Analía Abt Sacks

Canary Foundation of Investigation and Health | FUNCIS · SESCS

Escuchaste algunas vez hablar de antropología? En general años atrás parecía vincularse solo con aquelles profesionales que se internaban en lugares exóticos para conocer otras formas de vida, conviviendo con etnias desconocidas y describiendo rituales aun más extraños. En parte hemos ido revirtiendo esa percepción social, al haber ido ocupando puestos en distintas áreas. Con mucha más fuerza, en los últimos 20 años les antropólogues venimos trabajando dentro de nuestras propias sociedades, con los problemas y conflictos actuales, aquellos que vivimos en nuestras comunidades. Algunes nos hemos dedicado a docencia e investigación, otres a áreas de asesoría o consultoría y otro tanto en intervenciones comunitarias, dentro del marco de políticas sociales o de todo tipo de organizaciones no gubernamentales. Muches de nosotres nos hemos especializado en áreas como salud y ambiente. Muches colegas con trayectorias excelentes y enormemente conocides dentro y fuera del país. Les profesionales de la antropología nos hemos formado en universidades públicas de este país y muches de nosotres hemos estudiado y trabajado en el exterior. Algunes volvimos con la ilusión de retribuir todo aquello que la universidad pública nos permitió y, orgulloses y apasionades de nuestra experiencia, luchamos para contribuir en nuestro país. Quienes nos dedicamos al área de la salud y ambiente, sabemos que todas las comunidades humanas conocidas tienen saberes propios acerca del cuidado de la salud y pautas que se transforman con el tiempo. Sabemos también trabajar con la comunidades desde una perspectiva de salud colectiva, porque nos permite abordar la complejidad en la que cualquier fenómeno de enfermedad se desarrolla, ya que sabemos que el hecho de enfermar ocurre inevitablemente en un contexto socio-cultural particular. Incluso esta pandemia, y a pesar de los aspectos generales en los que se manifiesta, tiene características inherentes a cada espacio social. Las respuestas o acciones que se emprenden también deberían ser específicas a cada entorno cultural y con un abordaje codo a codo con las personas de y en las comunidades. Con todo respeto por la labor de los infectóloges y epidemióloges que están trabajando incansablemente en esta pandemia para asesorar a nuestros gobernantes, les pregunto para que respondan sinceramente ¿Qué saber específico tienen sobre las pautas de comportamiento social, sobre los modos en que las culturas de las organizaciones y de los grupos humanos se mantienen o se transforman? ¿Qué estrategias de trabajo comunitario desde un enfoque de empoderamiento social en salud conocen? ¿Qué habilidades para la intervención social que potencie las pautas preventivas han desarrollado? Pero no quisiera ser injusta, no es solo para ustedes que escribo estas palabras, ya que seguro está siendo una carga demasiado pesada para ustedes también. Les pregunto a nuestres dirigentes, ministres, secretaries de salud, algunas diputades o senadores. De verdad que nunca escucharon hablar de la labor que ejercemos muches de nosotres en el área de la antropología de la salud? Esta pandemia nos pone de manifiesto la enorme complejidad de la trama social humana, de los innumerables intercambios interpersonales que realizamos a diario, ya sea a través del contacto físico o de objetos. Nosotres, junto con otros profesionales de las ciencias sociales y humanas, nos hemos formado en nuestras universidades en estos aspectos, de manera especifica. Sería una oportunidad para que el Estado aproveche los enormes recursos que allí ha destinado y nos convoque para trabajar en las áreas preventivas que esta pandemia tiene como única salida. Y por supuesto también para contribuir en conocer y analizar los aprendizaje de quienes atravesaron la enfermedad o de quienes perdieron a algún familiar a causa de ella, ya sea de manera directa o indirecta. Alguna vez escuchaste en la tele o en radio que alguien nos convoque, al menos para decir qué podríamos aportar con nuestro saber específico? La ignorancia de algunos dirigentes, la soberbia de otros profesionales de la salud y el silencio de nuestras voces, hace que estemos mirando con tristeza y rabia cómo se acrecientan los casos de Covid-19 sin que podamos ser incluides en comités de expertos, en asesoraría para pequeñas empresas u organizaciones, en abordajes comunitarios….