Diferentes roles y niveles de cercanía en las relaciones persona-objeto. 1. Introducción. 7.00 am., Juan se despierta al sonido de la música en su radio despertador y sale de la cama. En la cocina, mira la hora en su reloj de pulsera, hace funcionar la cafetera y pone dos rebanadas de pan en la tostadora, luego va al cuarto de baño y se mete a la ducha. Cuando vuelve a la cocina, su café y sus tostadas ya están listos. Lleva su desayuno a la mesa, y recuerda que ese mueble está en la casa desde mucho antes de lo que él puede recordar, allí vivió cumpleaños, cenas de navidad, reuniones con parientes y amigos, ahora la madera se ha oscurecido pero la mesa se mantiene firme. Ya en camino por la empinada carretera que le lleva a la ciudad, al acercarse a la cima de la cuesta, el vehículo comienza a dar "tirones" y a sonar diferente…entonces Juan le habla: "¡vamos, vamos, tu puedes!", logra llegar a la cima y el motor recupera su sonido normal, Juan sonríe y dice "¡sabía que no me fallarías¡", este automóvil le acompaña desde aprendió a conducir, han viajado juntos, ha servido como transporte y refugio, limusina y camión de carga. Camino al trabajo, se detiene en el cajero automático que siempre usa, ya que está en su camino y no suele haber gente utilizándolo. Luego, frente a su escritorio, Juan enciende su computador, en él están todos los documentos de trabajo, e-mails, etc. y aunque pertenece a la empresa, también ha copiado allí algunas fotos de amigos y familiares. Convivimos a diario con los objetos 1 En la narración al comienzo de éste documento es posible notar la variedad de relaciones desarrolladas por Juan con los objetos con que interactúa. Existen por ejemplo, productos que son prácticamente una parte él (reloj de pulsera), otros que solo cumplen una función práctica dentro del hogar (tostadora), otros que han sido parte de su vida (mesa) y otros que son un verdadero amigo (automóvil) o simplemente un compañero de trabajo (computador). Con cada uno de estos productos Juan tiene una relación diferente, cercana con algunos, más distante con otros y debido a ello, tal como ocurre en las relaciones interpersonales, tiene diferentes expectativas de lo que cada objeto "puede o debe hacer" por él. Existen deberes implícitos en una relación de amistad, tales como la confianza y la lealtad (Annis, 1987; Aristóteles, 2004) que Juan, a raíz de la relación desarrollada con el automóvil, espera que sean cumplidos por éste. Si , interactuamos con ellos, somos parte de un mundo de objetos que provocan emociones positivas y negativas en nosotros (Desmet, 2002; Norman, 2005). De muchas maneras son los objetos los que definen quiénes somos y quiénes deseamos ser (Belk, 1988; Kleine & Menzel Baker, 2004; Sartre, 1954) y a la vez nosotros los definimos en términos humanos, otorgándoles carácter, intenciones y personalidades (permanente provoca que no solamente cohabitemos con los objetos, sino que además nos relacionemos con ellos en términos que trascienden la interacción física o utilitaria, es decir, de modo afectivo y emocional. 1 Si bien utiliza el término "objeto" o "producto" indistintamente, este artículo se enfoca en los productos de carácter tangible, y no fungible, es decir en objetos con cierta permanencia en el tiempo, y que no son consumidos durante su uso. Lo anterior no excluye la posibilidad de aplicar muchas de las ideas aquí planteadas a productos como alimentos, servicios, sistemas de software u otros (para una mayor profundización respecto a la diferencia entre los términos utilizados para referirse a "las cosas" véase por ejemplo Crilly (2010)).