfico. Por ejemplo, Franciulli14, afirma que
gracias a Varsi y al cónsul alemán, Diego Mayer, llegó a Bahía Blanca la primera
máquina de rayos X de la Argentina, en 1896, exactamente un año después del
descubrimiento de Roentgen. Según el autor mencionado, este equipo fue el “segundo
del mundo” y “el primero en Sud América”, y era calificado en la época como una
máquina generadora de “rayos invisibles”. Nuevamente, Franciulli parece indicar a
Bahía Blanca como una ciudad fundamental en los orígenes de la radiología en la
Argentina, pues añade que, el 25 de mayo de 1897, Narciso Mallea trajo a la
mencionada localidad el segundo equipo, y organizó una reunión en su hogar, en la
que convocó a colegas y amigos para señalar “las ventajas de ese descubrimiento”.
Sin embargo, este mismo autor luego agrega que la radiología en Bahía Blanca cobró
real importancia recién hacia 1923, con la obra de Francisco Berardi.
Según Stordeur 15, Tomás Varsi comunicó en el Primer Congreso Interamericano de
Radiología, llevado a cabo en el año 1943 en nuestro país, que: "En Bahía Blanca en
11 La publicación está escrita en lo que se llamó: “Ortografía Razional”, que había sido creada por Salazar.
12 Debemos aclarar que los experimentos realizados en la Universidad de Bs As se interrumpieron para
permitir que el aparato de rayos X utilizado quedara disponible para futuras aplicaciones médicas.
13 Como curiosidad, digamos que este apellido es escrito indistintamente como Varsi o Varzi, según los
distintos autores.
14 Franciulli, M. Bahía Blanca. 150 años de historia. Bahía Blanca, Ediciones Chrismar, 1976, 266 p.
el mes de diciembre de 1896 obtuve radiografías con un equipo construido por mí
mismo según los planos publicados en La Prensa de Buenos Aires. Los fondos para
la adquisición del material necesario provinieron de una colecta pública”. El testimonio
de Varsi parece indicar que el primer equipo radiográfico de la Argentina fue
construido por su propia mano y no importado de Europa, como indicaba Franciulli y
como es la opinión más difundida.
Ahora bien, el mencionado Franciulli16 también indica que el Guillermo C Paterson,
gran epidemiólogo que participó activamente en las luchas antipalúdica y
antichagásica en el norte argentino, de quien se llegó a decir "El Dr Paterson
pertenece a las glorias de la medicina”, en sus campañas utilizó un equipo radiógeno
importado, y es otro serio candidato al título de haber obtenido la primera radiografía
en la Argentina. En el mismo sentido se expresa Sierra e Iglesias, quien afirma que
Paterson fue el impulsor de la llegada al Ingenio La Esperanza, en Jujuy, donde
investigaba el paludismo y otras enfermedades, del primer aparato de rayos X que
tuvo el país17.
No estamos en condiciones de decidir a quién le corresponde el crédito por la primera
radiografía en la Argentina, si Varsi o Paterson. Sin embargo, cabe destacar que los
intereses del primero se orientaron desde el principio hacia la Física Médica,
especialmente hacia la electricidad y la experimentación con tubos de vacío, lo que le
llevó a introducir en el país la primera bomba de vacío a mercurio, utilizada para
“regenerar” el tubo de rayos X. Son conocidos, por ejemplo, los experimentos acerca
de la luz eléctrica de arco voltaico y las lámparas de incandescencia que Varsi realizó
en Rosario, hacia 1884, cuando era ayudante de física y química en el Colegio
Nacional18. La lista de aparatos e implementos de uso médico inventados o
perfeccionados por Varsi es extensa: el primer esterilizador de vapor, con el que
preparaba el agua esterilizada para la sala de operaciones, una estufa a formol
calentado, y el primer cardiógrafo eléctrico mediante el cual obtenía, utilizando rayos
X, radiografías del corazón.
15 Stordeur, L. “La radiología en la República Argentina”, artículo disponible online en:
http://www.faardit.com.ar/inst/publicac/publicaciones.php. Acceso: 31 de agosto 2010.
16 Franciulli, M. Bahía Blanca …
17 Sierra e Inglesias, J. Vida y obra del Doctor Guillermo Cleland Paterson. San Salvador de Jujuy,
Universidad Nacional de Jujuy, 1996, 187 p. El mencionado aparato de rayos X posiblemente todavía
exista, aguardando su “rescate” por parte de algún museo o colección (Alfredo Buzzi, comunicación
personal).
18 Entre otros intereses de índole físico-química, digamos que Varsi fue un importante pionero en la
fabricación industrial de hielo, que hacia la década de 1880 todavía no existía en la Argentina.
Varsi fue un personaje polifacético: además de médico, fue diputado radical, arquitecto
especializado en la construcción de hospitales y hasta un economista autor de
proyectos y trabajos tendientes a lograr una distribución más equitativa del capital. En
tal sentido, presentó proyectos de ley tales como “Asociación Mancomunada del
trabajo y el capital”, “El impuesto parcelario progresivo a la tierra urbana y rural” y “La
escuela económica de los impuestos progresivos”. La editorial Peuser publicó en
Rosario, en 1919, las conferencias dictadas por Varsi acerca de estos temas en la
Bolsa de Comercio de esa ciudad, con el título de “Los grandes problemas nacionales
(la reforma de nuestro sistema tributario) – Nuevos rumbos (la cuestión agraria)”.
La lista de candidatos a “primer radiólogo argentino” puede todavía multiplicarse. Son
conocidas, por ejemplo, las tempranas experiencias del cirujano Andrés Llobet, nacido
en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, entre muchos otros. Se considera que
Llobet llevó a Buenos Aires el primer equipo de rayos X, pero en esto, como en todo lo
relacionado con nuestro tema, no puede establecerse una prioridad definitiva.
LA OBRA DE ALEJANDRO POSADAS
Alejandro Posadas, nacido en 1870, es un nombre fundamental en estas primeras
etapas de la práctica radiológica argentina, especialmente en lo concerniente a la
Ciudad de Buenos Aires. En efecto, de acuerdo con Jankilevich19, fue él quien, a su
regreso de Europa, introdujo las prácticas radiográficas sistemáticas en el ámbito
porteño, existiendo pruebas de la realización de las mismas en el Hospital de Clínicas
hacia 1899. Además, entre esa fecha y 1902, año de su muerte, Posadas creó
secciones de radiología en los hospitales Álvarez y Casa Cuna (hoy, Pedro Elizalde).
Debe observarse que tanto Varsi como Posadas eran cirujanos. De hecho, la
radiología prestaba en la época una gran utilidad a la cirugía, sobre todo en la atención
de urgencias, traumatismos o heridas de bala. Por otra parte, siguiendo a
Jankilevich20, en general fueron los cirujanos los encargados de introducir y difundir los
avances tecnológicos operados en la medicina de aquellos años.
El interés de Posadas por las imágenes excedía la radiología propiamente dicha.
Posadas realizó la primera película argentina de la historia y uno de los primeros
documentales médicos de la cinematografía mundial. Fue una operación de quiste
hidatídico de pulmón. El camarógrafo fue el francés Eugenio Py, pionero del cine en la
Argentina. Utilizó un "Cronofotógrafo Elgé", desarrollado por Léon Gaumont. La
19 Jankilevich, A. La imagen del …
20 Jankilevich, A. La imagen del …
película, de menos de dos minutos de duración, se extravió y fue rescatada antes de la
demolición del viejo Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires. La
Cinemateca Argentina determinó que esta película es el primer filme argentino que se
conoce y ha sido reconocido por las Cinematecas de París y Bélgica como el primer
documento fílmico de una cirugía en el mundo. Por cierto, la tradición del cine
científico ha sido importante en la Argentina: es conocido que Rebeca Gerschman,
notable investigadora biomédica y autora de la teoría de los radicales libres, fue una
pionera, a nivel internacional, del empleo del cine científico como recurso audiovisual
de aprendizaje.
Posadas falleció en 1902. Sin embargo, su obra continuó extendiéndose, a través del
trabajo de sus muchos discípulos. Por ejemplo, Enrique Finocchieto funda una sección
de radiología en el Hospital Rawson, que luego se desarrolla como departamento
independiente. Ángel Centeno, compañero de Posadas en la Casa Cuna, es el primer
profesor de la cátedra de Física Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Buenos Aires. Por todo esto, se considera a Posadas como uno de los médicos de
mayor influencia en esta primera extensión y difusión de la radiología en la Ciudad de
Buenos Aires.
Por supuesto, no debe pensarse que estos primeros pasos de la radiología en la
Ciudad de Buenos Aires fueron dados por un solo hombre. Junto a la obra pionera de
Posadas, hubo muchos otros hombres y mujeres que fomentaron la instalación de
equipos radiográficos o se dedicaron a la práctica y la difusión de la radiología, y
numerosos hospitales y clínicas que contaron tempranamente con equipos
radiográficos destinados al diagnóstico médico. Por ejemplo, en 1908 se instaló el
primer equipo radiográfico en el Hospital Británico, del que César Gotta y Alfredo
Buzzi, historiadores de la radiología, han hallado pruebas documentales21.
¿Cuál fue la reacción del periodismo ante estos desarrollos? Similar a lo que aconteció
en todos los países. De acuerdo con Aguirre y Jors22, hubo numerosas sátiras
periodísticas hacia el método radiográfico, presentándolo como un procedimiento
mediante el cual se podía ver a través de cuerpos y paredes, lo que conduciría a la
virtual desaparición de la vida privada. En Estados Unidos, en Nueva Jersey, hacia
febrero de 1896, se emitió un decreto prohibiendo el empleo de rayos X en el interior
de los teatros. Creían que era posible sustituir los reflectores luminosos por tubos de
21 Gotta, C y Buzzi, A, ”Samuel Stuart Pennington y la batalla del Río de la Plata”, en: Revista Argentina
de Radiología. Bs As, vol 71, nº 4, 2007, p 387-93.
22 Aguirre, J y Jors, M. Tratado de …
rayos X que al iluminar el escenario harían aparecer a los actores como esqueletos
danzantes, tornando la representación en una escena macabra de funestas
consecuencias para la moral del público.
Como muestra de la reacción de algunos medios hacia los rayos X, en nuestro país,
presentamos la figura n° 1:
Esta caricatura, obra del dibujante Villalobos y publicada en Caras y Caretas n° 30, del
29 de abril de 1899, muestra un aparato de rayos X revelando “lo que somos”,
mientras que el texto se burla de la consideración del cuerpo humano desde un punto
de vista materialista, como un conjunto de sustancias químicas. Dice que “un sabio
alemán (que podría ser Roentgen, aunque lo califica de “químico”) ha descubierto que
en la composición del hombre entran las claras y huevos de mil doscientos huevos de
gallina”, quizás por referencia al calcio de los huesos, fundamental a la hora de
obtener una imagen radiográfica.
Figura n° 1. Caricatura de 1899 de un aparato de rayos X
LA ENSEÑANZA
No sólo la práctica radiográfica en sí reviste importancia en el estudio de los primeros
momentos de la radiología en la Argentina, sino que también la enseñanza y la
formación de recursos humanos en esta disciplina deben ser cuidadosamente
analizadas.
De acuerdo con Aguirre, “nuestro país se inició tempranamente en el ejercicio de la
radiología y en la enseñanza de la misma dentro de sus universidades”23 . En efecto,
la enseñanza de todo lo relacionado con los rayos X comenzó en la Argentina en
1897, en la cátedra de Física Médica que dictaba Jaime R. Costa en la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires24. Al año siguiente comenzaron las
primeras demostraciones prácticas de la aplicación de los rayos X al diagnóstico,
obteniéndose imágenes del esqueleto de la mano y del pie, así como de cuerpos
extraños introducidos en el organismo humano. Según Aguirre: “Claro está que las
enseñanzas y demostraciones que se prodigaban por aquel entonces, eran en
extremos rudimentarias y se circunscribían a la exposición de un fenómeno lindante
con la taumaturgia … Pero es evidente que si esto acontecía en nuestro país, a dos
años de haberse producido el descubrimiento de los rayos X, grande había sido el
influjo ejercido por la nueva conquista y destacada la preocupación de los hombres
que ya tenían información y enseñaban los fundamentos de un método de exploración
clínica que habría de revolucionar las concepciones de la patología médica”.
Aguirre considera que Costa fue el precursor más antiguo de la radiología en la
Argentina, y no menciona en absoluto a Varsi, Paterson u otros. Aquí podríamos
arriesgar, sólo a título de hipótesis, que, por un lado, parece haber existido en nuestro
país una línea de trabajo radiológico “académica”, que alcanzó una amplia repercusión
en las publicaciones médicas y científicas, mientras que por otro una gran cantidad de
profesionales más o menos independientes realizaron experimentos y lograron
avances sin que la comunidad médica “oficial”, o los órganos que la representaban, se
hicieran eco de sus hallazgos. Planteamos como un futuro tópico de investigación
profundizar en ese hecho, que quizás sirva para rescatar del olvido, parcial o
completo, en que se encuentran importantes pioneros de la física médica.
Sea como fuere, lo cierto es que Costa, desde el Instituto de Fisioterapia del Hospital
de Clínicas, fundado en 1903, al que se trasladó la cátedra de Física Médica, trabajó
23 Aguirre, J. Desarrollo y enseñanza …
24 Jaime R Costa ocupaba el cargo de profesor titular de dicha cátedra desde el 18 de julio de 1892.
extensamente en todas las áreas de la radiología. No sólo el radiodiagnóstico, sino
también las primeras aplicaciones terapéuticas de los rayos X, fundamentalmente en
el tratamiento de enfermedades cutáneas, se encontraron entre sus intereses
fundamentales. Aguirre le dedica un elogio exaltadísimo, en un lenguaje que hoy se
nos ocurre casi barroco: “Ilustrado por la experiencia que había recogido en sus viajes
por los centros científicos europeos, donde la radiología estaba en pleno florecimiento,
impulsada por la mente esclarecida de un sinnúmero de investigadores que han ligado
su nombre a la conquista de la ciencia y al martirio por la fe; animado por una fuerte
vocación docente a cuyo servicio `puso talento ponderable y conocimientos especiales
que le dieran su condición de antiguo catedrático de fisiología, pudo llevar a cabo una
labor que representa los cimientos de la especialidad en el país”25.
En la Cátedra de Física Médica, Costa creó un laboratorio donde se ejercitaban los
alumnos en las investigaciones sobre física y electricidad aplicadas a la medicina. Allí
se forjaron numerosos discípulos, hábiles en todas las técnicas modernas de la época.
Era un acérrimo defensor de la ciencia experimental, y tenía la convicción de que para
estudiar la terapéutica por medios físicos se hacía indispensable primero conocer
éstos en su esencia, y luego su acción fisiológica para deducir de ella la indicación
sobre los procesos generales de las distintas enfermedades. En este sentido, la
posición de Costa coincide con la de Varsi, de quien ya habíamos mencionados sus
vastos experimentos en electricidad.
El sucesor de Jaime R. Costa fue Alfredo Lanari. Este médico fue el creador de la
primera cátedra de Radiología y Fisioterapia de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires, independiente de la cátedra de Física Médica. La
permanente ampliación de los conocimientos en el campo del radiodiagnóstico
tornaban a este en una materia demasiado extensa para estar limitada a un curso de
Física, de forma tal que Lanari decidió reunir, en su nueva cátedra, los fundamentos
básicos de la Física con los conceptos de la radiología propiamente dicha. Según
Jankilevich26, mientras Costa consideraba la radiología un capítulo más de la
“electricidad médica”, Lanari veía a esta disciplina como una actividad independiente,
que se sustentaba en conceptos físicos pero que, a la vez, los trascendía. Según
Aguirre, Lanari fue más humanista que Costa, lo que o condujo a interesarse
25 Aguirre, J. Desarrollo y enseñanza … Nota: Jaime Costa fue autor del primer tratado que se publicó en
el mundo sobre radioterapia. Los catálogos internacionales, sin embargo, no reconocen su prioridad,
debido al hecho que el texto fue escrito en español (Alfredo Buzzi, comunicación personal)
26 Jankilevich, A. La imagen del …
vivamente por las relaciones entre la universidad y la sociedad, considerándosele el
fundador de la extensión universitaria, en la Facultad de Medicina de la UBA.
LA PRIMERA TESIS
Carlos Heuser nació en Buenos Aires en 1876. Obtuvo su título de Doctor en Medicina
por la UBA en 1902, con una tesis titulada simplemente Radiología.
Esta fue la primera tesis doctoral sobre esta disciplina realizada en la Argentina,
apenas siete años después del descubrimiento de los rayos X, escrita “en resumen y
compendio de cuatro años de investigación y labor médica en el servicio de
Electroterapia del Hospital Nacional de Clínicas, y Hospital Nacional de Alienados”, y
dedicada “a los doctores Manuel Blancas y Jaime R. Costa, al primero, por
acompañarme honrándome en este acto, y al segundo, por sus útiles y atinadas
indicaciones”.
Son muy interesantes las expresiones que vuelca Heuser en el prólogo de la tesis,
cuyo primer párrafo afirma: “Modesto es el trabajo que presento a la benévola
consideración de mis maestros, como prueba y término de mis estudios, como síntesis
sucinta de un tema de palpitante actualidad, por las múltiples aplicaciones que ofrece
a la ciencia médica”. Basta esta frase para señalar el gran interés que despertaba la
radiología hacia comienzos del siglo XX, y las vastas posibilidades que, como tan
tempranamente ya se advertía, prometía abrir para el diagnóstico médico27.
Por otra parte, en general puede apreciarse que, cuando una disciplina científica o
técnica en general, y médica en particular, se encuentra en un estado tal que sus
principios básicos todavía están construyéndose, existe una cierta indefinición
respecto de su nombre, como si sólo pudiesen tener un nombre único y reconocido por
todos las disciplinas consolidadas. Al respecto, la tesis de Heuser demuestra que en
estos primeros años del siglo XX todavía no se había impuesto el término radiología, y
que fue precisamente esta tesis la que contribuyó a imponerlo. Citando textualmente el
segundo párrafo de la primera página: “Designo este trabajo con el título de
Radiología, por creerlo más apropiado y más ceñido a las distintas ramas de esta fase
27 De hecho, a lo largo de una carrera relativamente breve (murió en 1934, a la edad de cincuenta y seis
años), Heuser realizó importantes contribuciones a la teoría y la práctica radiológicas, que le valieron
reconocimiento internacional. Por ejemplo, en 1919 empleó por primera vez en el mundo un líquido de
contraste (yoduro de potasio disuelto en agua), para visualizar con rayos X el sistema circulatorio. En
1921, también fue el primero en utilizar Lipidol para obtener una imagen de la cavidad uterina. Realizó
también progresos en el campo de la radioprotección. En 1931, la prestigiosa Radiological Society of
North America le concedió la Medalla de Oro como reconocimiento por sus logros (tesis disponible en
www.hsl.unc.edu/specialcollections/digital/internationaltheses).
científica, Radioscopia, Radiografía, Endodiascopía y Radioterapia, y porque
englobándolas y abarcándolas así, constituye el particular estudio de esta tesis”.
La tesis en sí es de índole eminentemente técnica, cubriendo casi todos los campos
entonces conocidos en que podían aplicarse los rayos X (que, al comienzo de la tesis,
Heuser denomina poéticamente como “una luz oscura”): la radiografía, la radioscopía y
la radioterapia, en forma muy detallada, y proponiendo una gran cantidad de mejoras
en los dispositivos y en las técnicas de operación.
La tesis culmina con una variedad de fotografías de dispositivos y generadores
electrostáticos utilizados para alimentar los tubos, junto a radiografías y sugerencias
para mejorar la imagen a partir de la postura que debería tomar el paciente; todo ello
reviste hoy un gran valor documental.
A MODO DE CIERRE
El presente trabajo es de naturaleza preliminar, y tiene como propósito ser el primer
paso hacia futuras investigaciones. A pesar de ello, hemos podido encontrar algunas
conclusiones (provisionales), que detallamos a continuación:
a.- en las primeras etapas de la radiología en la Argentina podemos distinguir la
existencia de dos corrientes de investigación radiológica: una “oficial”, dirigida hacia la
actividad médica propiamente dicha, y otra “paralela”, en la que el interés médico se
conjuga con la simple curiosidad. Esta línea “paralela” produjo importantes resultados,
pero no fue reconocida por las publicaciones científicas nacionales. Una situación
diferente se produjo en otros países de América Latina, por ejemplo en Chile, en los
que el reconocimiento de la ciencia oficial a todo tipo de investigaciones radiológicas
fue prácticamente inmediato;
b.- la enseñanza universitaria de la radiología en la Argentina se desarrolló
rápidamente, mientras que en otros países su inclusión en la educación superior fue
muy posterior al desarrollo de su práctica;
c.- parece existir una cierta demora en el inicio de la práctica radiográfica en la
Ciudad de Buenos Aires. Mientras en Bahía Blanca y en Jujuy se tienen registros de
radiografías de 1896, en Buenos Aires, la primeras prácticas radiográficas sistemáticas
que conocemos corresponden al año 1899. Este punto merece ser investigado, porque
no descartamos que el hallazgo de nueva documentación pudiese modificar esta
hipótesis;
d.- existió una estrecha relación entre la radiología y las artes visuales (cine,
fotografía), de forma tal que varios fotógrafos efectuaron sus aportes a las primeras
radiografías y, asimismo, algunos profesionales de la salud o de las ciencias
biomédicas efectuaron contribuciones a las artes;
e.- La tesis del Heuser fue algo notable, por la rapidez con la que se produjo, siete
años después del descubrimiento de los rayos X. Esto valoriza notablemente la
actividad médico-académica que se desarrollaba en aquella época en nuestro país.