de los tipos de financiación para la I+D y el esfuerzo innovador: la evidencia empírica española Miriam Mate y José Molero Las distintas formas de financiación a la innovación son un potente instrumento de las políticas de innovación y tecnológica del Gobierno de España. El estudio de las características de las empresas que reciben ayudas a la I+D permite avanzar en el conocimiento de las prioridades que tiene que tener el Gobierno a la hora de hacer políticas de I+D. Por todo ello, el objetivo del trabajo es analizar los fondos que las empresas españo-las reciben para la I+D por medio de subvenciones y ayudas, con el fin de desvelar los rasgos característicos que tienen estas empresas y hasta qué punto una empresa depende de la financiación pública para subsistir. La muestra procede de la Encuesta sobre la Innovación Tecnológica de las empresas en el año 2005 (PITEC). Se realizó una fragmentación de la base de datos en cinco grupos dependiendo del tamaño de la empresa, demostrándose que esta variable influye significativamente en el tipo de actividades innovadoras de las empresas. Posteriormente, se establecieron distintos tipos de relaciones entre las variables asociadas con los recursos que emplean las empresas y las variables que tienen que ver con el tipo de financiación que utilizan las empresas. Se observó que las empresas más innovadoras son aquellas con un número menor de traba-jadores (micro y pequeñas), excepto en logística y apoyo. También se encontró en este grupo de empresas que existe una relación directa entre gastos totales en innovación, gastos internos en I+D y la procedencia de los fondos de I+D, que en los otros grupos de empresas no se observa. Palabras clave: PITEC, innovación tecnológica, financiación I+D, políticas de I+D. INTRODUCCIÓN Los indicadores del nivel de la I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) españo-la, están a la cola de Europa. En los últimos años, se están desarrollando diferentes inicia-tivas para la mejora de estos indicadores, como el desarrollo de productos y servicios de mayor valor añadido, entre otros. 17133-C POLITICA-28 (F) 28/3/12 07:04 Página 107 Actualmente, España es uno de los países con mayor tasa de crecimiento del gasto en I+D debido al paulatino incremento de los fondos públicos destinados a la I+D+i. Sin embargo el sistema de ciencia-tecnología-empresa español es relativamente pequeño en relación con su posición económica en el contexto mundial, tanto en lo que respecta al por-centaje del PIB dedicado a I+D como al número de investigadores. Lo que parece claro es que la productividad es el factor clave para la convergencia real y la innovación es el motor de la productividad. Es cierto que el éxito del complejo de innovación depende del correcto funcionamien-to de un conjunto de actores, momentos y recursos, pero en muchos casos la adquisición de estos recursos demanda por parte de las empresas diferentes tipos de financiación. En España son pocos los estudios empíricos que analizan los factores que influyen en que las empresas reciban una determinada ayuda para la I+D. En la economía actual, es interesante estudiar hasta qué punto una empresa depende de los fondos públicos y qué impacto produce la concesión de estas ayudas en la actividad de las empresas. De aquí surge la necesidad de hacer una investigación tratando de ver la relación existente entre el esfuerzo innovador 1 de una empresa (medida como gasto en I+D) y las formas de finan-ciación de las que se nutre. Patrones de innovación de las empresas españolas fueron expuestos en los estudios realizados por Fonfría (1999). El argumento tradicional que justifica la intervención en materia de innovación está basa-do en la teoría de los fallos de mercado. Esta teoría considera que el mercado falla al proveer un nivel óptimo de I+D (Arrow, 1962). La existencia de imperfecciones en los sistemas de apropiabilidad de los resultados de las innovaciones y la dificultad de controlar la difusión del conocimiento creado justificarían la presencia de cierta intervención pública (Bönte, 2004). Una determinada inversión en innovación podría no llevarse a término por falta de recursos financieros, aunque la rentabilidad del proyecto fuera superior al coste de capital (Hall, 2002). Gran parte de los estudios que se ocupan de la relación entre la financiación pública y la actividad innovadora de las empresas se han centrado en analizar los efectos netos de las ayudas públicas sobre la I+D privada. Los resultados que se han obtenido son muy hetero-géneos y no resuelven el problema de la eficacia de estos instrumentos para incentivar la innovación de las empresas. El principal objetivo de estos trabajos ha consistido en evaluar si las ayudas públicas sustituyen o se adicionan a los gastos de I+D privados. Las ayudas públicas que han recibido mayor atención son las subvenciones (Almus. y Czarnitzki, 2003; Arvanitis et al., 2002; Guellec y Van Pottelsberghe, 1999; Guellec y Van Pottelsberghe, 2003; Duguet, 2004) y los incentivos fiscales a la I+D (Marra, 2004 y 2006; Hall, 1993, Hall y Van Reenen, 2000). Pese a la falta de consistencia de los resultados, lo que sí coinciden la mayoría de los académicos y políticos es que las ayudas son necesarias para fomentar la actividad innovadora de las empresas.