rEVISIÓN Introducción Tradicionalmente, se ha considerado al cerebelo como un sistema neuronal que participaba esencialmente en la coordinación y el control motor. Sin embargo , en las últimas décadas ha cobrado fuerza el con-cepto del cerebelo como un órgano relacionado con procesos cognitivos de alto nivel [1-5]. Esta nueva concepción del cerebelo viene apoya-da por estudios realizados en animales y humanos con lesiones cerebelosas, así como por la contribu-ción de las modernas técnicas de neuroimagen. Se sabe que el cerebelo posee una extensa red de conexiones eferentes y aferentes tanto corticales como subcorticales. Filogenéticamente, se cree que el cerebelo inicialmente participaba en actividades relacionadas con la coordinación del movimiento y el tono muscular para conservar el equilibrio, y que, a lo largo de la evolución, ha ido contribuyendo a procesos cognitivos cada vez más complejos: fun-ciones ejecutivas, aprendizaje, memoria procedimen-tal y declarativa, procesamiento del lenguaje y fun-ciones visuoespaciales y afectivas [2,6,7]. Datos anatómicos El hecho de que el cerebelo represente más de la mitad de la cantidad total de neuronas del cerebro, las amplias conexiones bidireccionales con distin-tas áreas del cerebro, junto con la evolución filoge-nética de ciertos núcleos cerebelosos (principal-mente, el aumento del tamaño del núcleo dentado), hacen pensar en un papel más importante que el de mero coordinador del movimiento. El cerebelo presenta ricas conexiones bidireccio-nales con los hemisferios cerebrales (tanto cortica-les como subcorticales), que no sólo se dirigen ha-cia las áreas responsables del funcionamiento motor , sino también hacia otras que se relacionan am-pliamente con la cognición y la emoción. El cerebe-lo recibe aferencias corticopontocerebelosas del córtex sensoriomotor, de la corteza prefrontal dor-solateral y dorsomedial, de las regiones frontales encargadas del lenguaje expresivo, de distintas re-giones parietales, del colículo superior y del córtex temporal superior. Envía eferencias a través del tá-lamo a áreas similares. La mayoría de las conexio-Introducción. Tradicionalmente, se ha considerado al cerebelo como un sistema neuronal que participaba esencialmente en la coordinación y el control motor. Sin embargo, en las últimas décadas ha cobrado fuerza el concepto del cerebelo como un órgano relacionado con procesos cognitivos de alto nivel, afirmación que viene apoyada por estudios realizados en animales y humanos con lesiones cerebelosas, así como por la contribución de las modernas técnicas de neuroimagen. Desarrollo. Se revisa la contribución del cerebelo en diferentes funciones cognitivas, como la regulación de las funciones motoras, la atención, el lenguaje, las habilidades visuoconstructivas, el aprendizaje, la memoria y las funciones ejecuti-vas. Los resultados de dicha revisión arrojan como dato más clarificador la influencia del cerebelo en procesos como la atención, la memoria de trabajo (articulación encubierta) y la fluidez verbal, así como el aprendizaje procedimental. Los resultados encontrados en lo que respecta al cerebelo y las funciones ejecutivas no son concluyentes. Conclusiones. Consideramos que es necesario aún sistematizar el cuadro que ha comenzado ya a delinearse. Esto nos lle-vará a poder responder a la cuestión no sólo de si el cerebelo desempeña algún papel en la cognición humana, sino de cuál es ese papel. Tal vez la base para comprender las funciones cognitivas del cerebelo no se encuentre en que el cerebe-lo contiene funciones, sino que pone en relación la intención con la acción tanto en el plano cognitivo, emocional como conductual, aunque este papel de 'interfaz' se encuentra más próximo a los procesos de output que de procesamiento, y parece claro que se halla más afectado en funciones con un importante componente motor. Palabras clave. Atención. Cerebelo. Funciones ejecutivas. Habilidades visuoconstructivas. Lenguaje. Memoria de trabajo. Síndrome cognitivo-afectivo.