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Achelense
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Interpretación y recuperación de la cultura material del Paleolítico Inferior en el Poniente Mediterráneo.
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Se presenta un yacimiento Paleolítico en Onil, con características que permiten relacionarlo directamente con los sitios de Orce, junto a las piezas y representaciones gráficas más destacadas y una serie de anexos que recopilan la historia administrativa de este descubrimiento. Este documento es fruto del trabajo de investigación de más de una década.
Mucho antes de la aparición de las computadoras y de la era nuclear, nuestro destino dependía del acceso al agua, del control de la piedra y de la alquimia del fuego. Homo ergaster / erectus / antecessor, estaba adaptado para realizar grandes desplazamientos. También era capaz de realizar herramientas de corte de enormes dimensiones. Se le
atribuye la utilización del fuego y su robustez y fuerza eran notables.
Con cada nuevo descubrimiento, avance y estudio, este homínido no puede más que engrandecer su legado.
Desde los primeros choppers a los grandes bifaces, un abanico de tecno-complejos se desarrollaron en un amplio período de tiempo.
No es descabellado afirmar que la riqueza del Patrimonio Cultural en la península es excepcional, un corredor de vida y esplendor del despertar cognitivo. Encontramos evidencias de la presencia de los primeros homínidos en la península Ibérica (Orce, Granada), grandes lascas achelenses de tradición africana (Porto Maior [As Neves],
Pontevedra), o en las orillas del río Miño, sin olvidar Atapuerca (Burgos), el epicentro de la investigación paleolítica, por citar algunos ejemplos.
Nuestra intención es la de querer dar a conocer el potencial arqueológico de la Región de Murcia, en concreto la pedanía de Carrascoy-La Murta, con el material inédito de grandes lascas y
herramientas de corte del Poniente Mediterráneo correspondientes al Paleolítico Inferior, localizadas en el macro-yacimiento Terminator.
Industria lítica de los modos 1 y 2, Olduvayense y Achelense antiguo y pleno, en las inmediaciones de Corvera, Murcia.
Artefactos elaborados sobre gran diversidad de materiales, en especial la cuarcita. Choppers, chopping tools, hendedores, proto-bifaces, núcleos, entre otros especímenes característicos del Paleolítico Inferior, ignorados por el recalcitrante silexcentrismo, devorados por las excavadoras mecánicas y triturados en las canteras. Ese es el oscuro destino de muchas de las piezas de un lugar con una potencia arqueológica excepcional. Las máquinas pretenden borrar el pasado y destruir los vestigios del despertar de la cultura.
Quizás todavía estemos a tiempo de recuperar nuestro legado material ancestral.
El propósito de este trabajo es doble, dar a conocer los sitios hallados y su cultura material como pruebas de la existencia en esa comarca de las primeras poblaciones homínidas que ocuparon el lugar y al mismo tiempo instar a la administración a que por los medios y departamentos pertinentes de que disponga, realice las labores propias de investigación, prospección, estudio, conservación, puesta en valor y protección de estas auténticas joyas arqueológicas que representan a tan amplio y crucial momento de esta temprana edad humana.
La sociedad actual se acerca a pasos agigantados a la globalización utilizando toda una suerte de tecnologías que no hacen más que recordarnos la evolución constante de nuestra especie y que tan bien se refleja en el contenido principal del presente documento, el Tecnocomplejo Achelense.
Aprovéchese pues la admirable dedicación de todas aquellas personas, como las que componen este pequeño pero valiente grupo cultural, Garraf Achelense, que independientemente de sus ocupaciones laborales y mundanas, aportan a toda esta avanzada civilización sus granitos de arena a modo de descubrimientos tan fantásticos y que a todas luces nos acercan más al tan importante conocimiento de nuestros propios orígenes.
Sinopsis por Pedro Manuel Lamas.