Se estudió la distribución y comportamiento de los metales pesados (Fe, Mn, Ni, Cr, Cu, Cd, Pb y Zn), su especiación en la fracción disuelta y en el material en suspensión, así como su relación con los procesos fisicoquímicos en las aguas superficiales de la cuenca baja y pluma del río Manzanares, Edo. Sucre, Venezuela, durante el período comprendido entre julio de 1996 y junio de 1997. Para alcanzar tales fines, se determinaron los parámetros fisicoquímicos temperatura, salinidad, pH, oxígeno disuelto, amonio, nitritos, nitratos, fosfatos, silicatos, material en suspensión y la especiación para algunos metales pesados en las fracciones antes mencionadas en veintidós (22) estaciones establecidas en la cuenca baja y pluma del río. La temperatura del agua superficial presentó un comportamiento estacional que está estrechamente relacionada con las condiciones climáticas que prevalecen en los diferentes períodos (lluvia y sequía) del año y los diagramas T-S sugieren la presencia de una mezcla de dos cuerpos de agua (río y de mar) de diferentes propiedades fisicoquímicas. Durante la época de sequía dominan los procesos heterotróficos en el río y zona de mezcla, ocasionando disminuciones de pH y oxígeno disuelto, los cuales fueron afectados por el dragado que se estaba realizando en la zona. El material en suspensión se incrementó en los meses de lluvia (julio a noviembre), alcanzando el máximo valor en septiembre (1075 mg/l). Las concentraciones de amonio fueron más altas durante la estación seca como consecuencia de la oxidación de la materia orgánica transportada en el río, debido al mayor tiempo de residencia de las aguas. Los nitritos, nitratos, fosfatos y silicatos están linealmente relacionados con el material en suspensión (r > 0,60), con los mayores valores durante el período de lluvia. Los flujos de metales pesados se incrementaron durante el período de lluvia, debido a su asociación con el material en suspensión. Las concentraciones totales de los metales en el material en suspensión de las aguas del río manzanares fueron: no detectado a 0,11 µmol/l para el Cd; no detectado a 8,21 µmol/l para el Zn; no detectado a 0,63 µmol/l para el Cu; Cr: no detectado a 1,47 µmol/l; Fe: 0,54-558,80 µmol/l; Mn: 0,02-11,67 µmol/l; Ni: no detectado a 1,62 µmol/l y no detectado a 0,17 µmol/l para el Pb, mientras que en la fracción disuelta total los niveles estuvieron entre: no detectado a 0,01 µmol/l para el Cd; Zn: no detectado a 5,13 µmol/l; Cu: no detectado a 0,10 µmol/l; Cr: no detectado a 0,02 µmol/l; Fe: no detectado a 2,56 µmol/l; Mn: no detectado a 1,03 µmol/l; Ni: no detectado a 0,10 y el Pb entre 0,02 µmol/l. En general, los metales evaluados presentaron un comportamiento no conservativo con remoción a bajas salinidades debido a la floculación por formación de oxihidróxidos de Fe y Mn como consecuencia de los cambios de pH y fuerza iónica que ocurre cuando se mezclan las aguas dulces con las marinas, así como desorción de los metales adsorbidos en la superficie de las partículas suspendidas y sedimentos, tanto orgánicas como inorgánicas, por los iones Na+ y K+ más abundante en el agua de mar, además de observarse aportes a todo lo largo de la pluma debido a las actividades humanas que se desarrollan en la zona. De igual manera se observan concentraciones elevadas de Cd, Cu, Zn, Mn y Pb adsorbidos en el material en suspensión, como carbonatos y/o oxihidróxido de Mn reactivo, los cuales pueden ser incorporados más facilmente a la cadena trófica o liberarse para ser incorporados de nuevo al agua, mientras que el Cr, Fe y Ni están mayormente asociados a los minerales de arcilla (principalmente aluminosilicatos), lo cual revela que el primer grupo de metales pueden tener su origen en las actividades antrópicas que se desarrollan en la región que conforma la cuenca baja del río y su desembocadura.