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1
Efectos saludables de la cúrcuma y de los curcuminoides
Stig Bengmark,1 María Dolores Mesa,2 Ángel Gil.2
1Institute of Hepatology University College London Medical School. 69-75 Chenies Mews
London, WC1E 6HX, United Kingdom
2Departamento de Bioquímica y Biología Molecular II, Instituto de Nutrición y Tecnología de
Alimentos, Universidad de Granada. C/ Ramón y Cajal 4, 18071 Granada, España
Correspondencia:
Ángel Gil Hernández.
Departamento de Bioquímica y Biología Molecular II
Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos. C/ Ramón y Cajal 4, 18071 Granada.
Tel 958 246139
Fax 958 248960
E-mail: agil@ugr.es
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Resumen
Las plantas contienen un gran número de sustancias de naturaleza polifenólica con capacidad
para reducir los procesos inflamatorios y, por lo tanto, incrementar la resistencia a determinadas
enfermedades. Ejemplos de algunos polifenoles son los isotiocianatos presentes en la col y el
brócoli, epigalocatequinas del té verde, capsaicina de las guindillas, chalonas, rutina y
naringenina de las manzanas, resveratrol del vino tinto y de los cacahuetes, y curcumina y
curcuminoides de la cúrcuma. La mayoría de las enfermedades tienen un componente discreto
pero obvio de inflamación sistémica. Muchos trabajos han sugerido que los efectos de estos
tratamientos podrían ser mejorados tras la restricción de la ingesta de moléculas proinflamatorias,
como los productos avanzados de la glicación (AGE) y lipoperoxidación (ALE), junto con la
suplementación de moléculas antiinflamatorias, como algunos polifenoles obtenidos de las
plantas. Concretamente, los efectos de los curcuminoides y de su principal componente, la
curcumina, han sido ampliamente documentados. Esta revisión, recopila los datos actuales acerca
de las principales moléculas activas derivadas de la cúrcuma, para las cuales se ha demostrado
que poseen una potente actividad antioxidante, inhiben la ciclooxigenasa 1 (COX-1), la
lipoperoxidasa (LPO), el factor nuclear NF-κB (NF-κB), así como los AGE. La mayoría de los
efectos han sido demostrados mediante estudios experimentales; sin embargo, los estudios
clínicos en humanos son escasos. Se ha sugerido que la suplementación con curcuminoides
podría ser interesante como un complemento para los tratamientos farmacológicos, además de
cómo tratamiento prebiótico en condiciones en las que no existe una terapia eficaz, como en el
caso de la enfermedad de Crohn, en pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos
durante periodos prolongados, y también en patologías tales como el cáncer, la cirrosis hepática,
la enfermedad renal crónica, la enfermedad digestiva obstructiva, la diabetes y la enfermedad de
Alzheimer.
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Abstract
Plants contain numerous polyphenols, which have been shown to reduce inflammation and
hereby to increase resistance to disease. Examples of such polyphenols are isothiocyanates in
cabbage and broccoli, epigallocatechin in green tee, capsaicin in chili peppers, chalones, rutin
and naringenin in apples, resveratrol in red wine and fresh peanuts and curcumin/curcuminoids in
turmeric. Most diseases are maintained by a sustained discreet but obvious increased systemic
inflammation. Many studies suggest that the effect of treatment can be improved by a
combination of restriction in intake of proinflammatory molecules such as advanced glycation
end products (AGE), advanced lipoperoxidation end products (ALE), and rich supply of
antiinflammatory molecules such as plant polyphenols. To the polyphenols with a bulk of
experimental documentation belong the curcuminoid family and especially its main ingredient,
curcumin. This review summarizes the present knowledge about these turmeric-derived
ingredients, which have proven to be strong antioxidants and inhibitors of cyclooxigenase-2
(COX-2), lipoxygenase (LOX) and nuclear factor κ B (NF-κB) but also AGE. A plethora of
clinical effects are reported in various experimental diseases, by clinical studies in humans are
few. It is suggested that supply of polyphenols and particularly curcuminoids might be value as
complement to pharmaceutical treatment, but also prebiotic treatment, in conditions proven to be
rather therapy-resistant such as Crohn´s, long-stayed patients in intensive care units, but also in
conditions such as cancer, liver cirrhosis, chronic renal disease, chronic obstructive lung disease,
diabetes and Alzheimer´s disease.
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Introducción
Hasta el momento, la medicina moderna no ha sido capaz de controlar el desarrollo de las
enfermedades agudas y crónicas. La morbilidad y co-morbilidad de este tipo de enfermedades es
extremadamente elevada; estamos siendo testigos de una epidemia de enfermedades crónicas de
dimensiones nunca vistas, que está extendiéndose hasta los países en vías de desarrollo. Las
enfermedades crónicas, entre las cuales se incluyen las enfermedades cardiovasculares y
neurodegenerativas, la diabetes, el cáncer y las enfermedades respiratorias, constituyen el 46 %
del peso global de enfermedades y el 59 % de las causas de muerte a nivel mundial. Cada año
mueren aproximadamente 35 millones de individuos en el mundo por causas relacionadas con
enfermedades crónicas, y este número está aumentando en los últimos años.1 De forma similar, la
morbilidad relacionada con tratamientos médicos y quirúrgicos avanzados y con las urgencias,
principalmente las complicaciones infecciosas, también está aumentando; la sepsis es la
complicación medico-quirúrgica más común.
Cada vez se acumulan más evidencias que relacionan las enfermedades crónicas con el estilo de
vida moderno: el estrés, la falta de ejercicio, el abuso del tabaco y el alcohol, así como con el
cambio del consumo de alimentos naturales sin procesar a productos procesados, usualmente
energéticamente densos. Existe una gran asociación entre este tipo de enfermedades con la
reducción de la ingesta de fibras y antioxidantes vegetales y el aumento del consumo de
productos alimentarios industriales, azúcares refinados y almidones. El calentamiento de la leche
(durante la pasteurización) y, especialmente, la producción y el almacenamiento de leche en
polvo produce grandes cantidades de productos avanzados de glicación (AGE) y productos
avanzados de lipoperoxidación (ALE), de los cuales se ha descrito su potente actividad como
inductores de procesos inflamatorios.2 Este dato es especialmente importante ya que la base de
muchos productos alimentarios, como por ejemplo los helados, las soluciones para nutrición
enteral y las fórmulas para alimentación infantil, es la leche en polvo y sus derivados. El pan,
principalmente el fabricado a partir de granos que contienen gluten, también es rico en moléculas
con efectos proinflamatorios, de hecho, algunos estudios de investigación utilizan las cortezas del
pan para inducir inflamación experimental.3-5
Protección derivada del consumo de plantas
Una característica típica en los pacientes con procesos crónicos y enfermedades críticas es la
elevación del grado de inflamación, principalmente debido al estilo de vida occidental. Cada vez
5
somos más conscientes del gran control que ejercen algunas moléculas derivadas de las plantas,
conocidas como agentes quimiopreventivos, sobre los procesos inflamatorios. Estas sustancias no
sólo son baratas, sino que además son fácilmente accesibles y poseen escasa o nula toxicidad.
Entre ellas se encuentran compuestos fenólicos y de otra naturaleza, que al parecer son capaces
de reducir la velocidad de envejecimiento y de prevenir las alteraciones degenerativas del
organismo. Por estos motivos, el interés sobre el estudio de estas sustancias ha aumentado en los
últimos años. Entre estos compuestos se encuentran los curcuminoides y otras moléculas hasta el
momento menos conocidos, pero que han demostrado ser útiles para la protección frente a
algunas enfermedades. La curcumina es la molécula más estudiada entre los curcuminoides, una
familia de sustancias quimiopreventivas presentes en la cúrcuma y en alimentos con extracto de
cúrcuma (curry). Aunque estos compuestos se conocen desde hace tiempo, ha sido en los años
más recientes cuando el interés por ellas ha crecido, y lo ha hecho de forma paralela a la
preocupación por los graves efectos secundarios provocados por los inhibidores sintéticos de la
ciclooxigenasa-2 (COX-2) y dirigido por la industria farmacéutica. La presente revisión resume
la información obtenida, tanto en estudios experimentales como clínicos, acerca de los efectos
más destacados producidos por los miembros de la familia de los curcuminoides y resumidos en
la tabla 1.
Cúrcuma como aditivo alimentario
La curcumina, 1,7-bis(4-hidroxi-3-metoxifenol)-1,6-heptadieno-3,5-diona) o diferuloilquinona
(Figura 1), es el polifenol más abundante presente en la cúrcuma, una especie culinaria obtenida
a partir de los rizomas secos de la Curcuma longa Linn, una planta herbácea perenne de la
familia de las gingiberáceas. La cúrcuma es conocida principalmente por su excelente habilidad
como colorante y especia alimentaria; su uso como aditivo en los alimentos está aprobado en la
mayoría de los países occidentales. Se cultiva en varios países asiáticos y de Sudamérica. Sólo en
la India se producen alrededor de 500.000 toneladas cada año, de las cuales casi la mitad son
exportadas. Además de su uso como aditivo alimentario, esta planta ha sido utilizada durante
generaciones en la medicina tradicional para el tratamiento de varias alteraciones inflamatorias
externas e internas, como la artritis, la colitis y la hepatitis.
La molécula de curcumina se asemeja a la de los ubiquinoles y otros fenoles con potente
actividad antioxidante. Aunque su biodisponibilidad tras la suplementación oral es baja, puede
ser mejorada tras su disolución en disolventes ambivalentes (glicerol, etanol, DMSO).6 Además,
6
se ha descrito que esta biodisponibilidad puede ser aumentada de forma considerable tras su
ingestión junto con peperina (un componente de la pimienta), hecho que ha sido observado tanto
en estudios experimentales en animales como en humanos.7 Los polifenoles, como la curcumina,
y los flavonoides, como el resveratrol, son accesibles para la absorción dentro del epitelio
intestinal y el resto del cuerpo tras su digestión/fermentación por la microbiota intestinal.8
Varios estudios han demostrado la ausencia de toxicidad, incluso con dosis muy elevadas.9,10 Se
ha estimado que los adultos en la India consumen diariamente entre 80-200 mg de curcumina al
día.11 Por otro lado, la dosis terapéutica más común es de entre 400-600 mg de curcumina tres
veces al día, lo que correspondería a un máximo de 60 g de raíz fresca de cúrcuma ó 15 g de
extracto seco, ya que el contenido de curcumina en la cúrcuma es normalmente del 4-5 %. Por
último, cabe destacar que el tratamiento en humanos con 8 g de curcumina al día no ha mostrado
efectos secundarios.10
Efecto de la curcumina como antioxidante e inhibidor de NF-κB, COX-2, LOX e iNOS y
sobre la inflamación inducida por situaciones de estrés
El factor nuclear de los linfocitos B (NF-κB) juega un papel fundamental en algunos mecanismos
de transducción de señales relacionados con enfermedades inflamatorias crónicas,12 tales como el
asma, la artritis y varios tipos de cáncer.13 La activación del NF-κB está relacionada con la
muerte celular por apoptosis, ya sea mediante la promoción o la inhibición de estos mecanismos,
lo cual depende del tipo de célula y de sus condiciones. La expresión de algunos genes, como el
de la COX-2, la lipoxigenasa (LOX), la metaloproteinasa-9 (MMP-9), la óxido nítrico sintasa
inducible (iNOS), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), la interleuquina-8 (IL-8), la
eotaxina, moléculas de adhesión superficial, así como proteínas anti-apoptóticas, están reguladas
por el NF-κB.14 La COX-2 es una enzima vagamente detectable en condiciones fisiológicas
normales; sin embargo, es rápidamente inducible, aunque de forma transitoria, como un
mediador de respuesta inflamatoria temprana y como un estímulo mitogénico inductor de
citoquinas, endotoxinas, factores de crecimiento, oncogenes y ésteres de forbol. La COX-2
cataliza la síntesis de prostaglandinas de la serie 2 (PGE2, PGF2-α), las cuales inducen procesos
inflamatorios, de secreción y del dolor. La PGE2 promueve la producción de IL-10, una citoquina
con potente actividad inmunosupresora, producida específicamente por linfocitos y macrófagos,
a la vez que suprime la IL-12.16 La iNOS, activada por el NF-κB, es otra enzima que juega un
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papel importante como mediador inflamatorio, especialmente a través de su actuación sinérgica
con la COX-2.
La curcumina no es sólo un potente inhibidor, atóxico y barato, de la COX-2 y de la iNOS,16
además es un potente inductor de proteínas de choque térmico (HSPs) y un potencial
citoprotector.17,18 Este compuesto no sólo inhibe la COX-2, sino que también lo hace con la LOX
y algunos leucotrienos (LT), como el LTB4 y el 5-hidroxieicosatrienoico (5-HETE),19
principalmente cuando se une a las micelas de fosfatidilcolina.20 También se ha demostrado que
es capaz de inhibir isoenzimas del citocromo P450, y por lo tanto previene la activación de
algunos carcinógenos.21 Por otro lado, la curcumina tiene la habilidad de interceptar y neutralizar
potentes agentes prooxidantes y carcinógenos, concretamente, las especies reactivas de oxígeno
(ROS) (radicales superóxido, peroxilo e hidroxilo) y las de nitrógeno (NOS) (óxido nítrico y
peroxinitrito).22 Además, es un potente inhibidor del factor de crecimiento tisular-beta (TGF-β) y
de la fibrogénesis,23 razón por la cual se le ha atribuido un posible efecto beneficioso sobre
algunas enfermedades como la fibrosis renal y pulmonar, la cirrosis y la enfermedad de Crohn,
así como en la prevención de la formación de adhesiones tisulares.24 Finalmente, se ha sugerido
que la curcumina es específicamente efectiva en las enfermedades inmunes mediadas por células
Th1, ya que inhibe la formación de citoquinas, inducidas por IL-12, en células T CD4+.25
Tanto las dosis terapéuticas como las tóxicas han sido establecidas para muchas plantas
medicinales y fármacos, sin embargo, la interacción entre plantas y fármacos puede aumentar o
disminuir estas acciones, incluso aunque no exista relación estructural entre ambos.26,27 Estudios
experimentales han sugerido que la curcumina puede incrementar la biodisponibilidad de la
vitamina E, ya que se eleva la concentración de α-tocoferol en el tejido pulmonar y disminuyen
las concentraciones de colesterol plasmático.28
Efectos de la curcumina en las enfermedades agudas y crónicas
Aterosclerosis: Se ha sugerido que la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL)
juega un papel primordial en el desarrollo de la aterosclerosis, entre otros motivos porque los
productos producidos durante su oxidación resultan tóxicos para distintos tipos celulares
incluidas las células endoteliales. La curcumina posee una gran capacidad para prevenir la
peroxidación lipídica, estabilizar las membranas celulares, inhibir la proliferación de células del
músculo liso vascular, así como para inhibir la agregación plaquetaria, todos ellos componentes
importantes implicados en la patogénesis de la aterosclerosis. Al estudiar la capacidad para
8
inhibir la iniciación y propagación de la oxidación de las LDL, se ha comprobado que la
curcumina es más efectiva que el butil-hydroxianisol (BHA), la capsacina y, por último, la
quercetina.29 Por otro lado, la suplementación con curcumina, capsacina (presente en el
pimentón) o alecina (un compuesto presente en el ajo) a ratas alimentadas con una dieta rica en
colesterol previene tanto el enriquecimiento en colesterol de las membranas como el aumento de
la fragilidad de los eritrocitos.30 Finalmente, en otros estudios se ha observado una prevención en
el desarrollo de lesiones ateroscleróticas en la aorta torácica y abdominal en conejos alimentados
con una dieta aterogénica durante treinta días, cambios que han sido acompañados por un
incremento significativo en las concentraciones plasmáticas de coenzima Q, retinol y α-tocoferol,
así como por una reducción de la susceptibilidad a la oxidación de las LDL, determinada
mediante el análisis de la formación de dienos conjugados y productos finales de oxidación:
TBARS (sustancias reaccionantes con el ácido tiobarbitúrico).31
Cáncer: El cáncer es un grupo de más de un centenar de enfermedades que se manifiestan
mediante una división celular descontrolada, invasión de tejidos y metástasis distales.32 Detrás
del desarrollo de esta enfermedad se encuentra la exposición a diversos agentes cancerígenos, los
cuales producen un daño genético y mutaciones irreversibles si no son reparadas. Durantes los
últimos cincuenta años se ha hecho mucho hincapié en encontrar o producir sustancias
quimiopreventivas, capaces de prevenir estos procesos. El cáncer es una enfermedad menos
frecuente en los países en desarrollo, dato que se ha asociado con una menor exposición a los
agentes cancerígenos presentes en el medio ambiente, además de a una mayor presencia de
sustancias quimiopreventivas naturales. La incidencia, de cáncer en los Estados Unidos es
considerablemente superior a la observada en la India. Concretamente, si comparamos ambos
países encontramos que la incidencia en los Estados Unidos es: veintitrés veces mayor para el
cáncer de próstata, catorce veces mayor para el melanoma de piel en el caso de los hombres, y
nueve veces en el caso de las mujeres, once veces mayor en el cáncer colorectal para los hombres
y diez para las mujeres, nueve veces mayor para el cáncer de endometrio, siete veces mayor en el
caso del cáncer de pulmón en los hombre y diecisiete en las mujeres, siete y ocho veces mayor
para el cáncer de vejiga en hombres y mujeres, respectivamente, cinco veces mayor en el caso
del cáncer de mama y nueve y doce veces mayor en el caso de cáncer renal en hombres y mujeres,
respectivamente.33 Dichas diferencias son incluso mayores cuando comparamos la incidencia del
cáncer de mama y próstata con los datos de China.
9
Uno de los motivos a los que se han atribuido estas diferencias de incidencias es la ingesta de
grasa saturada y alimentos azucarados, que es menor en los países asiáticos, y por otro lado, y de
forma igualmente importante, el consumo de plantas ricas en sustancias quimiopreventivas es
significantemente mayor en dichos países orientales. Un ejemplo de esto lo encontramos en la
curcumina, cuyo consumo medio durante siglos ha sido de alrededor de 100 mg/día en los países
asiáticos.34 Experimentos in vitro han demostrado que la curcumina induce apoptosis en varios
tipos de células tumorales, como células de cáncer de mama,34,35 pulmón,36 melanoma,37
mieloma,38 líneas celulares de leucemia,39 células de neuroblastoma humano,40 células de cáncer
oral41 y en células de cáncer de próstata.42-45 Por otro lado, estudios en modelos experimentales
han demostrado que la curcumina es capaz de inhibir las metástasis intrahepáticas.46 En cuanto a
los trabajos en humanos, por el momento no se han concluido estudios in vivo ni ensayos clínicos
controlados. Sin embargo, un estudio reciente de fase I, orientado a demostrar que dosis de hasta
8 g/día durante tres meses no producían efectos tóxicos, ha encontrado una mejora histológica en
las lesiones precancerígenas en uno de dos pacientes tras la extracción de un cáncer en la vejiga,
en dos de siete con leucoplasia oral, en uno de seis pacientes con metaplasia intestinal de
estómago y en dos de seis pacientes con enfermedad de Bowen.47
Diabetes: Un estudio reciente ha comparado el efecto de la suplementación diaria con cúrcuma
(1 g/kg de peso) y curcumina (0.08 g/kg de peso) durante tres semanas, en ratas con diabetes
inducida con aloxano comparándolas con ratas controles.48 En dicho estudio se observó una
mejora de los niveles de glucosa sanguínea, hemoglobina y hemoglobina glicosilada, así como en
los niveles de TBARS en tejido hepático y en plasma, y en la cantidad de glutation, tanto en
hígado como en plasma. Por otro lado, también se observó que la actividad sorbitol
deshidrogenasa (SDH), la cual cataliza la conversión de sorbitol a fructosa, disminuía
significativamente tras el tratamiento con cúrcuma y curcumina.
Enfermedades gástricas: Se ha estudiado el efecto de la cúrcuma y la curcumina frente a
diecinueve cepas diferentes de Helicobacter pylori, incluidas cinco cepas cagA+ (cag A es un
gen específico de H. pylori relacionados con lesiones malignas y premalignas). Ambos
tratamientos fueron igualmente efectivos y redujeron el crecimiento de todas las cepas
estudiadas.49 Trabajos posteriores demostraron que la curcumina previene la infección y la
inflamación en las células de la mucosa gástrica, ya que inhibe la activación del NF-κB, la
10
degradación del IκBα y la unión del factor NF-κB al DNA, así como la actividad IκB kinasa α y
β. Sin embargo, no se han observado efectos en las proteínas kinasas activadas por mitógenos
(MAPK), en las señales extracelulares reguladoras de kinasas ½ (ERK½) y en el p38. La
respuesta mitogénica inducida por H. pylori fue completamente bloqueada por la curcumina.50
Además, se han demostrado propiedades antifúngicas de la curcumina frente a varios hongos,
específicamente algunos organismos fitopatogénicos.51
Enfermedades hepáticas: La suplementación dietética con curcuminoides incrementa la acil-CoA
hepática y previene la acumulación de grasa inducida por la ingesta excesiva de lípidos en el
hígado y en el tejido adiposo de ratas.52 Se sabe que la esteatosis inducida por etanol es agravada
tras la ingesta de aceites vegetales ricos en ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) oxidados
térmicamente. La administración de una dieta con 20 % de etanol y un 15 % de aceite de girasol
calentado a 180 ºC durante 30 minutos, muestra cambios hitopatológicos extensivos con
degeneración focal, zonas de micronecrosis y de esteatosis extensiva en el hígado, y congestión
de vasos inflamatorios extensivos e infiltración grasa en los riñones, cambios que pueden ser
prevenidos, en gran manera, por la administración simultánea de curcumina, especialmente de
curcumina fotoirradiada, es decir, mantenida bajo la luz solar intensa durante cinco horas.53 En
este estudio, la administración de una dosis de 80 mg/kg de peso, de ambos productos produjo la
inhibición de la elevación de la fosfatasa alcalina (ALP) y de la γ-glutamil transpeptidasa (γ-GT).
Efectos similares fueron observados en el daño histológico de varios tejidos, así como en el
contenido hepático de colesterol, triglicéridos, ácidos grasos libres y fosfolípidos.53 Otro estudio
llevado a cabo en un grupo de ratas alimentadas con aceite de pescado y etanol durante cuatro
semanas mostró lesiones hepáticas que consistían en hígado graso, necrosis e inflamación, a la
vez que comprobó que la suplementación con una dosis diaria de 75 mg/kg de peso de curcumina
evitó el desarrollo de dichas lesiones histológicas.54 Se ha observado que la curcumina es capaz
de suprimir, en parte, la expresión de genes dependientes del factor NF-κB inducidos por
tetracloruro de carbono (CCl4), bloqueando la activación del NF-κB mediada por endotoxinas y
reduciendo la expresión de citoquinas, quimioquinas, COX-2 y de la iNOS en células de Kupffer.
El pretratamiento durante cuatro días con una dosis de curcumina de 100 mg/kg de peso, previo a
la inyección intraperitoneal de CCl4, previene de forma significativa el incremento de TBARS,
de la alanina aminotransferasa (ALT) y de la aspartato aminotransferasa (AST), así como los
niveles de hidroxiprolina en el tejido hepático.55 Un estudio reciente ha mostrado que la
11
administración de curcumina previene la reducción de la expresión de enzimas citocromo P450
hepáticas inducida en condiciones inflamatorias.56
Enfermedades pancreáticas: El efecto de la curcumina en la reducción del daño pancreático ha
sido estudiado en dos modelos diferentes de pancreatitis inducida por ceruleina y etanol junto
con colecistokinina (CCK).57 La curcumina fue administrada de forma intravenosa y
paralelamente a la inducción de la pancreatitis; un total de 200 mg/kg de peso fueron inyectados
durante el periodo de tratamiento de seis horas. La curcumina consiguió reducir de forma
significativa el daño histológico, la vacuolización de las células acinares, la infiltración de
neutrófilos en el tejido pancreático, la activación intrapancreática de tripsina, así como la
hiperamilasemia e hiperlipasemia, además de disminuir la activación del NF-κB, la degradación
del IκB, la activación de la proteína activadora-1 (AP-1) y la expresión de varias moléculas
inflamatorias como la IL-6, el TNF-α, la quimioquina KC, la iNOS y la fosfoproteína ácida de
los ribosomas (ARP) en el páncreas, tanto en los animales tratados con ceruleina como con
etanol y CCK. Además, la curcumina consiguió estimular la activación de la caspasa-3 en el
páncreas, en ambos modelos experimentales.57
Enfermedades intestinales: El pretratamiento durante 10 días con una dosis diaria de 50 mg/kg
de peso de curcumina, antes de la inducción de colitis ulcerosa con ácido trinitrobenzeno
sulfónico (TNBS) resultó en una reducción significativa del daño histológico, de la infiltración
de neutrófilos (determinada como la disminución de actividad mieloperoxidasa) y de la
peroxidación lipídica (medida como malondialdehido) en el colon inflamado, así como en una
menor actividad serin-proteasa.58 Estos autores, también observaron una reducción significativa
de la activación del NF-κB, de los niveles de NO y anión superóxido, así como una regulación de
la respuesta inmune: supresión del la función Th1, establecida mediante la menor expresión del
RNA mensajero para el interferón gamma (IFNγ), y una estimulación de la función protectora
Th2, capaz mejorar el daño producido en la mucosa del colon.58 En otro estudio similar, la
curcumina fue añadida a la dieta 24 horas antes de la inducción de colitis con TNBS y
posteriormente a lo largo de 2 semanas. Este estudio concluyó que la reducción de la expresión
de COX-2 e iNOS podría deberse a la menor activación de la MAPK p38.59 Además, la
curcumina modula la expresión de citoquinas inflamatorias, atenuando el daño inducido por
TNBS y mediado por IL-1β, y a su vez aumentando la expresión del IL-10.60 Por otro lado, la
12
curcumina también ha sido administrada a animales tratados con fármacos citostáticos (citosina
arabinosa y metotrexato) en combinación con el éster fenólico del ácido cafeico. El tratamiento
no solo inhibió el daño de la barrera mucosa inducido por el factor nuclear NF-κB, sino que
también aumentó la susceptibilidad in vitro a los agentes citostáticos de las células epiteliales sin
transformar, procedentes del intestino delgado de ratas.61 Sin embargo, un trabajo reciente ha
publicado resultados diferentes de la curcumina sobre el daño inducido por TNBS en la mucosa
intestinal, dependiendo del modelo experimental utilizado. Estos autores concluyeron que el
valor terapéutico de la curcumina depende de la naturaleza de la alteración inmune que exista en
la enfermedad inflamatoria intestinal.62
Enfermedades neurodegenerativas: Cada vez existen más evidencias que relacionan las
enfermedades neurodegenerativas con la toxicidad de los radicales libres, las mutaciones
inducidas por dichas especies reactivas y con el empeoramiento de las enzimas oxidativas y de la
disfunción mitocondrial. Se ha observado un daño oxidativo significativo en las enfermedades
neurodegenerativas, que en el caso de la enfermedad de Alzheimer (AD) conlleva la deposición
de proteína β-amiloide (Aβ) como placas seniles.
Algunos fármacos antiinflamatorios no esteroídicos, como el ibuprofeno, han demostrado su
efectividad para la prevención de AD en modelos animales,63 pero la toxicidad producida tras la
inhibición de la COX-1 a nivel gastrointestinal y ocasionalmente en el hígado y riñón impide el
uso extensivo crónico de este fármaco.64 Los antioxidantes, como la vitamina E (α-tocoferol), no
han mostrado resultados satisfactorios incluso cuando se utilizaron dosis elevadas.65 La vitamina
E es, al contrario que el γ-tocoferol, un pobre atrapador de radicales libres derivados del NO. Sin
embargo, la curcumina es un atrapador de radicales libres varias veces más potente que la
vitamina E,66 específico de los radicales libres de NO.67 En un estudio en ratones transgénicos de
AD, una dosis modesta de curcumina de 24 mg/kg de peso, aunque no una dosis treinta veces
mayor (750 mg/kg de peso), indujo una reducción significativa del daño oxidativo y de la
patología amiloide.68 De igual forma, también se ha observado una reducción de los depósitos de
Aβ y de la pérdida de memoria en ratas Sprangue Dawley.69 Por otro lado, la prevalencia
ajustada por edad de AD,70 y también enfermedad de Parkinson,71 es mucho menor en la India,
donde se consume una mayor cantidad de cúrcuma que en los países occidentales, especialmente
en los Estados Unidos. Sin embargo, los efectos preventivos atribuidos al consumo de cúrcuma
también pueden ser alcanzados con otras frutas y vegetales ricos en polifenoles, cuando se
13
consumen en cantidades adecuadas; se ha demostrado que dosis de 18.6, 14.8 y 9.1 g de extracto
seco de arándano, fresas y espinacas por kg de peso son efectivas para revertir las alteraciones de
algunos parámetros neuronales y de comportamiento relacionados con la edad.72 Existe un
estudio de especial interés llevado a cabo en 1999, en el que ratas suplementadas con una dosis
crónica tóxica de etanol fueron distribuidas al azar en dos grupos, uno control y otro
suplementado con 80 mg/kg de peso de curcumina, y a su vez comparadas con ratas sanas.73 En
este trabajo se demostró una mejoría en el tejido cerebral tras el tratamiento con curcumina,
reflejado en los cambios histológicos, en los niveles de TBARS, colesterol, fosfolípidos y ácidos
grasos libres.
Enfermedades oculares: Las cataratas y la opacidad de la lente del ojo es la mayor causa de
ceguera, responsable de casi 20 millones de casos en el mundo.74 Las deficiencias nutricionales,
especialmente el bajo consumo de antioxidantes, la diabetes, la exposición excesiva a la luz solar,
el tabaco así como otros factores ambientales son causantes del incremento en el riesgo de
cataratas.75 Sin embargo, la prevalencia ajustada por edad en la India es tres veces mayor que en
los Estados Unidos,76 a pesar de que existen tres trabajos diferentes que han demostrado un
efecto preventivo de la curcumina frente a las cataratas inducidas por naftaleno,77 galactosa78 y
selenio.79
Enfermedades respiratorias: Como se ha mencionado anteriormente, la curcumina es un potente
inhibidor del TGF-β y de la fibrogénesis,24 y puede ejercer efectos positivos en casos de fibrosis
renal, hepática e intestinal (como en el caso de la enfermedad de Crohn), previniendo la adhesión
fibrótica en algunas cavidades del cuerpo18 y en otras situaciones de fibrosis pulmonar,80 incluida
la fibrosis quística. Ésta última tiene un interés especial, ya que se ha relacionado con una
deficiencia de glutation. Recientemente se ha estudiado el efecto de la curcumina en la fibrosis
pulmonar inducida, en ratas, por amiodarona.80 Tras la suplementación con una dosis de 200
mg/kg de peso de curcumina, de forma paralela a la instilación intrarraqueal de 6.25 mg/kg de
peso de amiodarona, se observó una inhibición significativa de la actividad lactato
deshidrogenasa (LDH), una menor infiltración de neutrófilos, eosinófilos y macrófagos en el
tejido pulmonar, la disminución de la liberación de TNF-α estimulada por lipopolisacárido (LPS),
y de la generación de superóxido estimulada por acetato de miristitato de forbol (PMA), así como
14
una menor actividad mieloperoxidasa, TGF-β1, contenido pulmonar de hidroxiprolina y una
menor expresión de colágeno tipo I y proteína c-Jun.80
La curcumina posee algunas similitudes estructurales con los isoflavonoides, por lo que podría
unirse directamente al regulador de la conductancia de transmembrana (CFTR) y así alterar sus
propiedades de canal, al igual que se ha demostrado para la apigenina.81 Egan y cols. observaron
previamente que la curcumina inhibía una bomba de calcio en el retículo endoplasmático, y
propusieron que al reducir los niveles de calcio se pueden liberar el CFTR mutado e incrementar
sus probabilidades de alcanzar la superficie celular.82 La mutación ΔF508 es la causa más
frecuente de fibrosis quística, e induce un proceso erróneo en el retículo endoplásmico generando
una proteína mutada de CFTR. Tras la suplementación con curcumina a ratones homocigóticos
para la mutación ΔF508, se ha observado un incremento drástico en la proporción de
supervivencia y en el transporte normal de cloruros a través del epitelio nasal y gastrointestinal,
mediado por AMP cíclico.83 Hasta el momento no se han publicado estudios en humanos, y es
demasiado pronto para saber si este tratamiento podrá ser capaz de parar y revertir la alteración
de la función pulmonar en pacientes con fibrosis quística. Por otro lado, recientemente se ha
observado un efecto antiasmático eventual de la curcumina en cobayas sensibilizados con
ovoalbúmina, así como reducciones significativas de la constricción de las vías respiratorias y su
hiperreactividad a la histamina.84
Daño inducido por el tabaco y el humo de cigarros: Se ha sugerido que el humo del tabaco es el
causante del 20 % de todas las muertes en el mundo, y en concreto se ha calculado que
aproximadamente provoca el 30 % de las muertes por cáncer. Este humo contiene miles de
compuestos de los cuales cientos son conocidos agentes cancerígenos, co-cancerígenos,
mutagénicos y/o promotores de tumores. El nivel sanguíneo de antioxidantes está reducido de
forma significativa en los fumadores, y además, cada bocanada de humo contiene diez trillones
de radicales libres. La activación del NF-κB ha sido implicada en la carcinogénesis química y en
la formación de tumores iniciada a través de la activación de varios genes entre los que se
encuentran el COX-2, iNOS, MMP-9, IL-8, moléculas de adhesión de superficie y proteínas
antiapoptóticas entre otros. Un estudio reciente ha mostrado que la curcumina impide la
activación del NF-κB, lo cual se correlaciona con la menor activación de la COX-2, MMP-9 y la
ciclina D1 en células epiteliales del pulmón.85
15
Antioxidantes de las plantas liberados por la microbiota intestinal
Todas las enfermedades crónicas están relacionadas entre sí, ya que todas ellas son el resultado
de un proceso inflamatorio prolongado y exagerado,86 y su desarrollo podría ser probablemente
prevenido, o al menos retrasado, por el consumo extensivo de antioxidantes como la curcumina.
Es importante recordar que, a través de la fermentación de algunas plantas, producida por las
bacterias intestinales, se generan antioxidantes bioactivos que pueden ser absorbidos. De esta
forma, la microbiota y las bacterias ácido-lácticas, muchas de ellas con actividad probiótica,
juegan un papel importante en la producción de este tipo de compuestos. Por lo tanto, la menor
cantidad y variedad de dicha microbiota, así como la reducida ingesta de probióticos en los
países occidentales resulta perjudicial ya que disminuye la biodisponibilidad de estos
antioxidantes. Concretamente, algunas enfermedades crónicas, como la enfermedad inflamatoria
intestinal, han sido relacionadas con una menor diversidad y cantidad de microorganismos
intestinales.87 De hecho, un estudio de 1983 demostró que Lactobacilus plantarum, una bacteria
con una gran capacidad para fermentar la fibra, sólo está presente en un 25 % de los individuos
omnívoros americanos y en aproximadamente dos tercios de los vegetarianos.88 También se han
observado grandes diferencias en cuanto al volumen y diversidad de la microbiota intestinal en
individuos procedentes de distintas culturas. Por ejemplo, se ha descrito que los niños
escandinavos poseen una microbiota bastante más reducida que los paquistaníes.89
Los astronautas pierden la mayor parte de su microbiota comensal al regresar del viaje al espacio,
incluyendo algunas especies de lactobacilos; por ejemplo pierden casi el 100 % de especies como
Lb. plantarum, Lb. casei, y en menor porcentaje Lb. fermentum (aproximadamente el 43 %), Lb.
acidophilus (aproximadamente el 27 %), Lb. salivarius (aproximadamente el 22 %) y Lb. brevis
(aproximadamente el 12 %),90 cambios que probablemente estén más relacionados con la forma
de alimentarse, a través de alimentos desecados, sin frutas y verduras frescas junto con la ingesta
reducida de fibras vegetales y antioxidantes naturales, que al estrés mental y físico y al escaso
ejercicio físico que realizan. Muchos individuos inmersos en sociedades occidentales tienen un
“estilo de vida de astronauta”, que incluye un consumo de frutas y vegetales frescos insuficiente,
demasiado estrés y la realización de ninguna o escasa actividad física o deporte. Por otro lado,
parece que la microbiota intestinal no tolera la exposición a algunos productos químicos,
incluidos los fármacos. Además, se ha demostrado que la mayoría de los enfermos críticos han
perdido completamente su microbiota de lactobacilos.91 Un estudio escandinavo reciente ha
sugerido que los lactobacilos fermentadores de fibra, como Lb. plantarum, Lb. rhamnosus y Lb.
16
paracasei spp paracasei, que están presentes en todos los humanos con un estilo de vida rural,
sólo se encuentran en aproximadamente un 52 %, 26 % y 17 %, respectivamente, de las personas
que viven en zonas urbanas de los países occidentales.92 La carencia de estos lactobacilos influye
probablemente de forma negativa, ya que son únicos en su capacidad para fermentar fibras
importantes como la inulina y fleína, fructanos vegetales resistentes a la fermentación producida
por la mayoría de las especies de lactobacilos,93 y que además, tienen una mayor capacidad para
eliminar microorganismos patogénicos como Clostridium difficile.94 De estos motivos podemos
pensar que la reducida presencia de bacterias intestinales puede influenciar la menor producción
de antioxidantes bioactivos a partir de productos vegetales.
Conclusiones
El uso de plantas medicinales y sus componentes activos está siendo cada vez más atractivo para
el tratamiento de varias enfermedades inflamatorias entre pacientes que no responden a los
tratamientos estándar o que no están dispuestos a tomarlos. La ventaja de los derivados de los
alimentos es su relativa escasa toxicidad. Entre estas sustancias se encuentran los curcuminoides.
La curcumina es la molécula más estudiada de esta familia de compuestos quimiopreventivos
presentes en la cúrcuma y en alimentos con curry. Aunque su biodisponibilidad tras la
suplementación oral es baja, la molécula de curcumina ha demostrado escasa toxicidad e
importantes actividades beneficiosas sobre algunas enfermedades crónicas con base inflamatoria,
como la aterosclerosis, el cáncer, la diabetes, las enfermedades gástricas, hepáticas, pancreáticas
e intestinales, así como durante el desarrollo de alteraciones neurodegenerativas, oculares y
respiratorias, o frente al daño producido por el humo del tabaco.
Los mecanismos de acción que se han descrito para esta molécula están principalmente
relacionados con su actividad antioxidante, por la que son capaces de neutralizar especies
reactivas de oxígeno y de nitrógeno, por su potente actividad como molécula antiinflamatoria,
capaz de reducir la activación del NF-κB e inhibir las enzimas COX-2, iNOS, LOX, algunos LT,
isoenzimas del citocromo P450, el TGF-β y la fibrogénesis, así como por su capacidad
inmunomoduladora, mediante la cual regula la producción de algunas citoquinas y quimioquinas.
Por otro lado, la curcumina es capaz de prevenir la activación de algunos carcinógenos.
17
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25
Figura 1: Estructura de la curcumina y sus principales derivados
OH
R1
R2
OH
O O
-H -H Bis-demetoxi-curcumina
-H -OCH3 Demetoxi-curcumina
-OCH3 -OCH3 Curcumina
R2 R1
26
Tabla 1. Principales efectos de los curcuminoides.
Principales mecanismos descritos
Aterosclerosis ↓ oxidación LDL29,31; Estabiliza membranas celulares30;
↑ concentraciones plasmáticas de antioxidantes31
Cáncer Inducción de apoptosis36-45; Inhibe metástasis46
Diabetes ↓ glucosa, hemoglobina y hemoglobina glicosilada48;
↑ protección antioxidante48
Enfermedades gástricas ↓ crecimiento de varias cepas de Hellicobacter49;
↓ respuesta del NF-κB y la respuesta mitogénica50;
Propiedades antifúngicas51
Enfermedades hepáticas ↓ acumulación de lípidos52-54; ↓ marcadores de daño
hepático53,55
↓ expresión de genes dependientes del NF-κB: ↓ la
expresión de moléculas inflamatorias55,56; ↓ oxidación55
Enfermedades pancreáticas ↓ activación del NF-
κ
B y proteína activadora 1: ↓ la
expresión de moléculas inflamatorias57; ↓ activación de la
caspasa-357; ↓ activación intrapancreática de tripsina57
Enfermedades intestinales ↓ peroxidación lipídica58; ↓ activación del NF-κB58,60
↓ niveles de oxido nítrico58; regula la función imune58;
↓ MAPK p3859; ↓ la respuesta inflamatoria59,60
Enfermedades neurodegenerativas Atrapa radicales libres66, 67; ↓ marcadores oxidativos70;
↓ depósitos de amiloide β69
Enfermedades oculares Actividad antioxidante77-79
Enfermedades respiratorias ↓ fibrogénesis80; marcadores de inflamación80; altera las
bombas de calcio y cloruros82,83; Efecto antiasmático84
Daño inducido por tabaco y humo ↓ activación del NF-
κ
B: ↓ moléculas inflamatorias85