Daniel Falaschi

National Scientific and Technical Research Council | conicet · IANIGLA - Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales

esde épocas históricas se ha evidenciado la optimización en la utilización y aprovechamiento racional de los recursos naturales e hídricos, fundamentales para el desarrollo de la provincia de Mendoza. Mediante la sistematización y regulación de sus ríos, se han atendido las necesidades de alimentación, producción agropecuaria, generación de energía eléctrica, desarrollo urbanístico y turismo, entre otras. Teniendo en cuenta que la fuente de alimentación de los ríos es de origen nivo-glacial, su detección y monitoreo, resultan una componente crucial para el sistema hidrológico de montaña y las reservas estratégicas de agua para los oasis de la provincia (Dirección General de Irrigación, 2001). El 95 % de los reservorios de agua dulce de la provincia de Mendoza está constituido por geoformas correspondientes a los ambientes glaciares y periglaciares.Los ríos de alta montaña, cumplen un rol socio-económico fundamental en el Oasis Norte de la provincia de Mendoza, y para el Oasis Sur, el rio Atuel cumple el mismo rol, ya que su población y actividades económicas dependen en gran parte de estos ríos, teniendo presente que los Oasis está en proceso de crecimiento constante (Ortiz Maldonado et al, 1997). Estudios realizados en la zona evidencian un retroceso en la mayoría de los cuerpos de hielo de los Andes Centrales (Llorens y Leiva, 1995; Leiva et al., 2007; Brown, et al, 2008; Lenzano, 2013), es por esto, que estimar las variaciones del espesor y volumen de los glaciares, aportarán datos valiosos para un manejo adecuado del recurso hídrico.La problemática hidrológica que afecta en la actualidad a la provincia, encuentra a la cuenca del Río Mendoza y la del rio Atuel como una de las más críticas de la provincia, donde los embalses que almacenan agua de escurrimiento de éste, sólo se encuentran al 40% de su capacidad. Para el periodo octubre 2013/marzo 2014, el río Mendoza, poseía un caudal medio de 31m3/s., cuando su caudal histórico para la misma fecha era de 47m3/s. Es decir, significó un año hidrológico pobre (Dirección General de Irrigación, 2013). Para los próximos 80 años la zona central de los Andes experimentará un significativo aumento de la temperatura de 2ºC (Bradley el al., 2004), como así también una disminución significativa en las precipitaciones sobre la región para las próximas 5 décadas (Cubasch et al. 2001), con posibles impactos en el ciclo hidrológico y disponibilidad de recursos hídricos a largo plazo (Masiokas et al., 2006, 2013). En consecuencia, el estudio de la alta cuenca del Río Mendoza y del Rio Atuel permitirá comprender la evolución glaciaria como respuesta del balance hidrológico de la cuenca y su relación con la variabilidad climática.

Existe a escala global un creciente interés en la disponibilidad de los recursos hídricos en respuesta al crecimiento sostenido de la población mundial y a la mayor presión que las sociedades modernas ejercen sobre la demanda en la cantidad y calidad de agua. En vastas regiones del territorio argentino, las actividades socio-económicas son altamente vulnerables a las variaciones en la disponibilidad de agua proveniente de la Cordillera de los Andes. Los glaciares cumplen en los Andes un papel fundamental en la regulación del régimen hídrico. En años de abundantes precipitaciones níveas invernales, la nieve se acumula en estos cuerpos de hielo hasta el siguiente verano, o bien es retenida por varios años para ser entregada en forma líquida en períodos secos.Por otra parte, los glaciares fueron declarados como los indicadores climáticos más confiables por el panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, 2001). En especial, los glaciares de valle o alpinos se comportan como sistemas sensibles al cambio climático (Dyurgerov y Meier, 2000; Lowell, 2000; Oerlemans, 2005; Rupper y otros, 2009). Adicionalmente, los glaciares y mantos de hielo continentales influyen y contribuyen de manera significativa al ascenso del nivel del mar a nivel mundial (Hock y otros, 2009). La información respecto del estado actual y aportes hídricos en cuencas específicas de los glaciares patagónicos resulta fundamental para poder cuantificar y proteger este recurso hídrico estratégico y proveer, entre otras cosas, información de base para analizar la capacidad reguladora de los glaciares sobre la variabilidad hidrológica de cuencas específicas, entender el comportamiento del sistema criosférico en función de la variabilidad climática y prever escenarios futuros en cuanto al impacto del cambio climático, el ascenso del nivel del mar y la menor disponibilidad de reservas de agua en estado sólido sobre las poblaciones humanas.La criósfera, esfera que engloba el material congelado de la superficie terrestre, se ve fuertemente afectada por la variabilidad climática que se ha registrado en las últimas décadas, y los cambios que en ella se producen tienen implicancia directa sobre el ciclo hidrológico. En años recientes, se han detectado fuertes evidencias que los glaciares patagónicos se encuentran en fuerte retroceso (Aniya y otros, 1992; Narusse y otros, 1997; Leiva y otros, 2004; Rivera y otros, 2008; Falaschi y otros, 2013; Paul y Moelg, 2014; Masiokas y otros, 2015).El objetivo último de la presente propuesta es el de contribuir de la evolución actual de los glaciares de los Andes Patagónicos, con el propósito de identificar los cambios en su dinámica, mediante la utilización de técnicas y metodologías aportadas desde la geomática, abordando con rigor los procesos glaciares e hidrológicos de la región. El punto focal de la presente propuesta se centrará entones en la medición, estimación y cuantificación de los cambios de velocidad, espesor (volumen) y masa. Estos últimos dos factores resultan fundamentales para estimar la contribución de las zonas englazadas a la escorrentía superficial. Para tal fin, se espera dar inicio a un sistema de monitoreo de alta resolución espacial para el glaciar de valle Río Lácteo, Río Oro y San Lorenzo Sur), Provincia de Santa Cruz.

ste proyecto sentará las bases metodológicas para elaborar el Inventario Nacional de Glaciares. En contraste con los primeros intentos de inventarios regionales realizados en nuestro país hace mas de 25 años, el Inventario Nacional de Glaciares incorporará a la fotografía aérea tradicional el uso de las nuevas tecnologías de percepción remota que proveen imágenes satelitales ortorectificadas, multiespectrales y con un amplio rango de resolución espacial. Dada la diversidad de tamaños y morfologías de los cuerpos de hielos será necesario adaptar las metodologías propuestas a nivel mundial para inventariar glaciares y geoformas periglaciales en ambientes tan diversos como los que encontramos desde los Andes subtropicales hasta los subantárticos. La información proveniente de los diferentes sensores remotos será evaluada en forma comparativa cada una de las ocho áreas seleccionadas en la Cordillera con el objetivo de establecer la mejor opción de trabajo basada en la calidad de la información registrada (precisión), la velocidad de procesamiento (tiempo) y el valor de las imágenes (costo). En cada una de las ocho áreas seleccionadas a lo largo de los Andes se determinarán los cuerpos de hielo usando diferentes imágenes remotas y procedimientos, se los clasificará en base a morfología y génesis, se delimitarán las cuencas hídricas donde están ubicados, se cuantificarán las superficies de cada glaciar y el rango altitudinal en el que se desarrollan. En cuatro glaciares representativos de las diferentes topologías encontradas en los Andes se determinarán los balances de masa anual a través de sensores remotos. Asimismo se brindará una descripción detallada del estado actual de conservación de los glaciares y se sentarán las bases para futuros inventarios. Los resultados del procesamiento digital serán complementados con un importante apoyo geodésico y de validación de campo. Las bases metodológicas que resulten de este proyecto nos permitirán arribar a un inventario de los glaciares andinos preciso, comparativamente homogéneo, así como precisar acertadamente el recurso hídrico disponible en forma sólida con que cuenta cada región a lo largo de la Cordillera de los Andes y su evolución en el tiempo.